Epílogo.

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4 años después.

Suelto un suspiro frustrada.

–Ya vamos tarde ¡Por favor apresúrate! – le grito a Asher que se encuentra en el baño.

–¡Que ya voy! – grita.

Termino de arreglarme para la cena que vamos atrasados y el mismo Asher había organizado, en la vendrá mucha gente importante con todos estos temas de la realeza. Él seguía siendo el príncipe heredero, pero aun existe una pequeña duda sobre si realmente quiere su título o no.

Desde ese oscuro momento por el que toda la familia real paso por esa fea etapa en donde creímos que Asher no seguiría con nosotros y la madre de Asher murió, todo ha mejorado para todos.

Ahora ya no vivo en mí departamento, Asher y yo hemos comenzado a vivir en el palacio juntos. Mi departamento ahora es de Violet. Quien finalmente estudio literatura y gracias al cielo, le han entregado a Sophie y ahora viven una tranquila vida las dos.

Gabrielle está comprometida con el príncipe menor de Gales y no, no por obligación. Es algo bastante cómico teniendo en cuenta que se conocieron en una reunión de este tipo y no se llevaban para nada bien.

Y que Gabrielle realmente estaba comprometida con el hermano de quien ahora es su prometido.

Pero ella es feliz y eso lo que realmente importaba ahora mismo.

Papá y Maggie siguen juntos y Joe se ha vuelto un niño precioso, cariñoso y molestoso. Cuando sea mayor será todo un rompe corazones. A él le encanta venir a visitarnos siempre que puede y suele ponerse muy triste cuando es hora de dejar Londres y volver a Chicago.

–¡Por fin has salido! – exclamo rodando los ojos cuando veo a Asher salir desnudo del baño y pasando una toalla por su mojado cabello.

–Si... pero ahora se me antoja hacer cosas muy interesantes y no necesitamos de ese precioso, pero molesto vestido que traes puesto – me sonríe de lado.

Abro y cierro mi boca para responderle, puedo sentir el calor recorrer mi cuerpo y un pequeño temblor, pero me mantengo firme.

–Lo mejor será que te vistas – entrecierro mis ojos. –Te estaré esperando en la sala – le informo.

–Te amo.

Sigue teniendo la misma reacción de mi parte cada vez que esas dos palabras salen de sus labios. Le sonrío y le lanzo un beso.

–Te amo –respondo antes de cerrar la puerta de nuestra habitación.

Voy bajando las escaleras y dos pequeñas figuras aparecen delante de mí.

–¿Nos cuentas una historia antes de la cena? – pregunta el niño.

Yo sonrío y asiento.

–Claro, vamos a la sala – indico.

Comienzo a contarles la historia de la misma manera en la que yo la recuerdo, riendo con las reacciones de esos pequeños niños, secando las lágrimas cuando ellos lloran un poco y siguiéndoles la corriente cuando digo cosas que a ellos los asombran y abren mucho sus ojos por la sorpresa.

–¿Y qué sucedió con ellos? – pregunta la pequeña.

Me encojo de hombros y sonrío cuando veo a Asher apoyado en la entrada con ambas cejas alzadas, también esperando para que yo siga con la historia.

–Se separaron con el pasar del tiempo – respondo.

Asher suelta una risa y niega con su cabeza claramente divertido con la reacción de los pequeños frente a mí.

La reconquista del príncipe [#2] NUEVA EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora