𝗬𝗠 ─︎─︎ ❝ En el mundo había muchos cambiaformas de cualquier especie separándose en Omegas, betas y Alfas.
Jimin era un cambia formas de pollito, muy curioso, valiente y tierno; Esa curiosidad lo lleva a encontrarse con un Alfa misterioso.
Yoongi...
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Aunque Jimin le había dicho que lo dejará solo, él no podía. Por eso se encontraba trotando hacia la casa del omega con un ligero olor a preocupación.
Solo faltaba un par de pasos y llegaba a la casa de Jimin, el cuál estaba en su cama llorando abrazado al peluche de pollito que le había regalado Yoongi.
— Ojalá me haga caso... — susurró Yoongi antes de tocar el timbre del hogar del omega.
El sonido del timbre logró llegar a los oídos de Jimin quién sólo lloró más fuerte y apretó más fuerte al peluche contra su pecho con más tristeza.
— ¡Jimin por favor déjame entrar!
El mencionado solo negó y las palabras crueles de hyu-he volvieron a resonar en su mente y sí se podía lloró aún peor, sus sentimientos eran frágiles como una rosa.
"—Jimin, por favor, ¡déjame ir con Yoongi. Por favor, déjame salir!—" pidió su pollito aleteando con un poco de desesperación.
Por otro lado, Yoongi sentía que perdía las fuerzas debido a qué su león peleaba con él para tomar el control de su cuerpo pero no lo permitiría aunque estuviera sufriendo mareos y dolores de cabeza fuertes.
— Por favor, Jimin... ¡Te lo ruego, ábreme! — pidió Yoongi masajeandose el pecho para tratar de calmar a su león pero eso solo lograba molestar más.
"—¡Ve abrirle!—"pidió desesperado el pollito sentía que su alfa se estaba debilitando con el pasar de los segundos. "—No, s-se burlara de mí como lo hizo hyu-he... —" murmuró con un pequeño dolor en el pecho al imaginarse la escena.
"—Jimin, solo ábrele, no te tratará como tú lo imaginas, ¡él no es así!"— exclamó el pollito ya completamente desesperado sentía a Yoongi casi perdiendo toda su fuerza.
— Jimin, perdón, perdón... — susurró Yoongi con una mueca de dolor en su cara y no era para menos, su león estaba muy enojado y no podía competir de esa manera con él.
Antes de caer en la inconsiencia su vista logró captar a Jimin abriendo la puerta con los ojitos rojitos y sus mejillas de igual manera.
— ¡Hyung!
Jimin sostuvo el cuerpo del alfa antes de que cayera al suelo y se diera un santo madrazo con el suelo.
El omega con un poco de esfuerzo llevó a Yoongi dentro de su hogar y lo recostó en el sofá boca arriba. — Creo que me rompí la espalda... — susurró enderezándose y con cuidado observó los detalles en la cara del pálido.
