Follamigos - ♯݊hyunho/hyunknow

Capítul⊕ 5.-

[Torre]

Todos habían llegado minutos después de que la competencia empezara, para variar quien debía dar inicio a esta era uno de ellos.

Al ver al menor de todos allí parado junto a los otros "superdotados" de cada edificio, pues sí, él era el representante de entre todos ellos.

—El marcador va muy ajustado, ¿quién creen que ganará? —alzó la voz por el micrófono y por defecto por los altavoces, pronto se oyeron varios alaridos del público gritando por su favorito.

—¿Por qué vinimos?

—No tengo idea, ya sabemos quien ganará —dijo un Changbin cansado de estar allí.

—Pues tu sabrás, porque yo no tengo no una idea —ríe Chan.

Pero Minho solo estaba allí por su más pequeña ficha, su torre. Aun estando lejos podría distinguir que era lo que pensaba, pues los últimos días ya no se la pasaba junto a ellos.

Suspiró ahora viendo hacia abajo, donde los competidores seguían nadando, en total eran cinco vueltas, iban por la cuarta.

No sabía por qué estaba allí si ya sabía el resultado de ello, peor tenía una ligera esperanza en que el equipo de natación y su líder pudieran llegar primero a tocar la pared de marfil.

Pero sus esperanzas cayeron al ver al líder parar por un calambre, al parecer a mitad del lugar.

Todos los estudiantes gritaban por ello, pero todos los de guantes parecían gritar de felicidad en cuanto Hyunjin se acercó a la meta, y terminó cuando se colocó a espaldas del muro, suspirando una y otra vez en busca de aire.

El equipo de natación había ido a auxilio de su capitán, Yukhei parecía tener una mueca, ya no por el dolor sino por la reciente pérdida.

Todos estaban estupefactos, su líder nunca les había fallado, ahora dudaban sobre elegir o no al nuevo estudiante, tal vez habría sido solo suerte.

Varios murmullos empezaron a sonar.

—Como ya vieron, Hwang Hyunjin es el ganador, recuerden dejar todas sus envolturas en los respectivos tachos, su sitio impecable y como siempre, paguen sus apuestas.

—¿Y Minho? —preguntó Felix, observando el sitio del nombrado, todos se encogieron de hombros.

—Siempre se va por allí, déjalo —dijo Seungmin entre risas, yendo sorpresivamente hasta el cubículo de apuestas a un costado del estadio.

Minho no estaba mucho más lejos, entre el despiste de sus compañeros el decidió caminar entre los pasillos subterráneos para llegar hasta los vestidores, donde suponía debía haber una pelea, y quería escuchar la razón.

—Creí que aquella bebida era amistosa... —empezó a escuchar, sus pasos se volvieron más silenciosos, ya cerca se apoyó sobre uno de los muros.

—Y lo era.

—Estoy seguro que tenía algo, ¡nunca le hubiera dado un calambre! —finalmente se oyó un gran estruendo, decidió actuar adentrándose.

—Saben que las peleas no están permitidas, chicos del club, sé sobre su pérdida —le dió la espalda a Hyunjin, quién se había quedado pegado al casillero por aquel empujón—. Pero se puede solucionar de otras formas, están en el vestidor del edificio azul, vayan al que les corresponde.