Capítulo 17.

7.4K 585 242
                                    

01 de enero, 2018.

El silencio es asfixiante, llevamos mucho tiempo en este silencio y él ni siquiera me mira a la cara. No puedo evitar poner una mueca de decepción cuando no responde nada.

Le doy la espalda para no mirarlo con las lágrimas en mis ojos.

No puedo creer que esto realmente está pasando.

–Cierra la puerta cuando te vayas – murmuro con la voz quebrada.

–Ni siquiera he podido hablar – se intenta defender.

–No hace falta, tu silencio lo dice todo – mascullo.

Aprieto mis labios para contenerme de no decir ninguna estupidez.

–Yo quiero estar contigo... y me acabo de dar cuenta que te he dañado todo este tiempo, pero estaba enfadado contigo, por dejarme cuando yo sentía que era el mejor momento de nuestra relación y cuando te vi sentí que era un idiota por... – se corta a sí mismo.

La curiosidad me invade y me volteo para verlo fijamente.

–¿Por...? – lo incito a seguir.

Él duda por varios segundos y pareciera que no lo quiere decir, pero hay algo más que no logro descifrar bien.

Y es muy frustrante no saberlo.

Niega con su cabeza y masculla algo en voz baja.

–Me sentía un idiota por seguir enamorado de quien me abandono – susurra.

Mi corazón da un vuelco en mi pecho.

–Oh, por dios – murmuro. –Asher... yo nunca quise dañarte y nunca estuvo en mis planes hacerlo, lo juro. Pero cuando tu madre me amenazo, sentí desesperación por perder a la única familia que me quedaba... además papá y Maggie cumplirían su sueño, no podía ser egoísta – murmuro.

Él asiente y se queda sentado en la cama mirando fijamente el suelo.

Me arrastro hacia él y tomo su rostro ente mis manos para poder mirarlo directamente a los ojos y me pueda escuchar.

–No creas que por pensar en mi familia no pensé en todo el daño que te causé. Y créeme que pase mucho tiempo dudando entre quedarme o volver a Londres... No quiero que estés conmigo porque te sientes en la obligación porque perdí a tus bebés. No voy a obligarte a estar conmigo.

Por un momento Asher parpadea confuso. Coloca sus manos arriba de las mías y las aprieta.

–¿De verdad crees eso? ¿O alguien te dijo algo? – pregunta.

Me encojo de hombros.

–Nadie me lo dijo – respondo.

–Pues entonces estas mal con lo que crees sobre mí... odio que no confíes en mi en cosas como estás –murmura. –Al principio creías que era un imbécil que se quería aprovechar de ti cuando te demostraba que no era así al darte tu espacio cuando lo necesitabas o no insistía en hablar contigo cuando me ignorabas...

Muerdo mi labio porque sé que tiene razón.

Pero el problema es que no importa cuántas veces él diga lo contrario, de alguna manera lo terminare pensando de cualquier modo, porque soy una maldita insegura.

–Quiero estar contigo, realmente es lo que quiero... – susurra.

Apoya su frente en la mía y suelta un sonoro suspiro.

–Pero si queremos que esto funcione, no puede ser de la desastrosa manera en cómo lo manejamos hasta ahora.

Yo asiento y cierro mis ojos.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora