Capítulo VIII

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Al día siguiente Ray estaba esperando a Anna en la entrada para ir al salón, estaba un poco nervioso por lo que Norman dijo, no estuvo satisfecho así que prefirió preguntarle a sus padres.

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Ray cerró la puerta a espaldas de Gilda, Don y Norman, Keyla se estaba despidiendo de los tres, el azabache la cargo y se fue a la sala mientras su madre preparaba la comida.

Em... Mamá, ¿Puedo hacerte una pregunta?

Claro cariño ¿Que necesitas?

Tu... ¿Recuerdas a una Anna?

La pelinegra abrió los ojos algo sorprendida, le dijo que tomará asiento y que dejara a su hermana viendo caricaturas, él mayor hizo caso a las instrucciones pero su hermana no del todo, quería escuchar sobre su hermano así que se quedó en sus piernas mirandolo con un puchero, cosa que hizo que el mayor aceptará.

Entonces ¿Necesitas saber de Anna verdad? Y tu linda ¿Quieres escuchar de tu hermanito no?

Si señora

Ambos respondieron a la vez mientras se acercaban a Isabella.

Cómo explicártelo, Anna es la hija de un amigo de su padre y mío, tu la conociste cuando eras niño, yo la recuerdo como una chica muy dulce, rubia y de ojos azules muy llamativos, además... Cumplían el mismo día

¿El mismo día?

Eso... ¿Los hace como hermanos lejanos?

Ray se puso como un tomate mientras Isabella empezó reír, seguía explicando como fue la relación de Anna y Ray.

Fue uno o dos días después de su cumpleaños que tuvo que ir a Estados Unidos, fuimos a despedirla y, bueno, supongo que recuerdas lo que le dijiste ¿Verdad?

El azabache empezó a reír completamente nervioso mientras miraba a otro lado, Keyla tenía una expresión algo confusa así que quizo disipar dudas.

¿Que le dijo Ray a Anna, mamá?

Qué cuando se encontrará con ella tendrían dos niños

¡M-Mama! ¡No lo digas así de la nada, que vergüenza!

Ambas chicas empezaron a reírse cundo Ray oculto su cara en Keyla, vaya que era vergonzoso y más si su hermana estaba presente.

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Ya pasado las horas de clase Ray estaba con Anna caminando por los pasillos hablando de algún juego de Tomb Raider, tema que le fascinaba a la rubia.

Em... ¿Te parece si vas a mi casa el fin de semana para jugarlo? Tengo uno que aun no inició y quien mejor que tu para probarlo

Claro, amo los juegos, te parece el sab--

¡Anna!

Ambos voltearon a ver de donde estaba venía el grito, apenas Anna vio el origen salió corriendo hacia un pelirrojo que la recibió con una abrazo ante la mirada fija del azabache.

Extrañamente Familiar ❰ RayAnna ❱Where stories live. Discover now