Capítulo 38

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Con lágrimas en los ojos bajó nuevamente y se dirigió hacia la habitación en dónde estaba, trató de acostarse de manera igual como lo había dejado el doctor pero sus manos y cuerpo temblaban por si solas, con la voz entrecortada apretó su audífono e indicó el piso exacto dónde estaban.

Se limpió rápidamente los ojos y esperó hasta que el doctor ingresará.

-Se ve patético.- una voz se hizo presente en la habitación.-

-Al principio me daba miedo pero ahora incluso da risa.

Por la posición del alemán no pudo ver quiénes hablaban pero no bastó ni cinco segundos para que los países se acercarán a él.

-Sabía que Rusia escondía a este fenómeno.

Chile

-Si y lo que más risa me da, es que intenta engañarnos.

El alemán abrió los ojos como platos al ver el audífono siendo arrebatado, de inmediato se sentó en la camilla y miró a los dos países presentes.

-Me quedaré con ésto.- Chile escondió el aparato en uno de sus bolsillos.-

-Iré a avisarle al doctor.- se iba a mover pero fue detenido por el alemán.-

-Pensé que éramos amigos UK.

-¿Ahora soy tu amigo?, Cuando te conviene.

Alemania estaba en shock, las personas que menos esperaba que lo traicionaran lo hicieron.

Mientras UK simplemente se iba, Chile con una sonrisa se acercaba al alemán a tal punto de sentarse en sus piernas.

-Mi padre era tu amigo, ¿cómo pudiste?.

-Exactamente lo era.- tocó el pecho del alemán.- ¿pero sabés? Era tan fácil como tú.

En ese instante cegado por la rabia, Alemania golpeó en el rostro a Chile, éste último solo se rió con burla.

-Me gustas Alemania.

Esa declaración lo confundió aún más.

-Se que correspondes mis sentimientos.- el chileno siguió hablando mientras desabrochaba la camisa del tricolor.- Lo sé por como me miras.

El alemán se iba a defender pero Chile susurró en su oído.- Sí te quedas quieto y en silencio dejaré que los países de allá arriba se vayan, quiero decir, sería egoísta de tu parte que no colabores. Digo, han sufrido bastante.- el chileno solo susurró lo dicho para que las personas detrás de los audífonos no lo escucharán.-

El alemán sin saber que hacer decidió quedarse en silencio. Mientras que el chileno tomaba ventaja de esa situación procedió a lamer el pecho del tricolor.

-Puedes gemir si quieres.- su lengua fue directo al pecho derecho, apretando y dando lamidas al pezón.-

Las personas detrás del audífono solo podían escuchar los besos y el sonido que provocaba la saliva. 

Chile bajó sus lamidas hacia quedar muy cerca de la entrepierna del alemán, deseoso bajó el cierre y procedió a sacar el miembro del tricolor. Emocionado por la vista, se quitó solo sus propias vestimentas, solo el pantalón con el boxer para ser precisos.

Sin preparación alguna el chileno posicionó el miembro de Alemania en su entrada y se autopenetro.

-A-lemania.- gimió.- se siente tan bien, continúa.

En ese entonces el alemán guío sus manos hacia la cintura del chileno para poder quitárselo de encima pero este último aprovechó y comenzó a gritar "Sigue tocandome".

El choque de pieles también era escuchado trás los audífonos y los gemidos del chileno no podían faltar.

Cuando el chileno se corrió en el abdomen del alemán, la puerta fue abierta completamente de un golpe. El ejército que había prometido ONU había llegado para rescatarlo.

El chileno sin piedad alguna fue arrebatado del regazo del otro país y llevado a la fuerza por un policía, el mismo ejército le ofreció una manta al alemán.

Éste se cubrió con ella y de inmediato salió de la habitación, lo principal eran los demás. Y para su felicidad cada país era bajado en una camilla mientras varios enfermeros y doctores de verdad los atendían y le ponían sueros.

En eso vió a su abuelo quién como siempre se mostró fuerte, iba caminando con ayuda de un soldado. ONU y Rusia miraban todo por la puerta principal, felíz se acercó hacia ellos y más aún a Rusia.

-Gracias por todo Rusia.

Pero el nombrado no le respondió.

¿Igual a el? RusGerWhere stories live. Discover now