Trilogía Destructivos I (en proceso)
Un placentero regalo de cumpleaños para El Patrón, desencadenará cientos de sucesos.
Lucrecia y Jared, dos peligrosos criminales, se veran envueltos en la pasión, el deseo y la lujuria que sus cuerpos desprenden...
La luz de la mañana se filtra por las cortinas de la sala de juntas, haciendo que sus ojos brillen aún más y su cabello resplandezca como el sol.
Esta sentado frente a mi y me mira de la misma manera que cuando cruce esa puerta. Es una mezcla de deseo con ganas de asesinarme.
Y no se cual de los dos me gusta más.
—Bien —me acomodo en la silla echando mi cabello hacia a atrás viendo como baja su mirada deseosa hacia mi escote. Finalmente contesto su pregunta —. Me encanta mi trabajo. Me gusta cazar a mis presas para luego poder verlas vulnerables, poder verlas desvanecerse frente a mí. Como lo hice contigo. —sonrío preparándome para lo que viene —. Te endulcé...
Mi voz suena suave, como una dulce melodía de cuna. Su rostro sigue serio, sin ninguna expresión.
>>—Te cacé...
Sonrío recordando nuestro placentero primer encuentro. Y sé que él también lo está haciendo. Una noche como aquella es muy difícil de olvidar.
Se nota a kilómetros que es un hombre que disfruta de las mujeres, y seguramente muchas otras, incluso mucho mejores que yo, pasaron por su cama. Pero yo me encargaré de dejar una huella en él, no podrá olvidarse de mi tan fácil como cree.
>>—Te devoré...
Como ya lo dije, su rostro no expresa nada mas que seriedad, pero sus ojos, ¡Jesús! Sus ojos lo dicen todo. Su mente está volando y su cuerpo está reaccionando a sus recuerdos.
Su mirada baja hacia mi cuello donde todavía tengo sus marcas y sonríe ante eso. Pobre, que poco le va a durar esa sonrisa.
Me preparo para el último golpe, sin miedo.
>>—Y te boté...
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