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Ya había pasado dos meses desde mi llegada, había sido difícil dejar todo, mis amigos, mi vida, mis abuelos. Los primeros días fueron problemáticos, Jisung y yo somos más diferentes de lo que creíamos, no parecíamos para nada mellizos. Me había decidido venir a corea por él, para que no estuviera solo mientras nuestro padre estaba en Australia resolviendo los problemas económicos, además también había decidido venir por ese chico que había conocido en el verano, estaba ilusionado, creí que lo nuestro podría ser si estaba aquí, pero todo se desmorono al ver que la única persona quien me había gustado estaba emparejada con mi hermano mayor. Nunca imagine que el destino fuera tan cruel, ahora tengo que olvidarlo, pero no puedo negar que es desgarrador verlos a ambos muy cariñosos todo el tiempo, además de soportar verlos besarse inclusive en la casa.

Ahí estaban ahora comiéndose a besos y caricias, mientras yo acá en la cocina con un periódico buscando empleo mientras comía algunas papas fritas, me coloco los auriculares para escuchar algo de música, iba destacando los empleos que posiblemente podría postular, tenía bastante experiencia en distintos trabajos. Mientras seguía revisando siento unas manos por debajo de mi camiseta, acariciando mi piel, volteo el rostro y me encuentro a Minho tras de mí.

- ¿Qué haces cariño? – frunzo el ceño, no entendía su acto

- ¿Qué crees que estas asiendo? Mi hermano está en la sala – intento quitar sus manos, pero solo consigo que me aprisionara más a él.

-Quiero follarte cariño – siento su erección – tú también lo quieres cariño, quieres que este dentro de ti – siento una de sus manos sobre uno de mis pezones y la otra bajar y adentrarse dentro de mi ropa, tomando en su mano mi miembro, comenzando a masturbarme.

-De... de ten... te Minho – llevo mis manos sobre las suyas, queriendo detenerlo – Basta... Ji...sung

-Tranquilo, él está dormido – me susurro cerca de mi oído para luego morderme el lóbulo de la oreja, me encendía que hiciera eso.

Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero él podía conmigo, mi cuerpo lo reconocía y reaccionaba de inmediato, apoyo mis manos sobre el mesón, siento sus besos sobre mi cuello, lo veo llevar ambas manos bajándome el pantalón de pijama, sonreía al ver que no llevaba nada más, hace que abra mis piernas, dejando recostado mi torso sobre el mesón, volvía a masturbarme, moviendo rápidamente, jugueteaba con la punta, le encantaba torturarme, lo veo bajar un poco, me sorprendo al verlo y sentirlo, tenía su lengua en mi entrada, se hundía dentro de mí, lo sentía succionar, empuñaba mis manos, apretaba con fuerza mis labios, no quería dejar escapar mis gemidos, no quería que hyung nos encontrara en esta situación, arqueaba mi espalda, ya no resistiría, de pronto se detuvo, me sentía frustrado, volteo a verlo, él se estaba bajando los pantalones y bóxer, su miembro estaba duro.

-Esto no durara mucho cariño lamentablemente, no debes gritar, no queremos que se despierte – me besa en los labios, asiéndome abrir la boca con su lengua, me encantaba la forma en cómo me besaba, tan ardiente y apasionado, como si me necesitara, lo siento posicionarse entre mis piernas, acariciaba mi trasero, cuando lo siento entrar dentro de mí lo detengo.

-Minho – me era difícil hablar – pon...té con... don – no quería hacerlo así ahora, al menos debíamos prevenir.

-Felix... eres mío cariño

Cuando pensaba reprocharle este me penetra de una sola estocada, tuve que sujetarme del mesón, comenzaba a embestirme, no me daba tiempo de acostumbrarme a él, me dolía pero a la vez me excitaba, me sujetaba de las caderas con firmeza, embistiéndome tan duro, que apenas podía mantenerme en pie, estaba recostado sobre el mesón, escuchaba las embestidas, eran salvajes, oía la voz de Minho gemir y maldecir, por otro lado yo estaba igual, no me había quedado de otra que tomar un paño que estaba a mi alcance y colocarlo en mi boca, no podía dejar que hyung llegara ante mis gemidos y encontrarnos en ese estado. No sé por cuanto tiempo estuvimos así, él entrando y saliendo de mí, dándome estocadas tan profundas que creía que me correría, pero sabia cuando detenerse para que eso no ocurriera, ya no podía más, sentía que estaba llegando al clímax, pero no era el único, siento unas fuertes estocadas cuando luego dentro de mi siento un calor llenarme, Minho suelta un gruñido gutural, se estaba corriendo dentro, a la vez que también comenzaba a correrme, lo siento salir de mi interior para luego voltearme, se queda viendo mi miembro despojando mis fluidos, él se arrodilla para luego tomar mi miembro, estaba lamiéndolos, succionándolo, quería dejarme seco, su maldita costumbre desde que lo conozco.

¡ÉL o YO!  (Minlix - Minsung - Jinlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora