Capitulo 3

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Cabellera castaña...

Había regresado a la habitación, algo incómoda debido a lo que había pasado hace unos momentos. No comprendió como Will había pasado de una forma seria al verla, que una adorable cuando su novio llegó.

Arrimo las cobijas y se adentró a su cama. Mirando a los lados. Sin comprender bien cómo enfrentar al novio de la persona que aún le gustaba.

Se aterro cuando la puerta se abrió y observo al mismo William entrar con cuidado.

---Descansa, no olvides colocarte la pijama.

---Si si, tu ve a dormir también. No quiero que te estés durmiendo mañana. ---Una risa.

Escuchó los chasquidos de besos. Y después el ruido de la puerta cerrándose. Obteniendo una imagen de Byers, con una sonrisa en su rostro.

---No es bueno soñar despierto.

---Bueno, no estoy soñando. Está pasando. ---Su voz cambio. De nuevo.

Quitándose la ropa con calma y tomando una camisa ligera de la maleta para tomar una toalla y mirarlo.

---Tú tienes un problema. Y no es conmigo.

Jane frunció el ceño, le estaba colmando la paciencia el tan solo verlo. No soportaba tener esa mirada llena de reto del novio de su ex. Solo era un problema.

--- ¿Tienes algún problema conmigo? ---Lo siguió hasta el sanitario.

Will lavaba su rostro de forma suave. Negando para secar su piel con la toalla y reír bajo.

---Oye, dime. ¿Mike era así de atractivo hace cinco años?

La pregunta la confundió, retrocediendo cuando William pareció intentar avanzar. Haciéndose a un lado para dejar que el más pequeño se subiera a la cama.

---No sé de qué hablas.

---Por favor, sabes a la perfección de que habló. ---Una risa pequeña. --- ¿Que? ¿Ahora es más apuesto y por eso no dejas de mirarlo?

---Si te refieres a su físico, Michael era así desde antes. ---Jane se acercó a la cama.

Con sus manos hechas puños y el malestar intacto en su estómago. Quería ir corriendo hacia la habitación en la que se encontraba su ex y demostrarle lo hipócrita que era su novio, quizá así Mike seria suyo, una vez más.

--- William, ¿Cómo puedes hacer eso? ¿Cómo puedes ser tan hipócrita con las personas? ---Estaba enfadada.

Era diferente cuando estaba con sus familiares, un angelito muy bien portado. Mientras que con ella parecía todo lo contrario.

--- ¿Hipócrita? ---Una sonrisa que curvo los labios. ---No Hopper, no te equivoques. Con la única persona que soy así es contigo. Te conozco mas de lo crees y se que no tienes derecho a un trato especial.

--- ¿Quién te crees o qué? ---Se puso a la defensiva.

---Hey tranquila niña ---Se rio, dejando al lado la toalla y cubriéndose con cuidado. ---Ya es de noche. Hay que dormir ¿No crees? 


---Descansa Jane. Lo necesitas más que yo.

...

Un aroma, uno distinto al resto la hizo despertar. Fruncir el ceño y asustarse cuando pudo enfocar su vista a una persona en particular, Wheleer estaba en la puerta con una caja en sus manos mirándola dormir.

---Está listo el desayuno, deberías levantarte. ---Le anuncio.

Se sintió cohibida, se cubrió casi por completo. Era incómodo que tu ex te viera mientras duermes, sabiendo que estas toda desaliñada.

Se asomó solo un poquito, abriendo sus ojos en impresión cuando noto como William, con su cabello revuelto y húmedo con las señales de apenas haberse tomado una ducha, conseguía sonrisas del mayor.

Lo vio abrir la caja de sus manos y agacharse frente a la cama.

--- Mira hacia el frente ---Frunció el ceño.

Por primera vez pudo notar como Mike se encargaba de cepillar su cabello. Pasaba con suma suavidad aquel pequeño cepillo sobre la, ya casi, seca cabellera, mientras le susurraba algunas palabras.

Se sintió ofendida, muchas veces a lo largo de su noviazgo le había pedido que la ayudara a arreglarse, que tan siquiera diera su opinión en su vestir. Pero no, se había negado siempre.

Y ahora, el mismo hombre estaba peinando los cabellos de su actual novio.

--- Ahora acuéstate. ---Parpadeo confundido. --- ¿Algún sueño raro hoy?

---No. Estoy bien.

---De acuerdo. ---Cosas que Jane no entendió. ---Levanta tu cabeza cariño.

Se sentó debajo de la cabeza del castaño. Mientras daba los últimos retoques a los perfectos cabellos castaños y conseguía pequeñas risas de su pareja.

Jane tuvo que retener sus emociones, esperar a que Mike saliera. Los minutos llenos de risas, a veces chasquidos de besos. Tal vez fue lo que le molesto más.

Suspiró feliz cuando tuvo la oportunidad de ducharse rápido, vestirse casi corriendo con algo que estaba segura que llamaría la atención. De ese modo salió deteniéndose enfrente de su ex.

Mike Wheleer estaba ahí, adelante. Con un pantalón de mezclilla azul y una sudadera negra. Su cabello oscuro y brilloso llamando su atención.

---Mike. ---Pronuncio las palabras.

---Oí de Lucas que dejaste de estudiar. ---Se tensó.

Eso era un problema aparte.

--- ¿Vas a reclamarme?

---No, solo quería decirte que debes pensar bien en tu futuro. Ver lo que puedes perder si dejas ir la oportunidad. ---Alzo los hombros.

--- ¿Te preocupas por mi ahora? ---Quiso reír, sin embargo Mike parecía tranquilo. Como si no hubiera nada malo en sus palabras.

--- Max está preocupada por ti y yo también creo que estas tomando una decisión incorrecta, pero, si tú no entiendes eso está bien. Al menos lo intenté. ---Las últimas palabras para girarse y empezar a caminar.

Jane vio una oportunidad, y no dudó en correr y tomarlo del brazo. Logrando que al menos parase y se volteara confundido.

--- Mike yo... lo siento.

--- ¿Por?, es tu problema no tomar enserio mis palabras.

Jane negó, quería ganárselo de buena forma. Tal vez ir más allá con él, y volver a cómo eran.

---No me refiero a eso.

Se acercó, Wheleer pareció intentar descifrar lo que trataba de decirle. Sin embargo Jane se acercó, lo suficiente para dejar un roce de labios.

---No. ---Un empujón. ---No vuelvas hacer eso.

Se veía enojado, demasiado para poder hablarle.

Retrocedió un poco. Se supone que quería otra reacción, no esa.

---No me malinterpretes, me preocupó por tu futuro. No por ti en específico. ---Su voz grave y fuerte. ---No te me acerques, tengo novio y estoy muy feliz con él como para dejar que tú lo arruines,

Un momento donde lo vio alejarse, quedándose sola. Soltando un suspiro ante su plan que había fallado. Mike Wheleer parecía ser diferente, pero sabía que si se enfrentaba a William tal vez sería más justo.

Tuve sueños, en los que tú aparecías. 

De pronto un Ángel me enamoró y él se adueñó de ellos.

A new loveWhere stories live. Discover now