Cinco

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Mew se despertó con mucha energía, se sentía invencible y poderoso, entonces se levantó de la cama y vio sus sabanas rasgadas y su almohada hecha añicos.

-Wow vaya, menudo sueño he debido tener... joder, menudo destrozo-dijo sorprendido yendo hacia el baño.

Este se pegó una ducha como cada mañana y se fue al trabajo en la fábrica pues debía llevar sus papeles del alta a su jefe y reincorporarse al trabajo.

Fue a la cocina y entonces se sirvió un café y un bollo como cada mañana.

-Buag, hoy este café está asqueroso-dijo escupiendolo en el fregadero.

Decidió hacerse un sándwich de jamón pues le apetecía más pero acabó quitando el pan y comiéndose solo el jamón.

Tras eso aún seguía teniendo hambre, así que abrió de nuevo la nevera y cogió el resto del jamón y también el beicon que tenía.

Cuando estuvo satisfecho se fue al trabajo en la fábrica, ya que tenía que entregar los papeles de su alta y reincorporarse.

-Hey compañero bienvenido, que bien que estés curado-dijeron los demás hombres que trabajaban allí.

Este estaba en la sección de almacenaje, donde los electrodomésticos ya estaban listos para enviar a las tiendas.

A veces coincidía con alguno de sus amigos en el mismo turno, se conocían desde los veinte años, cuando habían empezado a trabajar allí, al salir de la escuela superior y no quisieron seguir estudiando.

Cuando acabó su turno, este decidió ir a comprarse algo de comer pues no tenía nada en casa que le apeteciese y cuando iba a entrar en el supermercado, un olor exquisito lo cautivó.

Caminó hacía donde lo llevó ese olor y
entonces llegó a una carnicería, entró y la boca se le hizo agua.

-Buenos días señor, ¿desea algo en especial?-dijo el amable dependiente.

-Emm...si, si...qui-quiero carne, me gus-gusta la carne-dijo sin dejar de observarla.

-¿Alguna en especial?, ¿Cuánta quiere llevarse?.

-Aaah no sé, ¿Cuánta puede darme?-dijo mirando ahora al carnicero y su mandil lleno de sangre.

-Depende del dinero que lleve, señor-dijo éste mirándolo con su ceño fruncido.

Mew cogió su cartera y sacó todo su efectivo, entonces el carnicero sonrió.

-¿Tiene su coche cerca?.

Este cargó toda la carne que el dinero le permitió llevarse, se fue a casa y aunque se había ido sin comprar otras cosas que necesitaba, le dio exactamente igual, estaba feliz con toda aquella carne.

Al llegar, se comió una parte y guardó el resto en el frigorífico y con el estómago lleno se fue a su sofá y se quedó frito.

Ring ring ring...

Al escuchar su móvil sonar se despertó.

-Hey, ¿Dónde estás?, ¿no ibas a venir a la fiesta?, llevas semanas hablando de ella.

-¿Tay?...aah mi cabeza...¿la fiesta?...

Este miró su reloj y ya eran las doce de la noche, ni se había acordado del cumpleaños de Mild y de su hermano gemelo Jack.

-Anda perezoso nueve el culo y vente para acá .. Ya dormirás mañana, que no entras hasta por la tarde en tu turno-dijo de nuevo su amigo.

-Si... si, ahora mismo voy-dijo no muy animado.

Al contrario que en la mañana, este se encontraba pésimo, le dolía todo el cuerpo, la cabeza, tenía la boca seca y el estómago revuelto, quizás no había sido buena idea comerse toda aquella carne junta y ahora que lo pensaba, ni siquiera la había cocinado.

Su cuerpo ardía y tenía fiebre, rápidamente se metió en la ducha pero no se sintió mejor y unos minutos después salió de esta, entonces sintió su cuerpo quebrarse, corrió de nuevo a su habitación y se tumbó en la cama.

El reflejo de la luna estaba en ella, este se retorció y empezó a gritar pues sus huesos se partían, sus dientes empezaron a crecer y su cuerpo se cubrió de pelo.

Cuando todo terminó, Mew estaba desmayado por el agotamiento pero poco después se levantó y miró a todos lados, pasó por un espejo y se quedó confuso, luego dio un puñetazo al espejo haciendo que se rompiese en muchos trozos.

-¿Que mierda es esto?, ¿por qué soy un bicho peludo?.

De repente recordó el bosque, los ojos rojos y lo entendió todo, ya que tras eso su oído, su vista, su fuerza, todo se había aumentado al igual que su gusto por la carne cruda.

Estaba furioso, tenía que encontrar al cabrón que le había convertido en un monstruo y que le había jodido la vida.

Salió por la puerta de su casa y sin que lo viesen, corrió todo lo que pudo hasta que llegó al bosque, donde ocurrió todo.

Un olor muy familiar llegó a su hocico, sigiloso se adentró más en la espesa maleza hasta que vio a un animal muy parecido al que lo atacó, pero este era más pequeño y estaba olisqueando algo, Mew se abalanzó y lo tumbó quedándose sobre él.

-Sueltame, ¿quién demonios eres tú?...Espera me resulta muy familiar tu olor-dijo el más pequeño.

Este se sorprendió pues aquel ser también hablaba y él lo entendía.

-Y-Yo soy Me-Mew, ¿y t-tú?.

-¿Mew?, y-yo soy Gulf.

.......

Aaaaaawwwww....😱😱😱😍😍😍😍

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21. Marcado -Mewgulf -Hombres Lobo TerminadaWhere stories live. Discover now