Vᥲmριrᥱ ; Bang Chan

-𝟏𝟔-

—Yo... mmm.—dudé.

—Qué pasa princesa?—Preguntó preocupado.

—Acepto vivir contigo aquí, es el lugar más precioso que he conocido... pero, ¿las clases?, o por lo menos para mi será difícil... tú irías a clases nocturnas, supongo... y yo a las de una chica normal. ¿No nos veríamos? —Pregunté triste.

Chan río.

—Boba, si lo deseas, puedes ir a mi escuela, los horarios no te preocupes, no voy en la noche. —Río nuevamente.

—Creía que todos los vampiros iban a clases nocturnas... o eso me dieron a entender las películas. —Sonreí nerviosa. —Pero claro que quiero ir a tu escuela, me encantaría.

—Me alegra escuchar eso... bueno, entra a la casa, los chicos pronto traerán tus cosas. —Sonrió con esa sonrisa que me mata.

—Esta bien, vamos. —Tome su mano y entramos. Era gigante, el living era del porte de mi casa. Fuimos a la Habitación, que eran dos al parecer.— Oh... ¿Dormiremos en habitaciones distintas?... —Pregunte algo sonrojada.

—Tenia la duda sobre si estabas preparada para dormir juntos, o si querías una habitación separada a la mía. —Me contesto.

—Claro que quiero dormir contigo tonto, ¿Por qué dudaría?... Se que nunca me harías algo.—Lo miro y se me pone la piel de gallina al notar que me lanza a la cama y se pone encima mío.

—No digas eso, no me puedo resistir ante ti... —Se acerco y me fue dejando pequeños besos en el cuello. Me mordí el labio. Yo era virgen, jamás pase por algo así... pero las ganas que tenia eran impresionantes, Chan me causaba tantas cosas...

Se levantó. ¿Me va a dejar así?
Lo miré molesta.

—Bebé, eres virgen aún, ¿no?—Me preguntó.

—Hmm, si...—Respondí algo nerviosa. Pero él sonrió.

—Me alegro, bueno iré a hablar con los chicos que deben de estar por llegar. —Va saliendo de la habitación pero lo detengo.

—De... ¿de qué te alegras?—Pregunté sin poder mirarlo a los ojos, estaba algo sonrojada.

—Me alegra ser el primer chico que te pueda tocar... —Se acercó nuevamente a mi, levantó mi mentón con su mano, y me miró. —Quiero que seas mía completamente.

Grité. Grité grité grité.
Claro que en mi cabeza, no le iba a gritar en toda la cara.

De los pies a la cabeza sentí un calor inmenso, nunca en la vida me habían dicho algo así, pero me gustó que me lo haya dicho.
Sonrió y se fue dejándome así... es malo, pero a la vez sé que el sabe que me causa esto, por eso lo hace... sabe que ante él soy indefensa. 

Suspiré fuertemente, traté de calmarme un poco y salí de la habitación.
Vi a los chicos ya con Chan, y me acerqué a saludar.
Todos eran muy amables conmigo, me sentía parte de su grupo; ya habían ordenado todo, había una televisión puesta, sofás, una gran mesa, y bueno, faltaba mi toque especial, todo se veía algo apagado.

—Vaya chicos... muy lindo todo pero le falta lo más importante. —Ellos me miraron confundidos y reí. —Falta mi toque para esta casa.

Me puse manos a la obra.
Coloqué unas pequeñas plantas de interior que se veían bastante bonitas.
Adorné con una gran alfombra que los chicos habían traído de mi casa donde vivía con mis padres.
Ahora todo se veía un poco mejor, aunque le faltaban mas cosas, pero es el primer día aquí, es un buen comienzo.

Llegaron los padres de Chan y él fue donde ellos algo extraño...
Los vi hablando a los tres entre ellos, pero no quise entrometerme. Los chicos ya se habían ido, así que había preparado la cena.
Chan fue donde mi.