La family

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Importante aclaración, el capítulo de hoy está dividido en dos. Por un lado los chats: serán dos y estarán en cursiva (se dividen en priv y family); por el otro, será una narración normal.

¡Que comience!

Priv

Geese: Bueno, ya es hoy, realmente crees que nos va a ir bien?

Zero: Claramente que sí, si seguís esos pasos llegarás muy lejos

Geese: Espero que si, este asunto no se puede volver pesado

Zero: De igual manera, te deseo suerte

Geese: Gracias

***

Un hombre rubio y alto caminaba con un traje blanco y celeste muy elegante, el cual se notaba que era demasiado caro, custodiado por un grupo de 10  hombres vestidos de negro. Todos con sus cabezas en alto dando un aura sombría, después de todo era parte de su districto. Los pasos dados eran todos al unísono hasta llegar a una localización. Un joven rubio lo esperaba en el lugar acordado concentrado en su celular.

Otomi: Ya deja el celular y concéntrate!

—Ella es tan... —sintió la presencia de de lo hombres y levantó la cabeza.

—Hola, hijo —Geese se paró delante de él entregándole la mano.

—Ah, si. Hola —Rock miró dubitativo esa mano.

—No tengo nada en la mano —tomó la mano de su hijo—. Vamos, tenemos planes.

—Claro, vamos —caminó detrás de su padre biológico con la cabeza agachada.

Caminaron solo unas pocas cuadras hasta llegar a un gran parque de atracciones. Geese realizó un gesto con la mano y el grupo de hombres se disperso en tan solo unos segundos.

—Vayamos a las sillas voladoras —dijo caminando nuevamente con un semblante... alegre. Rock lo siguió sin emitir ni una palabra.

***

Family

Terry: Estoy asustadooooo

Andy: Yo que tú, también me preocuparía

Mai: No ayudas, amor

Mary: No te preocupes, Terry, Rock no te dejará por Geese

Otomi: Ni por todo el dinero del mundo cambiaría lo mucho que lo cuidaste

Terry: Ojalá y sea así uwu

***

Ni fila pudieron hacer porque con pocos gestos, pasaron a adelante de todo.

—Espera, quiero que revisen todas las sillas. Mi hijo no puede sentarse en cualquiera —volvió a hacer un ademán y varios operarios comenzaron a revisar.

—No es necesario —dijo Rock sentándose en una.

—Si mi hijo lo dice —se sentó al lado del Rubio con ojos carmesí.

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