Capitulo 9 "El elejido"

28 3 0
                                    

El hombre estaba caminado a mi alrededor como un tigre pero gordo y con traje, los demás matones solo me miraban de una manera que no me gustaba para nada

-Dime ¿Qué clase de hechizo usaste para que la varita te obedeciera? ¿Algún amarre extraño?

-¿Qué? Yo solo la uso y ya señor, me obedece, es mi varita

-¡Es mi varita!

El hombre me gritó a la cara muy molestesto, parece que es muy importante esa varita para él, yo estaba asustado no sabía que es lo que iban a hacerme

-Esta varita es "la dama", elegante, celosa, fiel, poderosa, y ah elegido el líder de mi mafia desde que se formó junto con ella, está hecha de espinas de oso sangriento y su núcleo es piel de unicornio, no hay varita más leal y viva que esta, selecciona a su siguiente dueño cada vez que el anterior muere y como no es mía y si tuya talvez si te mato me elija a mi

El gordo me apuntó mi varita a la cara y la agitó diciendo una maldición imperdonable, la maldición del asesinato, "Abada Kedabra" yo solo cerré los ojos asustado no morí, abrí los ojos y lo vi enfrente de mi enojado y apuntándome con la varita

-¿Qué no escuchas? La dama es la varita más leal y viva de todas las varitas, la lealtad que da la pide, así que haré que te mate ella misma

Un matón puso su varita en mi frente y me desmayé, al despertar estaba en un tipo de almacén obscuro, habían gradas y un público que me separaba a mi y al señor gordo de este por un barandal de metal, como una jaula, sentí algo en mi mano y era una varita negra y algo rota mientras que el señor tenía en su mano lo que supongo era su varita

-Ya despertaste, te mataría pero eso no es permitido por las reglas de mi mafia, así que te haré que te mates tú solo

Sujeté bien la varita pero del otro lado de la reja el adolescente me gritó pegado a ella

-¡Ey! ¡Mocoso! ¡Si usas otra varita que no se la dama cuando la uses de nuevo te matará!

En ese mismo segundo solté la varita que tenía en la mano y lo volteé a ver, asustado y desesperado le grité

-¿¡Entonces que sugieres que haga¡?

El adolescente señaló detrás de mi y gritó que corriera porque al voltear a ver el gordo estaba apuntando a mi, yo corrí y el mafioso dijo el Abada Kedabra el cuál dió al suelo, mientras yo corría el me tiraba hechizo tras hechizo, corrí y corrí Zig Zageando para esquivarlos pero me vi acorralado por el mafioso

-Muy tarde mocoso, es tu fin

Agitó la varita y me iba a disparar pero en eso el adolescente se apareció al lado y hechizó a el mafioso con el petrificus Totalus, el mafioso calló al piso y todo el público se molestó mucho, el adolescente tomó la dama la cuál estaba en el cinturón del mafioso y me la dió

-Úsala como puedas y sal de aquí, yo te cubriré, no te preocupes por mí, te alcanzo enseguida

Tomé la dama y corrí empujando y petrificando aquien se pusiera en mi camino, luego al llegar afuera del almacén el chico se apareció frente a mi y nos teletransportó lejos de ese lugar en una cabaña

-Listo, aquí no nos encontrarán

-¿Porqué hiciste eso? Ahora te quieren matar, y a mí aún más, el gordo va a estar muy enojado, no debiste paralizarlo

-Tienes razón, debí matarlo, mira no estoy completamente feliz de que la varita te haya elegido a ti como su dueño, pero lo hizo y yo juré lealtad a el dueño de esa varita, y ese eres tú, así que es mi deber como miembro de la mafia protegerte, algo que los demás no quieren entender

-¿Qué? Yo no quiero ser dueño de ninguna mafia

-Pues lo eres, te guste o no, o lo serás, aún eres muy joven para hacerlo

-¿No lo es el gordo ese? Parece que todos le hacen caso

-Así es, pero no debería serlo, solo lo siguen porque el prometió tantas cosas a la mafia, aparicionó mucha gente, mató a aún más, hizo esclavas a las familias de algunos que lo siguen, por eso lo hacen, porque los tiene contra las cuerdas

-Pues hay que liberar a las familias, a los priscioneros, así no tendrán porqué seguirlo

-No es tan fácil, nadie sabe más que él dónde están, nadie puede encontrarlos, varios lo han intentado pero a la mínima rebelión "gran jefe", como se hace llamar, los mata

-Pues hay que hacer que todos se revelen, así no podrá contra todos

-No todos lo siguen porque estén amenazados, algunos lo hacen porque quieren, si algunos se rebelan los demás pelearían, aunque no es mal plan, creo que ya sé qué vamos a hacer

El chico nos llevó fuera de una casa grande y vieja, nos escondimos detrás de unas camionetas, vi cómo sacó su varita y yo saqué la dama y me puse alerta

-¿Dónde estamos? ¿Porqué vinomos?

-Shhh, esta es la prisión de la mafia, vamos a liberarlos a todos

-¿¡Qué!? Estás loco, todos ahí seguro son delicuentes, como tú, ¿Porqué te hago caso? Ni siquiera sé tú nombre

-Soy Oto, y no te preocupes por eso, nos van a seguir fielmente, estoy seguro

-¿Porqué tan seguro?

-Por ella

Señaló mi varira y luego salió de detrás de la camioneta Abada Kedabrando a un guardia, el otro empezó a atacarlo con diferentes hechizos, yo estaba viendo como forsejeaban con rayos verdes

-Niño! Me serviría una mano!

Yo algo titubeante salgo de detrás de la camioneta y le disparo a el guardia apuntándole con mi varita

-¡Oblibiate!

Lancé por el aire a el guardia el cuál se levanta adolorido pero Oto lo golpea noqueandolo

-¿Qué te pasa? Le borré la memoria, no era ningún peligro

-No queremos que recordara nuestras caras, vamos

Abre la puerta con Alohomora y bajamos a las celdas donde habían hombres, mujeres y hasta niños encarcelados

-¿Qué no que a la menor rebeldía los mataba?

-Estos son priscioneros importantes, con información, tenemos prohibido matar niños y mujeres, con tal de que no hayan cometido ningún crimen

-Pero estos hombres son obreros y futuros esbirros, sin duda nos ayudarán

Mientras hablábamos los prisioneros suplicaban por qué los liberamos, yo estaba apunto de liberarlos pero Oto me detuvo y los miro hacia abajo con arrogancia

-Lo haremos pero tienen que ayudarnos, a derrocar al gran jefe

-Porfavor, solo somos obreros, no guerreros

-Pues serán obreros prisioneros, vámonos

-¡espere!... ¿cuál es el plan?

Ilvermorny, Memorias De IgnacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora