Sakura Haruno • Uragirimono

Megami-sama

Sakura Haruno nunca había resaltado en nada más que su exótica cabellera.
Itachi estaba sorprendido al encontrarse a sí mismo pensando en ella.
No era reconocida más que por ser la discípula de la Godaime Hokage, la niña de cabello chicle.Sin embargo, el Uchiha sabía que ella era dulce, olía dulce y se esforzaba en prepararle dangos.Su corazón palpitó al pensar, ¿sabría dulce?
Tragó grueso antes de ir a sumergirse en un río de agua fría

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Kisame Hoshigaki jamás permitió que nadie tocase a Samehada aparte de sus víctimas y él mismo.No esperaba que la mocosa rosada pudiese cargarla tan fácilmente.
-Kisame-kun.-Llamó con voz suave.-Es un poco pesada, pero, ¿puedo usarla?
-Inténtalo, mocosa.
La Haruno asintió para luego notar que la espada no absorbía su chakra, sonrió de costado antes de moverla ágilmente por el aire.
-Creo que le gustas.
-Creo que no solamente a la espada.-se burló ella, causando un pequeño sonrojo en el azulado rostro de Kisame.
-Ya quisieras, mocosa.

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Konan nunca se sorprendía, siempre estaba neutra, pero cuando se acercó al hogar de la pelirosa luego de un largo viaje se desconcertó una vez más al observar una barrera.
-Konan-san, por favor ponga un poco de su sangre en este pergamino.-Podía ser una trampa, pero al observar a dos subordinados asintiendo no dudó en morderse el pulgar, poco tiempo después pudo avanzar a la acogedora cabaña que olía a cerezos en pleno verano.
-Haruno-san, Akatsuki requiere de tus servicios.-Siempre se consideró una mujer directa, y lo demostró a penas la pelirosa le sirvió una taza de té.
-No está en mis planes unirme a Akatsuki.
-Necesitamos que despiertes a Hidan.-En ése momento la pelirosa lo recordó, había pasado más de medio año y él seguía en coma.
-¿Porqué debería de ayudarlos?-preguntó con una mirada gélida.
-¿Qué deseas a cambio de trabajar para nosotros?
Sus ojos jades se cerraron antes de meditar durante unos segundos.
-Deseo el título de Amekage.
Por tercera vez, Konan abrió sus ojos con visible sorpresa, Itachi dejó caer su palito de dango a medio comer y Kisame quedó tan congelado que soltó a Samehada.
-Hablaré con el Líder.-Asintió en despedida antes de desaparecer en pedazos de papel que se perdían en el aire.

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-Bien.
-¿Es todo? ¿Le darás el título y ya?-Konan estaba exaltada, no entendía porqué Pain accedía a todo con esa chica que ni siquiera conocía.-¿Tienes una razón?
Pain asintió en silencio.
-¿No te parece extraño?
Konan no respondió.
-Fue tachada de traidora, y no consideran la información que puede tener sobre su Aldea tras tener contacto directo con la Hokage, a parte de heredar el poder de un Sannin.Tiene el byakugou no in, es una maravillosa médico, tiene perfecto control de chackra y fuerza monstruosa...Con todo eso, ¿qué ganaría dejando al borde de la muerte a Koharu Utatane, una consejera de la hoja? ¿Qué ganaría destruyendo el hospital donde trabajaba y matando a Inoichi Yamanaka, un líder de un clan noble? Era una kunoichi reconocida en otras naciones menos en la suya, y de igual forma su cabeza cuesta quince millones de Ryõ en menos de un año, siendo la más buscada por ser el precio más alto del libro Bingo y asesina rango S...Algo no cuadra aquí.
-¿Deseas reclutarla para saber qué sucedió realmente?
El pelinaranja asintió.
-Si desea el puesto de Kage para ella, lo tendrá.
Konan gimió con preocupación y molestia.
-¿Acaso quieres que ella...?
-Sakura Haruno engendrará a mis hijos y éstos serán los que gobiernen el mundo shinobi.
Y, sin darse cuenta, en ése mismo momento el mundo de Konan se comenzó a derrumbar.Nagato no la tomaría como mujer jamás.

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-Mocosa, ¿porqué diablos querrías ser la líder de Ame?-Kisame seguía sorprendido, ni en sus más locas ideas pensaría algo así.
-Tengo mis propios objetivos, tiburoncito.
Itachi estaba en silencio mientras agregaba lo necesario a su canasta de compras, Sakura viviría en la Aldea de la Lluvia por un largo tiempo.