²𝐈𝐍𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄𝐍𝐓 ➻ minsung [OMEGAVERSE]

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Kim Seungmin era problemático pero muy encantador, un alfa muy respetado que parecía no caer ante las ordenes o encantos de nadie, tan apuesto que una horda de omegas babeaban adulándolo a sus espaldas, pero este solo los ignoraba.

Porque había cometido el gravísimo error de enamorarse de Lee Felix, el hijo del director del refinado instituto donde estaba y si lugar a dudas, la persona más hermosa que alguna vez había visto. Seungmin era consciente que lo comentarios sobre el en los corredores no eran del todo agradables, y que Felix, un estudiante ejemplar jamás se fijaría en él teniendo una conducta tan osada como la suya.

Así que cambio.

Seungmin no era así, jamás pensó ser así, jamás pensó arreglarse bien el uniforme y prestar atención en clases, había dejado de un lado sus tardes de bandalismo junto a sus amigos para ser un alfa digno Felix, porque Seungmin quería ganarse el corazón de este de la forma correcta.

—¡Vamos Seung! Ni siquiera sabe que existes. —Se quejó Chan quien quería escapar de la escuela solo para visitar a un alfa de una escuela pública de quién se había enamorado.

Seungmin rodó los ojos: —Lo sabrá. —Confirmó. —Además, ese Jeongin es mucho más joven que tú, te un poco de consciencia. —Exclamó burlón mientras las mejillas de su mejor amigo se teñían de rojo.

Seungmin decidió esa misma tarde, con dieciséis años, y los nervios de punta pedirle una cita a Lee Felix, el ladrón de sus suspiros y el dueño de su corazón, sin embargo, cuando se hallaba a tan solo unos pasos de este no pudo continuar, sentía tanto terror que sus músculos se negaron a avanzar, así que no tuvo más remedio que solo seguirlo con la mirada para luego caminar a una distancia moderada y buscar el mejor momento para hablar.

Seungmin jamás había cruzado más de dos palabras con el hermoso omega, y este no era persona de ponerse nervioso o esperar mucho tiempo por algo que quiere, pero ahora mismo sentía su corazón lastimar su pecho con latidos enloquecidos. Deseaba poder hablarle a Felix, poder pedirle una cita y explicarle que había cambiado sus hábitos para ser el mejor alfa para él.

—¿Por qué demonios me sigues? —Seungmin se quedo estático mientras que él omega lo miraba con irritación.

Cálmate, cálmate, puedes hacerlo.

Con manos temblorosas busco en su chaqueta los chocolates que había comprado para él omega, Felix lo seguía mirando con fastidio, Seungmin se apresuró a hablar.

—Y–yo q–quería invitarte...a, a, u–una....u–na. —La maldita palabra no salía de su boca y estaba comenzando a desesperar.

—¿Cita? —Completo el contrario con un tono burlón, Seungmin asintió apenado. —Vaya que eres gracioso, ¿Yo ir en una cita contigo? ¿Con un delincuente? Bah, preferiría quedarme solo por siempre, eres una alimaña a Kim Seungmin, y no sé qué mosca te pico si piensas que podría salir contigo, por favor, ¡Si eres de lo más desagradable! —Su pecho se oprimía en dolor. —Mi padre se encargará de sacarte de aquí.

Seungmin sintió su corazón morir, observó a Felix que solo lo miraba aburrido, las lágrimas amenazaban con escaparse.

—¿D–de qué hablas? —Preguntó sintiendo vergüenza de sí mismo, guardando la caja de chocolates.

—¿Tus pequeños vandalismos en las paredes de la institución? Vamos, ¿creíste que no se darían cuenta? Vaya, eres más torpe de lo que creía.

Felix no dijo nada más y dejó al alfa del orgullo roto en el pasillo, luchando por no llorar, Seungmin se sentía un completo imbécil: había cambiado solo para él, y este no tuvo ni un titubeo en rechazarlo y provocar su expulsión.

Su madre lo matara, cuando vea que lo hayan expulsado y más cuando está estaba tan feliz de que su hijo hubiera conseguido tan buenas notas ya ahora debía ir a un instituto de chicos problemáticos.

Gracias a Lee Felix, el chico que rompió su corazón.