No [Omegaverse}

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-Salió bien ¿no? - Nadia suelta una risa.

-Si, salió bien, ¿cómo está Temo y Noah?- Belén mira hacia dónde ambos alfas estan.

-Temo esta tranquilo, Noah también, fueron al aeropuerto para recoger a los niños - sonríe- por lo mientras lo importante es que esta mierda pagué lo que hizo -sus ojos muestran satisfacción ante la imagen ante él.

Una sola puerta con una pequeña ventana es lo que separa a los tres alfas y a la omega del infierno que se vive al otro lado. Un hombre golpeado, herido y sin moverse, siendo sometido de forma brutal por tres hombres, tres betas, criminales asquerosos que cumplen cadena perpetua, los quejidos de dolor y el chapoteo de los líquidos que salen de años cuerpos es lo único que se logra escuchar.

-Hay que dejar que los muchachos se diviertan -Kevin sonríe al ver la escena y como unas lágrimas salen por debajo de las vendas de los ojos y saliva en abundancia de la mordaza en su boca.

-Volveremos pronto a visitarte Mateo, disfruta de tu estancia perpetua -Aris sonríe complacido.

-Ustedes adelantense, yo tengo todavía que arreglar unos asuntos - Belén sonríe leve evitando mirar a la puerta.

—Entendido Bel, nosotros vamos a la casa de Temo para ver a los niños - Nadia sonríe y junto a los demás camina hasta que la omega los pierde de vista.

Con dificultad pasa saliva y abre con cuidado la puerta, hace una seña y los tres hombres se retiran dejando a Mateo tirado en el frío entre líquido seminal y sangre. Con pasos lentos pero angustiados la omega se acerca hasta quedar frente a aquel ser que, aún en su conciencia, sabe no quería hacer todo lo que hizo y debía tener una explicación.

-¿Porqué los de tuviste? - después de finalmente librarse de la mordaza, la voz baja y temblorosa del alfa en el suelo llama la atención de la fémina quien miraba el cuerpo de su amigo.

-Eres mi amigo, ¿no?, sinceramente yo no estaba de acuerdo en esto, no quería que lo hicieran... Pero hasta Temo lo acepto - dice tratando de evitar el nudo en su garganta.

-No lo...no lo sé, no se porque lo hice, no se ni para que lo hice... Mate a mis propios hijos yo... - mas lágrimas salían por debajo de las vendas y los hipeos eran audibles.

Después de todo, Belén no era una persona que soportará ver a otros llorar, y menos a Mateo quien tanto la apoyo y cuido, ella estaba segura que aún podía confiar en él; se inca frente a él y lo atrae a su cuerpo, llora en el hombro del alfa y ella misma siente su hombro mojado, no le interesa la sangre o los demás líquidos, ella solo lo quiere proteger, ayudarlo a sanar y que se arrepienta de lo que hizo.

-"Bueno, parece que ella aún es la débil de todos, tendré que aprovechar esta oportunidad" - piensa con una sonrisa en su rostro-lo amo, Bel, amo a Temo... Yo solo... No lo entiendo, tengo problemas, mi pasado y una promesa a mi padre me obligaba a hacer todo esto, pero no quería, no quería hacerlo - dice entre unos sollozos.

Algo que sabemos es que Mateo es un buen actor, y para una persona con la mentalidad de Belén, que puede creer que hasta el ser más despreciable tiene su lado bueno, fue fácil caer en las palabras y lágrimas falsas de su "amigo".

Mateo le contó su pasado, claro, cambiando algunas cosas, como el hecho de que su familia era decente y que por culpa de otros cayeron en la desgracia, que como Francisco López fue parte del dolor de la familia judía y que él fue quien mandó a matar a su familia, fue tanto el sentimiento con el que le contó, tanta pena y tristeza barnizada en su voz que el buen corazón de Belén fue convencido.

-... Quedé solo, mis hermanos mayores poco a poco fueron muriendo en prisión, acusados de crimines que no cometieron... Yo fui a dar a un horfanato donde me adoptaron, pero el dolor de mi pasado siempre me persiguió, mi última hermana murió y me pidió que vengara a mi familia, hasta ese momento me entere que mi amado esposo era el hijo del hombre que acabó con mi familia -

-¿Te arrepientes de lo que hiciste Mat? - pregunta con voz dulce.

-Claro que lo hago, si pudiera volver en el tiempo me detendría de hacer todo esto -

-Entonces, te ayudare, así como tu una vez lo hiciste por mi - le acaricia la espalda con ternura.

Mateo se aferra a ella pero más que nada para que no se vea su sonrisa y pueda acallar su risa confundida con un sollozo.

-"Vuelvo al juego" -

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--Aeropuerto de la ciudad de México--

-Quiet guys -Yolotl suelta una risa ante el tierno nerviosismo de los dos omegas junto a ella.

-Cómo no quieres que estemos intranquilos, tiene meses que no vemos a nuestros bebés -Temo suelta una tirita nerviosa sin quitar la mirada de la puerta.

-Mi padre dice que los nenes están igual, no dejan de preguntar por nosotros -Noah suspira inquieto.

Unos olores que ellos conocían muy bien inundaron sus fosas nasales, ese tierno y dulce aroma que tanto amaban, su mirada se ablando y cristalizó al ver como unas personitas corrían a su encuentro con sus progenitores, Noah cargaba entre sus brazos a su amado hijo mientras este lloraba en su pecho buscando refugio.

Por su parte los mellizos se aferra a la espalda de su progenitor, Octavio, Ariadne y Lucero se aferraban a sus piernas y cintura soltando leves sollozos, y en sus brazos tenía a su ya crecida Atenea, la familia lloraba de alegría por el reencuentro jurando entre susurros de amor no volver a separarse.

Los algas llegaron a tiempo para poder ver la escena y sonreír, claro que las lágrimas en sus rostros también se hicieron presentes, después de todo el peligro había pasado y aquellos pequeños inocentes podrían ayudar a sanar los corazones dañados de los omegas.

Entre abrazos y saludos todos se encaminaron a la residencia López Torres, así es, ya no más López Simansky.

-Suiza es muy bello pero el frío era insoportable - Laurita suelta una risa mientras cuentan lo que pasaron en el extranjero, los lugares que vieron y las comidas que consumieron - aquí mi hermano quedó enterrado en la nieve -

-Acordamos que no íbamos a decir nada de eso - el mellizo hace un puchero cruzando sus brazos.

-Es verdad, parecia un ángel de nieve gordo - Octavio estalla en risas por la cara ofendida de su hermano mayor.

Mientras la platica es amena Cuauhtémoc mira con atención a sus pequeños, todos ellos han crecido, sus cabellos también, algunos como Atenea y Lucero estaban más llenitas de sus mejillas y bracitos, Laura había adelgazado y poco pero sólo para que su figura fuera cambiando, J. Francisco había acumulado un poco de masa muscular. Noah también veía cambios en su hijo, como que su cabello había crecido leve y necesitaba un corte de cabello y que su estatura había aumentado unos 7 centímetros.

Pero al final ambos omegas pensaban lo mismo, y era que finalmente podrían volver a sus vidas, nuevas vidas con la gente que les ayudó y con sus pequeños que volvieron a sus brazos, y quien sabe, tal vez el amor vuelva a tocar sus puertas.