Uno

10.9K 1.1K 920
                                    

Jisung miró su reloj, las manecillas marcaban las cinco de la tarde, hora en la que Minho ya se encontraba de camino al departamento que compartían. Miró sus manos, sus uñas no se veían bien debido a que pasó la mayoría de la tarde mordiéndolas por los nervios, esa mañana, Minho le había escrito diciéndole que debían hablar.

Sabía lo que se avecinaba, el dolor en su pecho no desapareció durante todo el día, su tiempo fue consumido por sus pensamientos en los que ideaba mil respuestas diferentes para hacerlo cambiar de opinión, tratando de convencerse de que funcionaría porque según él, un discurso sobre lo mucho que lo amaba y mil ideas de como mejorar iban a ser suficientes, por lo menos es lo que esperaba con todas sus fuerzas.

Las cinco y quince, el tiempo no se detenía, sus ansias iban en aumento. Se levantó de la cama, arregló su habitación a pesar de que no estaba desordenada, necesitaba algo para distraerse. Se miró en el espejo, lucía un poco cansado porque no pudo dormir bien la noche anterior sabiendo que Minho había preferido irse a la habitación extra, dejándolo solo y con un amargo sentimiento, no quiso seguirlo, sintió que lo iba a molestar, por lo que decidió quedarse en su amplia cama con el deseo de poder dormir para no seguir pensando en eso.

Cuando escuchó la puerta principal abrirse, su corazón empezó a latir aún más rápido, se quedó sentado con sus piernas encogidas, pegadas a su pecho. Los pasos resonaban en todo el departamento, haciéndolo sentir cada vez más nervioso y ansioso, hasta que por fin entró a la habitación, y sin querer, sus ojos brillaron automáticamente con la felicidad de saber que estaba bien, que había llegado sin ningún problema, que podía verlo una vez más, pero en los ojos de su adorado novio no veía lo mismo, solo cansancio y tal vez, tristeza.

ㅡHola, ya estás aquíㅡsonrió el menor, cruzando sus piernas en posición de indio.

ㅡSi... ¿Has estado bien?

ㅡSi, eso creoㅡdijo en voz baja.

El silencio era incómodo, Jisung no tenía silencios incómodos con Minho, pero en ese momento, era realmente insoportable, solo veía como el peligris miraba hacia todos lados menos a él.

ㅡAsí que... ¿Qué te parece si vamos a comer?ㅡsugirió tímidamente, evitando a toda costa lo que fuera que Minho tenía que decirle.

ㅡNo, debemos hablar.

Fracasó.

Jisung asintió lentamente sin quitarle la vista al más alto que había tomado asiento en la orilla de la cama, sin mirarlo.

ㅡMira, seré directo, no tengo la intención de darle tanta vuelta al asuntoㅡhabló Minho, cortando el horrible silencio de la habitación. Puso sus ojos en el menor, dándole una mirada seriaㅡTú y yo no estamos funcionando más, y sé que estás al tanto de esoㅡapartó la mirada, los ojos de Jisung se miraban tristes, cristalizados, y sabía que si seguía viéndolo, podría dudar de su decisión.

ㅡMin, no lo hagas...

ㅡNo podemos pretender que estamos bien cuando no es así, hemos estado juntos por mucho tiempoㅡ

ㅡ¡Detente! ¡No sigas!ㅡlas lágrimas se hicieron presentes, mojando sus mejillas.

ㅡDebemos terminar ahora mismoㅡdijo por fin.

Minho no se detuvo en discursos inútiles para darle más vueltas a la situación, no quiso ni siquiera adornarlo con palabras sutiles para que a Jisung le doliera menos, simplemente fue directo, no quería alargar todo, de esa forma sería más difícil, y aunque no lo demostrara, él también estaba dolido, le dolía aceptar que Jisung ya no era para él.

Jisung hizo puños sus manos, arrugando las sábanas de su cama. No quería eso, escucharlo de la boca del peligris que tanto amaba, era mucho peor que imaginarlo. Su corazón estaba roto, el dolor en su pecho era inmenso, y no era para menos, estaba perdiendo al amor de su vida.

✧꙳𝚆𝚎 𝙲𝚊𝚗 𝚃𝚛𝚢 𝙰𝚐𝚊𝚒𝚗꙳✧ 「𝙼𝙸𝙽𝚂𝚄𝙽𝙶」Where stories live. Discover now