Capítulo 8

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SARA

Una vez que la Mayor al Ghul nos dejó a Nate y a mí, los enfermeros empezaron atender nuestras heridas, a pesar del fuerte dolor que tenía en mi hombro y pierna, a mí solo me preocupaba una cosa.

—Mi amigo, ¿cómo está? —pregunté mirando al enfermero que estaba con Nate.
—Oficial por favor, recuéstese aún no termino de revisar su hombro —dijo el enfermero que me estaba atendiendo.
—Mi amigo, solo quiero saber que él no... que él no está...
—Descuide oficial, el chaleco antibalas detuvo perfectamente los disparos del pecho, al parecer solo el del estómago traspasó ligeramente la protección. Necesito revisar más a fondo y asegurarme que no hay daños en su...

En cuanto asimilé que Nate estaba vivo, la poca fuerza que me mantenía de pie me abandono y me sentí desmayar.

Empecé abrir los ojos observando todo a mi alrededor y me di cuenta que estaba en la habitación de un hospital, cuando estuve más consciente intenté ponerme de pie, pero el dolor en mi pierna y mi hombro me lo impidió, solté un ligero sonido de dolor, por lo que me tuve que volver a recostar.

—Así que has despertado —dijo la Mayor que salvó mi vida entrando a la habitación.
—Mayor al Ghul, ¿qué hace aquí? ¿Qué pasó con la Triada? ¿Dónde está mi amigo? Papá... mi papá, él...

—Nyssa está bien, no es necesario ser tan formal. Su amigo ya está despierto, vengo de hablar con él, seguro mañana lo dan de alta, su herida de bala fue superficial. Se arrestaron a todos los miembros de la Triada que se pudo, algunos murieron y otros escaparon ¿Su papá? Puedo prestarle mi teléfono para que se comunique con sus familiares —dijo con voz firme y seria, sin ningún tipo de expresión en su rostro.
—Mi papá es el Capitán de la policía, Quentin Lance.

—Ya veo, el Capitán Lance está ocupado con la prensa y papeleo, este golpe contra la Triada dará mucho de qué hablar. Tu padre fue inteligente al solicitar apoyo de las fuerzas armadas, como estuvieron las cosas, sin nuestro apoyo varios miembros de la policía hubiesen fallecido.
—Incluyéndome, creo que te debo la vida, muchas gracias.
—Es parte de mi trabajo. En fin, solo quería asegurarme de que tú y tu amigo estuvieran bien.
—Gracias de nuevo.
—Nos vemos Oficial Lance, aamm... ¿Cuál es tu nombre?
—Sara.
—Lo recordaré, recupérate pronto —dijo y se marchó.

Después de unos minutos de que Nyssa se marchó, una enfermera entró a la habitación para revisarme. Me contó que tuve bastante suerte, las balas que se incrustaron en mi cuerpo estaban enteras, por lo que no hubo complicación para sacarlas, lo único que necesito es un par de días en observación y algo de reposo.

—Disculpe enfermera, ¿dónde están mis pertenencias? Necesito mi teléfono.
—Ah, están justo aquí, permítame —dijo mientras me entregaba una bolsa.
—Gracias.

Una vez que saqué mi teléfono y lo desbloqueé, pude ver bastantes llamadas perdidas que tenía de Laurel, olvidé por completo que me dijo que iba a pasar en la tarde a mi apartamento, así que le marqué.

—¡Por fin! ¿Ya viste cuantas llamadas te he hecho? Llevo horas esperando en tu apartamento.
—Lo siento, estoy en el hospital.
—¿Qué? —preguntó asustada.
—Tranquila, estoy bien, es por heridas de bala, pero estoy fuera de peligro, las sacaron sin ninguna complicación ¿Crees que puedas venir acompañarme?
—¿Estuviste en el operativo contra la Triada? Papá me dijo que te no te iba a incluir.
—¿Tú lo sabías? —pregunté indignada.
—A veces me cuenta cosas, en fin, menos mal que estás fuera de peligro, voy para allá.

Una vez que colgué, le envíe un mensaje a Charlie para avisarle la situación, recordé que a esta hora ella debería estar ensañando con su banda. Después llamé a Leonard.

Hilo Rojo - AvalanceWo Geschichten leben. Entdecke jetzt