|| 𝓒𝓪𝓹. ⁴⁴ || [REESCRITO]

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"Recaída."

|| 𝓟𝓸𝓿 𝓐𝓵𝓮𝔁𝓪𝓷𝓭𝓮𝓻 ||

Me quedo como un idiota observando la puerta por la que acaba de irse, acabo de perder al amor de mi vida.

Niego con mi cabeza repetidas veces, Sveia aún me sostiene por los hombros.

-Debo ir a buscarla... -pienso en voz alta y voy hacia la chica que entrega los billetes de avión.

-No puedes hacerlo -Sveia me jala hacia atrás.

-¡Se fue, Sveia! -exclamo con lágrimas-. No puedo perderla, tengo que viajar -ella me abofetea.

-No voy a permitir que viajes detrás de ella -habla con firmeza-. Está herida, necesita alejarse -yo paso saliva de forma dura.

-Yo también estoy mal, Sveia -observo directamente sus ojos-. No quiero dejarla, no puedo estar sin ella... -mi voz se quiebra.

-La lastimaste, Alexander -señala y yo niego-. ¿Cómo que no?

-Yo nunca la he engañado, ni siquiera con el pensamiento -hablo entre dientes-. La fotografía con Alessia es vieja, antes de haber conocido a Lucy. Y lo del beso, la chica fue mi alumna, fue compañera de Lucy y siempre me coqueteaba, pero ni siquiera la miraba; hace unos meses fue al instituto y me besó -ella me observa atentamente-. Beso que no correspondí, la alejé de inmediato. Lo único que hice mal fue no haberle dicho a Lucy -golpeo el mueble que tengo a mi lado.

-Te creo, Alex -me medio sonríe-. Pero ella tomó una decisión y debes respetarla -yo niego.

-¡No puedo porque lo que ella cree no sucedió! -exclamo alterado-. Aquí también importa lo que yo siento -limpio mis lágrimas-. Es la mujer que amo y no soportaré no tenerla cerca -Sveia me abraza con fuerza.

-Dale tiempo -susurra-. Yo sé que ella te ama, pero se fue con el corazón roto. Ya sufrió mucho en los veinte años que lleva vividos -hace una mueca.

-No hay tiempo, se fue, Sveia -señalo las puertas de embarque-. Perdí a la mujer de mi vida -recalco cada palabra.

-Sabes que eres bienvenido en nuestra familia -intento sonreírle.

-Gracias... -musito y suspiro-. Debo irme -beso su mejilla y salgo del aeropuerto.

Subo al coche y me quedo observando el volante, hasta que comienzo a golpearlo con mis puños y el claxon suena repetidas veces.

-¡CARAJO! -grito enfurecido.

Paso mis manos sobre mi rostro y respiro de forma agitada. Enciendo el motor del coche y comienzo a conducir sin rumbo alguno.

La noche ya estaba cayendo en Seattle, Alison me dijo que se quedaría en casa de Lily cuando la dejé allí esta tarde.

Mi teléfono comienza a sonar y me detengo fuera del lugar que nunca creí volver a pisar. Veo que es Alan quién llama y, a regañadientes, respondo su llamada.

-¿Lo hiciste, Lombardi? -noto cierto entusiasmo en su voz.

-No sucederá, Alan -paso saliva.

-¿Qué? -suena sorprendido-. ¿Te da miedo que te diga que no? -respiro profundamente.

-Sí... -musito y llevo mi mano hacia el bolsillo-. Estoy cagado hasta el cuello -masajeo mi sien.

-Sé que será bueno, Alex -me anima y se escucha el llanto de Thomas-. Voy a alimentar a mi pequeño -asiento-. Nos vemos luego, Lombardi -finaliza la llamada.

AMOR CLANDESTINO © #1 [✓]Where stories live. Discover now