2.- ¿Vale la pena dudar sobre todo?

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La respuesta es clara, sencilla y de lo más decepcionante y contradictorio posible:


¡NO! No lo vale


"Pero Emmanuel, wtf, estaba mame y mame que hay que dudar de todo"


En eso tienes razón, querido lector, duda de todo, de todo lo que valga la pena dudar. Cuando uno es niño, a la edad de 3-5 años, todo el mundo nos parece maravilloso, no parece increíble, lleno de sorpresas cada día y necesitamos una explicación, que probablemente no entenderemos, pero que nos dejará más tranquilos a pesar de todo, ¿por qué el cielo es azúl? ¿Por qué tenemos que dormir? ¿Por qué mi hermano si puede andar en bici y yo no? Son preguntas típicas que un niños le haría a sus padres pero que conforme vamos creciendo, dejamos de tomarle importancia porque nuestra vida se va convirtiendo en una serie de sucesos que, gracias a nuestro contexto, tenemos que vivir.


Una vez le pregunté a mi mamá porque teníamos que ir a la escuela y ella me dijo que era para que yo recibiera una educación. Honestamente desconocía el termino "educación" pero para mí fue una respuesta muy válida. No fue hasta que empecé a ver sobre universidades y trabajos que supe la importancia de ir a la escuela, te prepara para este mundo tan hostil y poco amable.


La gente vive su vida sin preguntarse porque hace las cosas, o si vale la pena realizar ciertas actividades, y no es crítica, solo que creo firmemente que ese tipo de decisiones (o no decisiones) nos hacen caer en un bucle de una vida sin sentido. Hay personas de cierta edad que toda su vida trabajaron en el negocio familiar porque ahí crecieron, ahí aprendieron y cuando era su turno, lo tomaron con orgullo, no está mal, cada quien, pero, ¿En verdad querías hacer eso con tu vida? ¿Alguna vez te diste la oportunidad de conocer más allá y saber que posibilidades te ofrece el mundo? Rara vez conozco a alguien que se haya dedicado a buscar en verdad su verdadero propósito, pasión o motivación en la vida. Ni yo lo hice, yo escogí la carrera que estudié porque me proyecté en alguien más, menudo error del cuál no me arrepiento, pero si por mí fuera yo sería algún futbolista famoso o actor de cine (para el fútbol ya es tarde, para el cine aún no) pero esa carrera me demostró que no estoy cerrado a nada, que no debo de encacillarme a lo que fui y abrirle una o mil oportunidades en mi vida, que, a través de la experiencia, encontraré lo que me pueda hacer feliz, y creo lo he encontrado, escribiendo estás líneas, imaginándome los mil escenarios que detallo en estos textos, encontré una forma de aprovechar mi creatividad y sacarle algo de provecho y del cuál me siento orgulloso.


Es por eso que estoy haciendo este libro/podcast/blogs/videos, es por eso que cree el concepto "No Tan Cotidiano" ya que estoy en esa disruptiva de lo que debería ser mi vida, de lo que los "adultos" y la sociedad me dicen que debo ser. Eso no es cierto, es una posibilidad, pero en esto que llamamos vida hay un chingo de posibilidades, no tienes que seguir ningún camino, y si lo sigues, que sea aquel que te haga sentir cómodo y feliz. La vida no tiene un crecimiento lineal, no es una regla, no es una serie de pasos. La vida en sí es como si le dieras a un niño pequeño una caja de crayones y una cartulina en blanco, la vida es un Picasso pintado por mil manos, la vida no tiene un orden ni una razón de ser establecida. La vida o más bien, tu vida es lo que quieras hacer tú con ella, en un principio es difícil entender esto, somos jóvenes y por lo general nos dicen que hacer (estoy muy de acuerdo con eso, sino seríamos niños salvajes, como los Tomberries) pero llega una edad en la que tienes que tomar las decisiones de tu futuro, de tu hoy para que te hagan feliz a ti, te sumen a ti y hagas cosas de la cuales te sientas bien contigo mismo..


Es complicado, demasiado complicado, pero prefiero mil veces cagarla en esta edad, probar cosas y saber que los que no me gusta, a llegar a una edad avanzada con arrepentimientos, dudas existenciales o preguntas de las cuales jamás tuve el coraje de preguntar. No quiero ser la señora que sale a la calle a gritarle a los niños sobre el ruido que hacen o el señor que llega a su 50 y decide por fin renunciar a su trabajo bien remunerado pero que le causaba grandes niveles de estrés y lo alejaron de su familia. No quiero ser esa clase de persona.


Volvamos al tema de las duda, ¿sobre que vale la pena dudar?


Cuando fui profesor de fútbol, tenía la categoría más pequeña de la escuela, eran niños desde los 3 hasta los 5-6, y creo en verdad que no aprendemos tanto de la vida de esos pequeños seres como deberíamos, a veces solos nos fijamos en los que ya vivieron y tuvieron éxito en lugar de voltear a ver la expresión más sencilla y linda que existe de la vida humana, los niños. Ello me preguntaban cosas bien raras, cuál era mi edad, cómo se llamaba mi esposa, si había ido al cerro, por qué los conos se llaman conos o por que el fútbol se jugaba con las manos y no con los pies, etc, etc. Pero yo no me fijaba en sus preguntas, me fijaba en lo que no me preguntaban, no me preguntaban si ya había comido, si había hecho mis tareas de la prepa, sí se me hacía justo lo que sucedía dentro del gobierno de nuestro país o sobre el precio del dólar. Aquí dirás "Emmanuel, no mames, los niños no saben que es el dólar" pues déjame decirte que efectivamente, pero tampoco saben dimensionar edades y aún así me lo preguntaban y lo maravilloso de eso es que los niños hacían preguntas espontáneas, sin pensarlas ni razonamiento alguno, solo les aparecía en su cabeza un pequeño signo de pregunta y pum, la hacían, y no se la hacían a otro niño, se la hacían a una figura de autoridad la cual era yo, y yo, con toda calma y paciencia, trataba de explicarles de forma que en su cabeza les generara una enseñanza y que les creara un conocimiento, había clases que no practicabamos porque los niños tenían muchas preguntas.


Hoy cada vez me pregunto menos cosas pero me baso en la experiencia que viví con esos niños, hago preguntas de las cuales en verdad quiero saber si respuesta, sobre temas que genuinamente me interesan y creo que sumarán a mí vida diaria. No me pregunto cómo es el proceso para crear un detergente, me pregunto acerca de sus componentes, si son dañinos para el medio ambiente o si estaré apoyando la economía de mi país, no pregunto cuáles son las nuevas tendencias o cuál es la marca de ropa que está de moda, me pregunto si la prenda que me gusta le sacaré provecho o si es de buena calidad para que me dure el tiempo suficiente. Algo que no hay que dejar a un lado es la experiencia que vamos teniendo con los años y saber que nuestra forma de dudar viene con una serie de pasos, los niños solo preguntan y obtiene conocimiento, nosotros debemos de saber que preguntar, el porqué dudamos que obtenemos de resolver esas dudas y lo que haremos con ese conocimiento, de nada me sirve conocer como hacer Strudels de manzana porque no me gusta ni soy bueno para cocinar, en cambio, me interesa saber el origen de la palabra "efímero" porque es un término que utilizo y quisiera saber el trasfondo de eso.Al final, uno termina cegado de tanto bombardeo de información, pero que no se nos olvide que alguna vez fuimos niños y nos preguntamos porque las niñas van de rosa y los niños de azul, pero no preguntábamos porque nuestro perro nos lamía la cara, solo dejábamos que lo hiciera una y otra vez.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2021 ⏰

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