I hate you; Rebornplay

[047]

Antes de iniciar solo quiero decir que no me funen :(

Lo hice porque me dio gracia, pero no hagan nada en mi contra que los quiero mucho y me pongo triste *Manitos con vergüenza :3*

—Deberías considerar alguna universidad. Ya sabes, como tus amigos, como Mara

—María no es mi amiga

—Reborn, no puede enojarte por eso

—Tú no lo entiendes

Así estuvimos toda la maldita tarde, no tenía ganas de seguir discutiendo con Auron, tenía ganas de hacer otra cosa, de dejar la cuidad con mi auto y escuchar música en el estéreo, pero no iba a ser posible porque me lo robaron ¡Me robaron el maldito estéreo! Eso me tuvo toda la mañana alterado, y ni hablar de la tarde

—Cálmate por favor—Pidió Auron mientras revolvía el té que estaba tomando hace 800 horas

—No, no puedo calmarme ¿Entiendes que todo me esta saliendo de la mierda?—Exclame casi echando humo por las orejas—¿Acaso estoy meado por un dinosaurio? ¿Crees que exista esa posibilidad?—Mi novio iba a hablar pero me adelante—Eh olvídalo,  no digas nada

—Tendrías que haber sido más cuidadoso. Sabes que la noche se pone más peligrosa aquí

—¡Se me olvido! ¿Sabes qué? Esto paso porque estabas apurado por ir a mear—Hice un movimiento raro con las manos—Te dije que podías hacerlo en una puta botella

—Oh no, no me vas a echar la culpa de eso ahora—Bebió un poco de su té—Eres un imbécil y un despistado

—Bien ¡Pues le echo la culpa a tu puta vejiga por no aguantar hasta llegar a casa!

Raúl soltó una carcajada mientras golpeaba la mesa

—Eres un idiota

—No empieces con cosas tiernas, no trates de convencerme. Estoy enojado y eso no te conviene—Le advertí apoyándome en la barra

—¿Qué no me conviene?—Dejó su taza a un lado, dándome una mirada juguetona

—¿Me estas provocando?

Asintió bajando la mirada hacia mis labios, acercó su boca hacía la mía, casi rozando nuestras narices

—¿Tú que crees?—Susurró, para luego morderse el labio inferior

—Te dije que no te convenía—Demandé advirtiéndole por ultima vez, perdiéndome en sus oscuros y brillosos ojos, de repente el ambiente cambio creando una enorme tensión sexual, o eso era lo que creía yo

—¿O sino que?

—Te follare arriba de la mesa

Esta vez no hubo sonrojo por su parte, fue él quien se lanzó a besarme, desesperadamente, comenzando una guerra de lenguas entre los dos, con sus manso tocándome por donde le plazca. Últimamente no teníamos tiempo para nosotros, por navidad, mamá y Will pasaban más tiempo aquí, y cuando teníamos la casa solamente para nosotros significaba una sola cosa: Aprovechar el tiempo al máximo y arriesgarnos

Habremos chocado con todo desde el trayecto de la barra hasta la mesa del comedor. Lo senté allí, besando su cuello, dejando marcas que con el tiempo se volverían moradas, me quito la camiseta, sonrió lascivo mirando la piel desnuda de mi abdomen, mordí mi labio inferior y le quité la camiseta también