Látigos

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Auron se despertó cansado le dolía la cabeza, la betas al verlo lo abrazaron, él correspondió llorando, lo checaron de pies a cabeza, le cambiaron de ropa, pues la que tenía estaba mojada, besaron su cara con cariño, sabiendo que él niño de la casa ya se encontraba mejor, sabiendo que todo estaría bien, tomó las manos de las mujeres y las beso con cariño ellas sonrieron, la puerta se abrió de repente, Ali entró con la ropa toda desgarrada, los ojos llorosos, se tumbó en el piso con una sonrisa, Auron corrió y la agarró antes de que callera al piso, ella lloró y lo abrazo, su mente se encontraba mejor al verlo vivo, tenía más por la salud de ese niño que por su propia vida.

La dejaron en el petate, una de las betas la reviso y se espantó, trajeron ropa de otras y la cambiaron, de algunos de los cajones sacaron pomadas, la untaron en sus piernas y pies, en los brazos, con mucho cuidado y un trapo limpio su vagina, que estaba totalmente lastimada, Auron sostenía su cabeza, no era la primera vez que las acompañaba cuando una de ellas se lastimaba, por lo general era Lana quien las curaba, pero como nadie la había visto desde la mañana tenían que hacerlo las otras, Ali sonreía acariciando la cara de Auron.

— la vi, por fin pude verla, pequeño — sonreía llorando

— a quien viste Lia— sonreía tocando su cara y limpiando sus lágrimas

— Ad, ella se me apareció, gracias a ella no se vino dentro de mí, ella salvó mi vida — sonrió viéndolo — es tan hermosa como Min la cuenta, ella existe estoy segura, ella nos ama — tomó las manos de las otra — hermanas Ad, me salvó, ella nos salvará estoy segura que cuando llegue el momento ella nos bendecirá

Las betas sonrieron y sé abrazaron, Auron también sonrió y le habló a su diosa, esperando que escuchara sus peticiones, aunque fuera un alfa esperaba que ella también lo ayudará , le pido por su madre y por aquel omega que estaba en esa casa, le pidió que lo guiara y le diera la sabiduría de ella, que iluminara el camino que estaba por recorrer los dos, pidió que no lo apartaran de su lado.

La lluvia paró las betas se empezaron a ir de la casa, Solo quedaron unas cuantas para ver el estado de los dos, Auron les platico lo que sintió en ese momento, les contó que tuvo que hacer para calmarse, por eso había terminado lesionado, ellas empezaron a discutir en qué hacer cuando eso llegara a pasar otra vez, Auron solo se reía con las ideas que decían, fue un momento de paz, donde pudieron respirar y solo ser mujeres y un niño platicando, haciendo cualquier cosa para hacer reír a los enfermos, el niño las abrazo llorando, ellas lo recibieron, pero la felicidad en su mundo no dura para siempre y fue un grito ahogado que rompió la burbuja en la que se habían encerrado.

Auron salió corriendo, vio a la multitud, intentó mirar pero era muy pequeño, se metió en medio de todos asta llegar al principio, cuando llegó sus ojos brillaban de amarillo al ver a quien torturaban, los betas le taponaron lo ojos e intentaron alejarse, pero el niño no quería, escuchaba los gritos ahogados más quería ver, se abrazo a uno de los betas impaciente, escuchó otro y miró con sus ojos normales, Min estaba sonriendo mientras tomaba aire.

— ¡Min! — le gritó desde su lugar desesperado — paren, ¡suéltalo! — sus ojos conectados con los de Min y empezó a llorar — ¡papá! — Los betas se contuvieron las lágrimas al escuchar lo gritos del niño — suéltenlo se los suplico — lloraba en su lugar — yo puedo tomar el castigo, denmelo a mi, pero dejen de pegarle por favor, Papá

— ¡Llévenselo de aquí! — gritó Min con lo que pudo, pero recibió una patada en la cara, jalaron su cabeza hacia atrás, lo miró al alfa y Min sonrió, le escupió el la cara y Min en el zapato — púdrete — le enterró un cuchillo en su hombro

— no esperen... ¡Papá! — lloraba en el hombro de uno de los betas que se lo llevaba cargando — hay que salvarlo, no pueden, él no hace nada, él hace todo bien, yo si me lo merezco él no, él no merece eso.

CADENASWhere stories live. Discover now