Esperamos a que Cuatro y Eric bajaran con Tris de la torre, era media noche y el aire estaba frío, no me sentía cansada en realidad.
Comenzamos a caminar hacía la sede Osada, Cuatro venía detrás de mí y sentía su mirada sobre mis hombros, a mi lado iba Uriah y Christina.
–Chicas, los nacimos iremos a una aventura–Dice Uriah.
–¿Tirar rocas al abismo?, que emocionante–Respondí con sarcasmo.
–Tirolesa–Dijo una voz femenina, Marlene una chica rubia nacida se acerco a nosotros.
–¿Quieren ir?–Pregunto Uriah.
–Yo no, me siento cansada y quiero dormir.–Respondió Christina con una mueca.
Mire sobre mis hombros y noté que Cuatro seguía observándome, no se perdió de nuestra pequeña conversación.
–Yo voy-–Conteste.
Seguimos caminando hasta llegar a las vías del tren, pero me desvíe.
Seguí el paso de Uriah y Marlene, caminamos bajo las barras de las vías con otros nacidos hasta llegar a una torre de la cual subimos muchos escalones para llegar al gran balcón, y ahí estaba la tirolesa.
Se iban subiendo uno por uno, se escuchaban gritos a lo lejos de ellos y todos nos reíamos , a continuación era mi turno.
–¿Lista Erudita?–Pregunto un chico a mi lado izquierdo.
Subí a la tirolesa y me empujaron, iba rápido y tenía la ciudad debajo de mí, las luces de los edificios seguían encendidas a pesar que se debían apagar a altas horas de las noches.
El aire frío pegando contra mi rostro era la mejor sensación, el cable pasaba por en medio de carteles y torres abandonadas, el recorrido no era tan largo pero quería que durara horas.
Me sentía libre.
Veía a otros nacidos en la torre a la cual tenía que llegar, estaba cerca y comencé a escuchar sus gritos:
–¡DEBES FRENAR!
–¡JALA EL FRENOOO!
Voltee a ver hacía el gancho y estaba la cuerda que tenía que jalar, la agarre con una mano y jale fuerte, salieron chispas de ella hasta que se detuvo. Mi cara casi pega contra una pared, los nacidos estaban abajo de mi aplaudiendo y con grandes sonrisas.
Baje de la tirolesa con ayuda de un chico tatuado y me hice a un lado, Uriah estaba ahí riendo.
Este chico tiene mucha chispa.
–Hey–Dije acercándome a él.
–Kath, ¡eso fue genial!–Respondió riendo.
–Gracias, me sentí muy bien–Conteste.–Quería preguntarte algo.
Él movió su cabeza hacía un lado dándome una señal que caminemos hacía afuera de esa torre, donde no había nadie.
–Dime–Dijo él cruzándose de brazos.
–Es sobre Cuatro–Dije mirando hacía el suelo, no me gusta expresarme con las personas pero Uriah no le iba a decir a nadie.
–¡LO SABÍA!–Grito él, puse mi mano sobre su boca y alce una ceja, este tonto.
–No digas nada tonto, pero si es algo sobre Cuatro–Respondí y quite mi mano de su boca.
Él asintió y una sonrisa se formo en sus labios, una sonrisa un poco pícara.
–¿Tú crees que yo sea su tipo?–Pregunte tímida.
–Eres genial, nunca lo dudes pero él no se expresa conmigo, no me dice sus sentimientos–Responde.
–Gran respuesta.
–Deberías ir a buscarlo, puedes intentar hablar con él..
–Buen consejo.
–Si necesitas algo más solo debes buscarme, somos del mismo hogar ahora.
Asentí con la cabeza y Uriah volvió a subir la torre, la brisa fría envolvía mi cuerpo así que comencé a caminar hacía la sede Osada...
Al llegar algunos Osados estaban en el pozo celebrando el gane, estaba Cuatro ahí.
–Kath–Dijo acercándose a mí.–Hola.
–Hola.
–Estuviste grandiosa, gran plan.
–Gracias, me divertí mucho.
Intercambiamos miradas y sonrisas, hasta que su cara se puso seria por la persona que estaba atrás de mí, era Tris.
Rodé los ojos y camine hacía el dormitorio, estaba cansada de tantas emociones.
A la mañana siguiente me levante temprano cómo de costumbre, algunos ya estaban listos y salieron del dormitorio.
Ya desayunados, Max nos llamo para enseñarnos la tabla donde estaba nuestra clasificación.
La pizarra frente de todos enseñaba los nombres de los que pasarían a las siguientes pruebas, si estaba tu nombre bajo la línea estabas fuera y te convertirás en un sin facción.
No era muy lindo ser eso en realidad.
Mire con asombro la tabla de clasificación, wow.
3- Peter
2- Edward
1-KathMi nombre estaba de primero...
Los nombres de mis amigos estaban un poco más abajo pero sobre la línea, comenzaron los aplausos y algunos llantos por los que estaban eliminados.
Una mano se poso sobre mi hombro y lo acaricio, voltee a mirarlo y era Uriah.
–¡FELICIDADES!–Grito él y me dio un abrazo, se lo respondí con mucho gusto.
Mire sobre su hombro y pude encontrar a lo lejos una figura, era Cuatro...
Se veía feliz, además, estaba ignorando algo que le estaba diciendo Tris.

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Katherine Moon
Ciencia FicciónNacer en Erudición no te hace alguien mejor. Sólo te dan la idea de que eres mejor que todos. Tal vez conozca a los de mi sangre o tal vez los perdí hace mucho tiempo. "El miedo no te paraliza, sino que te despierta" Basado en Divergente. Añadí suce...