7 Minutes in Heaven, But it's 7 Days in Florida - Traducción

Capítulo 3

Día 2:
El Momento En El Que Notas Que Eres La Tercera Rueda

George no quería levantarse, ni siquiera moverse. Toda la parte delantera de su cuerpo estaba tan caliente por la almohada bastante... larga sobre la que estaba tumbado boca abajo, con la cara girada hacia la derecha. George apretó más la cara en su fuente de calor, e inhaló suavemente, su aroma estaba lleno de vainilla. A George le gustaba ese aroma.

Cuando empezó a quedarse dormido de nuevo, George sintió que la almohada se movía debajo de él, e inhalaba profundamente-

Espera, ¿qué?

George levantó somnoliento la cabeza de la tela cálida y miró hacia arriba, y se dio cuenta de dos cosas.

La primera era que la almohada sobre la que estaba acostado no era una almohada, era el cuerpo de Dream.

La segunda era que Dream también lo estaba observando, compartiendo una mirada igualmente somnolienta mientras su cerebro empezaba a arrancar. George fue repentinamente hiperconsciente de que la mano derecha de Dream estaba apoyada sobre su lado izquierdo, y su cerebro se congeló aún más.

Y mientras Dream seguía despertando y asimilando la situación, George permanecía más congelado, repitiendo en silencio una serie de maldiciones en su mente.

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Dream no recordaba que su manta fuera tan cálida, ni que tuviera tanto peso. O por qué su manta también se sentía como una mano que acunaba su hombro izquierdo y un brazo que descansaba sobre el suyo, o por qué también se sentía como otro brazo, extendido, que se extendía sobre su hombro izquierdo.

De repente, Dream sintió que la manta se desplazaba y le acariciaba el pecho.

Los ojos de Dream se abrieron de golpe. Eso no era una manta.

Su respiración se entrecortó cuando Dream se dio cuenta de que George era lo que él suponía que era su manta, acostado prácticamente encima de él y acurrucado en su pecho.

Momentos después, Dream se dio cuenta de que George también lo estaba observando, con una mirada cada vez más aguda a medida que se despertaba.

Se miraron fijamente, en silencio. Dream sintió que la atmósfera, ahora familiar, empezaba a arremolinarse de nuevo en torno a ellos, y para ahorrarse el tener que mirar esos hermosos ojos, giró la cabeza hacia la izquierda y leyó la hora en el reloj despertador que estaba al lado de la cama. Eran las seis y cuarenta y cinco de la mañana.

Era demasiado temprano para esto.

La cabeza de Dream volvió a caer sobre la almohada y cerró los ojos de nuevo. Demasiado temprano, ya se ocupará de esto más tarde.

Además, el silencio y la mirada fija ya no eran incómodos, sólo se sentían extraños. Agradablemente extraño.

"Es demasiado temprano para estar despierto", murmuró Dream. "Vuelve a dormir". Respiró profundamente por última vez, y rápidamente se quedó dormido de nuevo, y mientras su mente se tambaleaba en el borde de la conciencia, Dream podría haber jurado que sintió una felicidad pura y absoluta cuando sintió la cabeza de George apoyada en su pecho y la mano en su hombro agarrando ligeramente la tela de su suéter, disparando cálidos escalofríos a través de sus hombros y su cuello.

Sí, ya se ocuparía de esto más tarde.

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Cuando se despertaron de nuevo, habían pasado casi tres horas, y estaban en las mismas posiciones en las que se durmieron.

Dream fue el primero en despertarse la segunda vez, y después de abrir los ojos y ver el rostro dormido de George descansando suavemente sobre su pecho, con su mano izquierda todavía agarrando parte de su jersey, Dream deseó que el tiempo se detuviera, para poder disfrutar aún más del momento.