Sweet Girl/FINALIZADA

[Mi héroe]

-Razonable-,digo soltando una risa y él hizo lo mismo, ambos nos quedamos mirando fijamente. Sentí cierto hilo que ataba nuestras bocas, me acerqué lentamente a su boca, estaba tan cerca que sentía sus respiraciones chocando contra mis labios.

-¡Midoriyaa!-,gritan del otro lado de la puerta causando que él se exalte y se separe bruscamente.

-Iré a ver quién es-,dijo el levantándose con la cara toda roja, caminó hasta la puerta para luego abrirla y ver allí a una chica de pelo negro.

-Oh, Momo-chan. ¿Qué sucede?-,dijo el mirando a la hermosa chica pelinegra. Ella parece que noto mi presencia y me saludó con los ojos.

-Hay alguien que te está buscando... O bueno... A tu amiga-,dijo ella causando que yo miré al chico peliverde y el haga lo mismo.

-Gracias Momo-chan-,dijo el cerrando la puerta prácticamente en su cara, se dio vuelta y se acercó a mi.-No te preocupes, yo me encargo-,dijo él dándome un beso en mi frente, caminó nuevamente hasta la puerta, la abrió y salió.

Me quedo mirando el techo del cuarto bastante preocupada. Ahora que lo recuerdo, ayer tenía un encargo para el señor Fujimoto. Ese hombre me compró varias veces, recuerdo las veces que me violó con sus amigos.

Escucho las puertas abrirse, me acerco a la ventana y corro las cortinas, afuera habían tres autos que en repetidas veces ya estuve dentro de ellos. La puerta de uno de esos se abre y allí baja mi jefa.

Ella parece que esta discutiendo con Izuku. Observó un poco más los autos y reconozco la marca que tienen en la trompa, es él. El hombre que siempre me compra, según mi jefa el cliente perfecto. Siempre paga una gran suma de dinero por mi y, también me hace pasar momentos horribles.

Mi jefa se quita sus lentes de sol mirando seria a Izuku, nunca antes la había visto tan enojada y tan pálida. Debe ser algo serio para que ella estuviera así.

Ella abre la boca nuenvamente y observo que le dice algo a Midoriya, esas palabras debieron ser fuertes para que él cambie su expresión tranquila a una enfadada. Hace un movimiento con sus dedos, unos rayos verdes rodearon su cuerpo. De repente una ráfaga de aire golpea el auto de dónde se bajo mi jefa dándolo vuelta con la zona del impacto muy dañada.

-¡DIJE QUE SE LLAMA HIMIKO TOGA Y NO TE DIRÉ DONDE CARAJOS ESTÁ!-,gritó él, su voz de enfadado llegó hasta mis oidos. Mi mirada se va al par de autos, todas las puertas se abrieron y de allí bajaron diez hombres, tenían un traje negro, lentes de sol y llevaban armas de corto alcance.

A lo último, un hombre muy familiar para mi se baja del auto. Su peluca negra tan sedosa como siempre, su típico cigarro en su mano derecha y por últimos esos dientes de oro que tanto lo identifican.

El señor Fujimoto abre su boca y parece que le dijo algo desagradable a Izuku ya que el hizo una mueca en su cara.

Izuku toma la palabra y les dice algo a los mafiosos que parece haberlos molestado. Mi mirada recorre el lugar hasta llegar a la mano izquierda del señor Fujimoto. Esa seña.

Levanto la persiana con todas mis fuerzas, mis ojos chocan con la mirada del hombre al que amo. Lo miro desesperada y tomo una bocanada de aire.

-¡IZUKUUUUU!-,grito casi callendome del marco de la ventana, mis ojos se llenaron de lágrimas rapidamente y veo como los diez hombres abren fuego contra Izuku y este recibe las balas sin decir nada.