❝ Look at the mirror ❞ TaeKook

『Cap. 4』

Igual que en mi último sueño, un color negro infinito me rodeaba. Tampoco sé dónde me encuentro, pero en definitivo esto no es mi casa. Y no veo a Coffee en ninguna parte, ni se escucha un ronroneo o maullo de parte de él. Nunca me imaginé que a esto podría conllevar tener un gato; aruñones, objetos rotos y tener que entrar a espejos extraños que te traen a un lugar más extraño que el propio espejo.

Pensaría en volver, pero ya volteé y no hay rastro de por dónde entre o algún otro espejo para salir de aquí. Además, tengo que encontrar a Coffee, no puedo volver sin él.

Solo me queda seguir caminando a ver si encuentro algo además de solamente color negro para donde se me ocurra dirigir la mirada. No hay sonido alguno, ni mis pasos generan sonido. Esto está demasiado extraño, ni se pasaba por mi cabeza que este espejo me llevaría a esto.

Que yo me acuerde algo sobre este espejo es que cuando estaba en la casa donde vivía de niño con mis padres no era así, era un simple espejo puesto en la pared. Estaba en la entrada, cada persona que entrará se vería reflejado en él. Pienso que su función en aquel sitio era para que cuando alguien tuviera que salir de casa se pudiera dar una última ojeada antes de partir fuera de casa a obedecer alguna obligación o simplemente pasear a donde les lleve el viento. La verdad yo solo lo usaba cuando salía a la escuela, me reflejaba allí y revisaba si mi uniforme estaba bien puesto.

Ni para decir que esto es una repetición de mi sueño porque no se escucha ni la voz pidiendo auxilio, y tampoco encuentro la carta. Solo el lugar (aunque no creo que esto se podría considerar un lugar) es igual.

Sigo caminando, creo que ya llevo más de media hora dentro caminando que es lo único que podía hacer. De pronto se me ocurre algo, mi cerebro por fin se iluminó, se sintió como una bombilla encendiéndose encima de mi cabeza. Saco mi celular con la intención de llamarle a Hoseok y enviarle un mensaje a los demás (o sea todas las personas que trabajan en la casa. A mis padres no, no quiero preocuparles), pero mis planes se vieron arruinados al ver que no había señal ni Wifi. Esto debe ser una broma, una broma de muy mal gusto. O un sueño, y que mejor verificar su es uno con un pellizco. Pongo mi mano en el antebrazo que no tiene el aruñón y doy un pellizco lo más duro que pude, por unos milisegundos no sentí nada, pero luego se dio a conocer aquel dolor que yo mismo me ocasioné. Definitivo esto no es un sueño.

Vuelvo a ver mi celular mientras camino al mismo tiempo; revise los chats, las llamadas, los correos y demás redes sociales, pero me percató de una cosa al estar en la pantalla principal. El reloj sigue avanzando, el tiempo que pasó aquí también se ve reflejado fuera del espejo. O sea, si estoy aquí, allá no me van a encontrar y puede que si no aparezco me declaren desaparecido y abran una investigación, y, y... Demasiadas cosas se me ocurren, eso en caso si se preocupan o se acuerdan de mí y si no, pues puede que solo se olviden de mi creo. Aunque no creo lo segundo posible, es más probable lo primero así que a encontrar a Coffee rápido (donde sea que esté) y salir de aquí también. Dos objetivos establecidos para cumplir en el menor lapso de tiempo posible, bueno pues si es posible salir y si Coffee aparece o lo encuentro. Espero que no le haya pasado nada malo, o... Muerto. ¡No Jungkook, no pienses en eso! ¡El poco tiempo que tienes con Coffee y te importa, es tu mascota y no puedes pensar que está muerto!

Ahora si estoy preocupado en demasía, guardo el celular en el bolsillo de mi pantalón y paso de caminar a correr en este lugar infinito color negro que me rodea. Solo no me había fijado de una cosa: la batería del celular.

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Perdí la cuenta de cuánto tiempo lleva a corriendo, pero lo único que me acuerdo es que me desplomé por el cansancio, pero no perdí la conciencia, solamente quedé inmóvil en el lugar. No cerré los ojos, no me movía, no podía hacer nada. Definitivamente no hacer nada y de un día a otro correr kilómetros si hace daño, mi cuerpo no se acostumbró al cambio de rutina tan repentino y solamente deje de moverme. El golpe con el suelo si dolió, confirmando de nuevo que no estaba en un sueño. Estaba en la realidad, pero una realidad completamente desligada al mundo real a menos del tiempo que seguía siendo el mismo en el lugar tal como afuera. No recurría ni más lento ni más rápido, iba completamente igual.