Nunca esperes encontrar a la persona perfecta a través de una misteriosa página. La diversión y las risas podrían terminar cuando alguno de los dos se enamore.
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G Daddy, un mundo lleno de Kinky's desconocidos.
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El agua tibia caían sobre la piel de Louis logrando una temperatura agradable al tacto, suspiro agotado mientras pasaba el jabón sobre su cuerpo. Él odiaba levantarse tan temprano, lo ponía de mal humor.
Cerró la llave con pereza y envolvió su cuerpo en la tersa bata mientras colocaba una toalla pequeña sobre su cabello, abrió la puerta dejando que el vapor de la ducha se dispersara por la habitación y el frío del exterior chocará contra la piel que tenía descubierta.
Sacó de su armario una playera básica y uno de los tantos pantalones negros que tenía, revisó cada prenda en busca de algo para abrigarse y no morir congelado afuera, se detuvo al encontrar una chaqueta negra afelpada en su interior y la arrojó sobre la cama.
Terminó de vestirse mirando satisfecho el resultado, abrió uno de sus cajones sacando un gorrito negro para cubrir sus orejas y mantener su cabeza cálida mientras acomodaba con sus dedos los pequeños mechones rebeldes que caían sobre sus ojos, calzó unas Vans blancas y alisó su ropa una vez más antes de salir a su nuevo destino.
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Las hojas de los árboles emitían un ruido extraño por la brisa helada que chocaba contra ellas, su nariz estaba congelada y su rostro tenía un sonrojo nada agradable.
Él amaba pasar por el parque, le encantaba la vista. Los pajaritos revoloteando por todos lados mientras producían soniditos, el amanecer tiñendo el cielo de varios colores, y la hermosa fuente que adornaba el lugar. Pero a esa hora todo se veía sacado de una película de terror, obscuro, sin vida y silencioso.
Solo escuchaba su respiración y los pasos que daba en cada segundo. Se sobresaltaba cuando un carro pasaba al rededor del parque o el semáforo emitía cualquier sonido.
Miró un nido entre las ramas, los pajaritos dormían tranquilamente acurrucados entre ellos, bufón ante la imagen agradable mientras él se estaba congelando el culo a la 6:15 am rumbo a la escuela.
Se asustó cuando el celular comenzó a vibrar contra su pierna, sacó el objeto del bolsillo y contestó la llamada.
–¿En dónde estas?
–Cruzando el parque, ya casi llego a la escuela mamá.
–¿Tan temprano?–El tono de voz de Jay era sarcástico y comenzó a reír–¿Quién eres y qué le hiciste al vago de mi hijo?
Louis tarareo mientras esperaba que el semáforo cambiara a rojo para tener el paso–Solo, creo que mi falta de puntualidad es un mal hábito que debo corregir.
–Me alegra escuchar eso Louis, espero esa misma puntualidad de regreso. Suerte en la escuela cariño, te veo en la tarde.
La llamada terminó segundos después y Louis volvió a guardar el celular, cruzó con cuidado mirando hacia ambos lados, la calle era de un solo sentido, pero la gente estaba loca en ocasiones, él preveía algún accidente a toda costa.
