Genmui zone | 鬼靄; 🎐

꒰◌; 3 Cerezo dorado🎑

. . . . . ┊⿻ [Capitulo 2]

. . . . . ┊⿻[One shots con varias partes ]

. . . . . ┊⿻ [Fluff/ slice of life ]

. . . . . ┊⿻ [Muichiro Kitsune/ yokai AU]

Ya eran dos semanas y el mínimo movimiento que hacía el kitsune era ladearse de lado a lado en el futón. Las esperanzas de que despertase, aunque no fuesen nulas, iban desapareciendo poco a poco, su fiebre bajaba pero su sueño interminable no daba matices de querer cesar.

El frío empezaba a amenazar con calma, el tiempo en aquellos sitios era imprevisible y repentino, podría venir una ventisca en cualquier momento y arrasar las paredes mohosas que les tapaban en un instante. Tuvo que pausar su trabajado de cuidados intensivos para reforzar los muros debilitados de la casa, si por algún caso se cayesen los soportes sobre alguno de ellos, el estaría bien, pero el cuerpo enfermizo del otro podría tener consecuencias.

Estaba preparando un té verde en las minúscula cocina, rociando las especias en el agua hirviendo y doblando una servilleta de papel grueso bajo la pequeña taza de patrones verdes. Nunca le había gustado ese tipo de bebidas calientes, pero por alguna extraña, o no tanto debido a las circunstancia— razón, necesitaba algo que relajase sus músculos contraídos y huesos tensos. El café también solía ser una de sus opciones, no era necesario, porque el menor nunca se movía de su cuarto donde ambos dormían, pero prefería pasar un rato despierto vigilando su estado o preparando sus medicinas. 

Sus poco desarrollados oídos escucharon el crujido de los tablones de madera al ser pisados. ¿Le intentaban robar?, había soñado demasiado fuerte, un ladrón, debería si quiere conseguir algo, ser más sigiloso, aunque por muy ágil que fueses, el material del que estaba hecha la casa no era de la mejor calidad, mas bien por su antigüedad. En ese momento Muichiro se le vino a la cabeza, si alguien se enteraba que estaba allí se metería en problemas, y con el poder interior que tienen, si fuese asesinado, su Magia sería expulsada, razón por la qué ,gente con deficiencia de neuronas, podría desear su fallecimiento cuñado estuviese en su edad de máxima cumbre.

Por defensa personal, o a modo de proteger al contrario si fuese necesario, agarró un cuchillo del primer cajón que tenia a mano, y, con el corazón latiendo con rapidez incómoda, siguió el sonido de los parsimoniosos pasos. 

Se asomó al salón principal y sala más grande de la casa, suspiró, intentado calmarse al ver que sus manos no podían sujetar con firmeza el utensilio debido al pánico. Sin poder esperar más, miró al interior en un esfuerzo de mantener los párpados separados.

Unos ojos nublados se posaron en el, tomos amarillos yacían el el fondo y un celeste claro flotaba en el orilla, boca abierta formando una u minúscula y cuerpo encorvado bajo su manto de cabello azabache, que le tapaba toda su parte posterior y parte de la superior. Sus manos sujetaban con una delicadeza inhumana un tierno melocotón rosado, proveniente del árbol que entraba desde los jardines por la ventana del lugar.