Capítulo: Once

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YoonGi acariciaba su espalda, y escuchaba su respiración calmada. Quizás ya estaba por quedarse dormido.

Suspiró por quinta vez, deseaba dormirse en serio, pero no podía. Se sentía nervioso y ansioso.
Respiró hondo para calmarse y con lentitud levantó su rostro para ver a YoonGi.

- ¿No puedes dormir?- escuchó al mayor preguntarle. JiMin se sonrojó y negó levemente. Estaba haciendo que YoonGi pasara en vela una noche donde podría descansar.

- Creo que solo estoy pensando demasiado...- dijo con voz triste y apagada. No le gustaba cuando sus pensamientos se apoderaban de él y le hacían pensar como loco.

En casa de sus padres eso pasaba con frecuencia, a cada instante había algo que lo perturbaba. Desde la siguiente clase a tomar o la foma en la que llegaría a ser tratado por quien lo comprara.
Toda su vida se basaba en miedos que lo devoraban desde adentro.
Cada uno de sus pensamientos lo torturaban, cuando JoHyung murió todo se volvió peor para él.
JiMin se había vuelto una pieza, un objeto que debía ser expuesto en una subasta a quien diera mas. Las últimas semanas su madre y padre recibían a cada uno de los hombres que llegaban para pedir su mano, sin embargo sus padres aludían que no tenían suficiente dinero para mantenerlo, ya que mentían referente a su conducta.
JiMin era simple y sencillo, no gustaba de vinos con frecuencia, tampoco gastaba exageradamente al momento de comprar las telas para sus trajes, y mucho menos usaba extravagantes joyas. Ese no era la clase de doncel que quería ser. Muchos tenían suerte y encontraban a buenos hombres, pero otros no... otros perecían a manos de quienes lo compraban.

Lo recuerda... perfectamente.
Cuando InSik llegó a la casa de sus padres, se lo presentaron y de inmediato su madre mandó a que le pusieran todo tipo de joyas y el traje mas costoso y mejor hecho de todos. JiMin no quería pero su madre le envió una mirada de advertencia, era hacerle caso o dejar que lo golpeara. Ya no quería mas golpes.

JiMin lo hizo. Se vistió y arregló como su madre quería, la cena transcurrió con su madre hablando de las cosas que JiMin supuestamente necesitaría y todo lo que conllevaba casarse con él. JiMin se mantuvo en silencio, sin mirar a nadie y al parecer al tener esa actitud sus padres e InSik quedaron encantandos. Eso, aludía los modales que tendrían que tener todos los donceles. No tenían voz ni voto para nada.

Sintió un beso de YoonGi en su frente.

- Creo que debes dejar ir el pasado...- le susurró y las caricias en su espalda se volvieron un consuelo. Abrazó a YoonGi con un poco de fuerza, a pesar de que llevaba varias semanas seguro y siendo libre, a veces todavía le asustaba que todo fuera un sueño.- Si sigues pensando en todo lo que ha sucedido, no tendrás mucho tiempo para mirar mas allá... hay mucho que debes intentar y yo deseo que vivas JiMin... que disfrutes y puedas hacer lo que te gusta...

JiMin le sonrió y decidido, besó la mejilla de YoonGi.

YoonGi se sorprendió un poco por la acción de JiMin, no esperaba que el menor tuviera ese gesto con él. Sabía que era el primer hombre en mostrarle afecto o cariño, que el menor había sido encerrado desde muy joven y su primer contacto con alguien desconocido fue él. Pero, había algo que atemorizaba el corazón de YoonGi. JiMin quizás solo estaba confundido... solo lo veía como un salvador. Nada más...

Pero, en ese momento, quiso, realmente anheló ser algo mas para JiMin, no solo un simple hombre que decidió ayudarlo. No. Quería ser el hombre con el que pudiera contar. Recuerda haberle mirado, inocencia y anhelo brillando en esas orbes castañas, a lo lejos, sus ojos brillaban con el color de la tarde. Hermoso, en todo sentido.

- ¿YoonGi?- preguntó JiMin, algo sorprendido ante el pulso acelerado del mayor. Podía escucharlo.

- Te quiero JiMin...- respondió YoonGi, sabiendo que en la oscuridad dentro de la habitación, podía culpar a su poca visibilidad...
Se acercó un poco, tanteando y besó a JiMin de manera fugaz.

Un pequeño roce de labios que sonrojaron al menor. Nunca se imaginó que YoonGi llegaría a corresponder sus sentimientos de esa manera. YoonGi no solo había sido quien le había ayudado, sino que también era la persona en la que mas confiaba.
No importaba que algunas personas de la aldea lo trataran bien y fueran amables con él, para JiMin, YoonGi siempre sería su primera elección ante todo.

Porque sabía, y creía fielmente, que el pelinegro siempre haría lo correcto y no lo decepcionaría...
Confiaba en él, y sea cual fuese la circunstancia, YoonGi lo protegería...

De eso estaba más que seguro.

🌿

YoonGi llevaba explorando con HoSeok los alrededores, cerca de donde JiMin y TaeMin vivían.
Al parecer habían dejado de buscarlos, para no hacerlo tan sospechoso, llevaban un cargamento de telas, las comercializaban y pasaban desapercibidos ante la gran multitud que se aglomeraba en las plazas.

Escuchaban los rumores.
Al parecer a la gente de esa villa le gustaba hablar de los donceles como si fueran objetos desechables.
Por eso YoonGi no había permitido ningun tipo de intercambio con ellos, pues detestaba esa forma de pensar...

Y porque siempre le recordaba su infancia y parte de su adolescencia.

De niño entendía muy poco. Lo único que sabía era que su papi Menie, como había acostumbrado a llamarle, siempre tenía golpes feos. Una noche donde no podía dormir y arriesgandose a que su padre lo golpeara salió de su habitación en busca de su papá rubio. Abrazaba su manta favorita y observó a TaeHyung dormir tranquilo.

Al llegar a la planta baja observó como su padre lastimaba a papi Menie y los abuelos no hacían nada para defenderlo. Para un niño de ocho años era una escena dificil de comprender y muy dolorosa.
Se quedó viemdo todo lo que ese hombre le hacía a su papá, ni siquiera puede llamarlo padre. Siente asco al llamarlo de esa manera.

YoonGi recuerda que después de esa noche no permitía que sus abuelos se le acercaran, los odiaba, y cuando fue un joven, supo que el único modo de proteger a su papá era huyendo... ojalá hubiera existido algo que le hiciera tomar esa decisión antes...

Por eso repudía a todas esas personas...
Y pensó en JiMin... ¿qué hubiese pasado si esa noche no hubiera salido decidido a llevarlo con él?

**********
Feliz día para ustedes.
Yo tuve la oportunidad de ver a mis amigos y me alegra mucho pasar unos minutos con ellos.
Espero que ustedes hayan tenido un bonito día...

Sonrían...

Y cuídense mucho, ánimo en sus clases... yo inicio mañana...

Nos leemos...

Yk...

Set Me FreeWhere stories live. Discover now