⃟ Capítulo 4: Caminata juntos ⃟

805 132 1
                                    

Al terminar la acostumbrada rutina diaria de clases, espere a Karma en la entrada del plantel escolar. Caminaríamos juntos hasta nuestros respectivos hogares, no es como que viviéramos tan lejos de la casa del otro.

A la distancia pude distinguir su cabellera rojiza dirigiéndose en mi dirección. Me paré en seco al ver que venía acompañado, Nagisa venía con él. Creí que seríamos solo nosotros dos.

–Hola Nagisa– salude al chico de cabello azul cielo, a lo que él corresponde a mi saludo con una sonrisa–, ¿nos vamos?

–Sí, ya vámonos– dice Karma comenzando a caminar a lo que Nagisa y yo le seguimos.

No odiaba a Nagisa, pero en particular, odiaba que se encontrara aquí ahora mismo haciendo esta caminata más incómoda para los tres. Había rechazado que mi padre viniera a recogerme solamente para poder caminar y pasar un rato con Karma. Desde que lo trasladaron, ya no hablamos ni pasábamos tanto tiempo juntos como antes.

El camino transcurrió en silencio. Karma se mantenía caminando delante de nosotros, Nagisa y yo nos manteníamos detrás de él. El chico a mi lado iba leyendo unas notas que tenía escrita en una pequeña libreta de páginas amarillas, y yo que iba maldiciendo el incómodo silencio que nos invadía.

–Yo me quedo aquí– nos avisa Nagisa señalando el restaurante sushi en el que nos detuvimos.

–¿Vas a almorzar solo, Nagisa?– pregunté mientras miraba el lugar. Recuerdo haber venido un par de veces con mis padres.

–No, mi padre me invitó a almorzar– me respondió y señala al hombre de cabello azul que se encontraba adentro.

–Bien, entonces nosotros seguimos. Nos vemos mañana, Nagisa-kun– se despide Karma y proseguimos con nuestro camino.

Ahora Karma caminaba a mi lado, y aún así íbamos en silencio. Un par de carreteras más adelante, tomó mi mano entrelazando nuestros dedos. Sostenía mi mano con cierta firmeza como sino fuera a soltarla nunca.

–¿No te vas a sacudir?– le pregunté sorprendida. Siempre que intentaba tomar la mano de Karma, éste la apartaba. Lo mismo hacía cuando intentaba darle un abrazo, a lo único que no se negaba era a un beso.

Él niega como respuesta a mi pregunta mientras seguíamos caminando, y ante todo, él sostenía mi mano manteniendo nuestros dedos entrelazados. Era la primera vez que caminábamos de manera tan romántica sin que él se sintiera avergonzado de ello. Debía estar de muy buen humor para estar haciendo esto.

–Hace mucho que no caminamos juntos– así que él también recordaba todos esos momentos que tuvimos juntos cuando salíamos de la escuela.

–Sí...– fue lo único que pude decir dándole la razón.

Me emocionaba bastante que a pesar de que nos hayamos apartado un poco del uno al otro al estar en distintas clases,  al final podamos estar juntos recordando viejos momentos y manteniendo viva nuestra relación. Porque mis sentimientos respecto a él no habían cambiando. Yo seguía queriéndolo como la primera vez.

–Deberíamos hacer esto más seguido– y yo sonrío de inmediato al escucharlo decir eso–. Por cierto, ya llegamos– dice señalando mi casa.

–¿Nos vemos mañana?– pregunté para después cerrar los ojos y acercar mis labios.

Lo oí reírse y como volteaba mi rostro para besarme en la mejilla.

–Sí, nos vemos mañana.

➛ ¡ Akabane, Ámame ! 𖠵Where stories live. Discover now