Día Cuarenta De Encierro.

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"Dedicado a las personas que perdieron la vida por este virus de mierda "

El menor soltó el teléfono al oír aquella noticia que le dejó desconsolado.

Era algo inverosímil, algo que nunca llegó a pensar.

Su madre le acaba de confirmar que su abuelo acababa de fallecer. Por culpa del coronavirus. Por culpa de esa enfermedad de mierda.

Erick comienza a tener pequeños flashbacks de como él era en su infancia acompañado de su abu, jugando y riendo en el patio trasero de su casa. No era justo, no era nada justo que esa enfermedad se lo haya llevado.

De la mejilla del ojiverde se deja caer una pequeña lagrima salada a la vez que se recuesta en el mueble para comenzar a sollozar.

~ ¡¿Por qué permitiste esto!? - miró al cielo para confrontar a la identidades divinas - todavía no era su hora.

Colón recuesta su cabeza en el espaldar del sofá y mira fijamente un punto para luego darse cuenta que Joel lo había estado observando todo este tiempo.

El mayor sin previo aviso, atina a abrazar al pequeño y darle algo reconfortantemente, un tierno y casto beso en la frente.

Algo pequeño, pero significativo.

Estos días el ojiverde no había estado en sí. Desde que su madre empezó diciendo que no veía mejora en su abuelo. Sabía que iba irse, y lo peor de todo es que se iba ir sin poder hacerle nada para honrarlo. Y que solo terminaría siendo quemado.

Porque sí, a los pacientes de COVID19 los quemaban para que así no contagien a más personas. El estado había dictado así y lamentablemente él no podía hacer nada.

~ Er, tranquilo. Todo va a estar bien - el menor se aparta de Joel para luego mirarlo a los ojos con una notoria molestia en ellos.

~ ¿Todo va a estar bien? Joel, si no lo vez ¡Estamos en un puta pandemia! - exclama el chico separándose aun más de Pimentel - Estamos encerrados más de 40 días y nadie más sabe hasta cuando lo vamos a estar. Acabo de perder a mi abuelo, mis padres están lejos, a mis amigos ya no los veo y hace pocos días casi me muero por un resfriado ¡¿Y quieres que piense que "todo va a estar bien"?! - río sarcásticamente mientras volteaba el rostro - supuestamente ¿Qué sacaste tú de bueno?

~ Tenerte a ti, todas las horas del día para mi.

El ojimiel baja la mirada y espera una respuesta del chico que le había robado el corazón hace tanto tiempo. Sin embargo esté atina a callarse y marcharse sin anunciar para poder descansar de todo esto.

Pimentel no lo siguió porque sabía que él necesitaba su espacio para poder pensar con claridad. Después de todo Erick era un adolescente y como tal, el tiempo se encargaría de que recapacite.

Colón sube las escaleras rápidamente y se introduce en el cuarto de Daysi, cierra la puerta con seguro y de inmediato se va a un cajón del ropero para sacar la colección de vinos y cervezas de su padre.

Nunca había tomado en su vida, pero.

~ Ya era hora.

Por su abuelo.

😷

Joel toca una vez más la puerta del cuarto en donde había visto entrar a Erick y no recibe respuesta. Se estaba comenzando a preocupar por el chico, ya que no había oído nada más que lamentos provenientes de él, toda el día, y la verdad le dolía saber aquello.

~ Erick por favor, abre la puerta - toca nuevamente con desespero Pimentel - me preocupas niño.

Joel se recuesta detrás de la puerta y comienza a hablar para que Erick lo logré escuchar. Aunque él no sabía si estaba haciendolo. De todos modos lo iba hacer.

~ ¿Te acuerdas la vez que te dije que nosotros nos conociamos desde pequeños?

El moreno sonríe al recordar aquella vez en que conoció al pequeño de ojos verdes.

~ Yo prometi por mi vida que te cuidaría. Que no dejaría que nada malo te pase y sé que he dejado de hacerlo, pero quiero remediarlo. Quiero, quiero estar contigo Er.

El chico de rulos muerde nuevamente su labio inferior y juega con sus manos. Sabía que aquella confesión de amor había sido una mala idea. Sin embargo ya no podía hacer nada para arreglarlo, las cosas ya estaban hechas.

~ ¿Erick estas ahí? - el ojimiel vuelve a tocar la puerta que, lentamente se abre.

Colón había dejado ingresar al muchacho de rulos. Para luego echarse encima de la cama de su madre con una botella en la mano.

Pimentel siente un gran alivio al ver al mocoso con su cuerpo completa y se sienta a lado de él.

~ Gracias - suelta sin más el mayor - Gracias por dejarme entrar.

Erick rueda de una lado al otro como un puerquito, mientras que veía al ojimiel.

No quería aceptar que le tenia ganas y que estaba pa comerlo todo todito. Sin embargo ya lo había hecho.

~ Sabes niño, yo.... Bueno escuche hablar a mi papá cuando era como tú y él nos decía que las personas no se van completamente de nuestras vidas. Que ellos vuelven cada vez que nosotros tenemos su recuerdo grabado en nuestro corazón. Son como las estrellas del cielo. Y ellos ahora son mis estrellas.

El ojiverde se sienta a mirarlo más de cerca al muchacho porque le había llamado la atención la historia que estaba contando. Y lo último que él había dicho le cuestionó más interés.

~ Perdí a mi papá y mi abuelo en un accidente.

El menor baja la mirada y con dificultad apoya su mano derecha en su hombro para darle fuerza emocional.

~ Lo-Lo-Lo ¡Carajo, el alcohol si estaba fuerte! - Erick sacude su cabeza y mira nuevamente al chico - Losiento, yo no sabía que tú habías pasado tantas cosas malas. Los abuelos y los padres deberían ser eter-eternos.

Joel asiente con su cabeza y sonríe porque Erick, borracho se le hacía más adorable.

Era un pedofilo.

~ Lamentablemente no lo son, por eso añhay que ser siempre buenos con ellos por más molestos que sean.

Erick sonríe mirando a otro lado y en un abrir y cerrar de ojos, no se había dado cuenta que.





















Le acaba de robar un beso a su niñero.

Feliz viernes :'3 nos vemos el lunes :'3

¿Alguien que viva en Perú por aquí?

Gracias por las personas que creen en mi ❤️ vamos para las 500 vistas.

El lunes se viene lo shido

Niñero En Cuarentena ☣️🧡Joerick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora