¿Amo a... Angel Dust? (Spidermoth) (Angel Dust x Vaggie)

Entre dudas y dudas

Vaggie seguía jugando con Fat Nuggets, aunque seguía preguntándose que estaba haciendo Angel, todavía recordaba la primera impresión que tuvo de él en el infierno: Un p*to gay.

Sin embargo las cosas cambiaron tanto que hasta no se lo podía imaginar antes de tan siquiera conocer a Charlie ¿Quién lo diría? Charlie era una chica tóxica para su vida, capaz de golpearla y amenazarla con matarla si fuera para su propio beneficio, nunca supo identificar la fachada de su verdadera personalidad demoníaca. Alastor resultó ser alguien más profundo que el típico comediante de radio, Niffty resultó ser una chica que trató de no obsesionarse con los hombres, Husk resultó ser más que un gato alcohólico posesivo y malcriado por la vida.

Sus opiniones y hasta sentimientos cambiaron al conocer a todos, tal vez no todo fue tan bueno, pero al menos ya no odiaba todo con tanta fuerza como hacer pedazos una pared de concreto. Y seguía pensando si es que pudo haber tenido una oportunidad de ir al cielo, siempre evitaba pensarlo, pero también la vergüenza la invadía.

¿Que lograba con pensar en el ayer? Ya tenía una eternidad por vivir, una eternidad donde se cansaría de todo y simplemente viviría divagando en el eterno infierno ¿Que lograría pensando en un tal vez? Dios no la quería y se lo dejó claro en el momento en el que la llevó al infierno, dejándola.

Unos pasos interrumpieron sus pensamientos, era Angel y Dios acercándose a la puerta, Angel se asomó por la puerta con sigilo.

— Es ella — Susurró a Dios.

— Lo sé — Respondió Dios telepáticamente a Angel.

— ¿Como hago para ayudarla? — Pensó Angel internamente.

— Deja que se acerque a mí y apoyala en su redención — Le respondió nuevamente de la misma manera.

Anthony tomó un bocado de aire y tocó la puerta de la habitación, siendo abierta por la peliblanca. Al mirar a Dios, estaba muy confundida, por lo que el peliblanco decidió hablar.

— Eh.. Vaggie, Dios quiere ayudarte a recibir la redención — Informó el peliblanco con complejo trans.

— ¿Podemos hablar a solas Dios y yo? — Preguntó Vaggie tratando de asimilar la situación.

— De acuerdo, me avisan cuando terminen de hablar — Dicho esto, Angel se retiró de la habitación.

Vaggie miraba con inseguridad a Dios, él mismo lo llevó al infierno y ahora pretendía ayudarla como si nada hubiera pasado, tanto sufrimiento innecesario como para llevarla al cielo dejando el dolor de lado. Por otro lado, Dios claramente no estaba inseguro sabiendo como pensaba la peliblanca de él, sabía que todo se iba a aclarar hablando sobre cómo puede ayudarla, pues claramente la quería como un padre a su hija: El padre que Vaggie y Angel necesitaban para ser escuchados.

— ¿Que quieres hacer aquí? ¿Burlarte de mí? Adelante, ya estoy acostumbrada a ser la burla de los demás — Lo decía con un tono amenazante, aunque era en legítima defensa: De su realidad.

— ¿Porque me burlaría de ti? Se por lo que has pasado aquí y en el mundo humano, los sufrimientos que tuviste en tu vida, tus inseguridades, lo sé todo — Aclaró mientras se acercaba a ella.

— Si sabes que soy un desastre ¿Porque vienes aquí a redimirme? No vale la pena hacer algo, cuando ya sabes el resultado — Estaba temblorosa, a la defensiva, tenía miedo de fallar.

— Piensas que eres un desastre, pero yo jamás sería capaz de hacer algún desastre ni nada por el estilo — Quería ir desviando la idea tan absurda que tenía en su cabeza — Todo lo hago con un propósito, una intención.