*Veintinueve*

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Logro calmarme un poco cuando quedo sola. Coloco mi mejor cara cuando voy a la mesa y dejo  la ensalada. La cena empieza con papá cortando el pato horneado y ella ayudándole a servir los platos, e increíblemente comienza bien, pensaba que retomarían el tema o mencionarían algo de lo que mi padre y ella insinuaron, pero ellos se dedican a hablar de la razón por la que estaban en casa, haciendo parecer las extrañas insinuaciones como nada. Adelle resulta agradable, habla y ríe con papá mientras yo solo parezco aburrida por como toda pasa, y Luke guarda un silencio sepulcral, y de vez en cuando me mira de reojo. Seguro intuye que algo pasa, y lo cierto es que no estoy disfrutando nada con las palabras de esa mujer en mi cabeza. Es tan afable cuando habla que me da rabia.

No hay nada entre Luke y yo.

No hay nada.

¿Por qué habría de romperme el corazón?

Tal vez algo pasa y no me entero. Le miro ahora de reojo y me pilla. Sus ojos azules lucen oscuros, rabiosos. Vuelvo rápidamente mi mirada al frente.

—¿Entonces cuando quieres que empiece con los arreglos? —papa expresa su pregunta sobre el tema de conversación que pasó a ser el descubrimiento por el que ambos han estado tratándose, y que aparentemente se debe a que ella ha contratado a mi padre para el arreglo de la casa abandonada del otro lado del lago.

—El lunes nos reuniremos con el restaurador, y decidiremos cuando comenzaremos. Han surgido retrasos por un papeleo, pero Isaac ya se está encargando de todos ellos —ella responde y mira a Luke—, no has comido nada, cariño —le dice mirando su plato, apenas y ha probado algo de allí.

Pero que digo, yo estoy igual.

—Puedes dejarlo mamá —le responde hosco.

—¡Cariño! —le reprende y luego sonríe al ver que llama mi atención y la de papá.

Luke se levanta de la mesa, me mira y luego a mi padre.

—Lo siento, señor Warren, no es su comida. Es solo que no tengo hambre —dice a mi padre y se va.

Su madre se levanta apenada, llamándolo. Se disculpa con nosotros y va tras él. Papá y yo nos quedamos allí, y de repente quedarme con él se siente incómodo.

—¿Quieres decirme de que va todo esto papá? —inquiero hacia él—, que es lo que está pasando que no quieres decirme —añado y él me mira por un largo momento.

—No pasa nada, Allie. Adelle es una clienta para la que voy a hacer un trabajo.

—¿En serio? ¿Y qué hay con eso de no te acerques a su hijo?

—Lo que dije, y espero que me hagas caso por lo que resta de tus vacaciones —responde y se levanta para recoger los platos.

—¿¡De que vas papá!? —increpo, pero el ruido de la moto de Luke, me exalta un poco.

Se fue.

Papá me mira.

—Allie, no lo digo porque sea un mal chico —esboza y yo sigo sin comprenderlo.

—¿Entonces a que vienen todas esas advertencias? —me quejo y él exhala hondo, pero no dice nada. La madre de Luke regresa.

—Eh, lo siento, se fue, y seguro a la casa de Isaac, no estamos quedando de momento allí —explica hacia mí—. Será mejor que me vaya también, ¿podríamos hablar otro día de los arreglos? —ahora se dirige a papá.

—Por supuesto —responde papá.

Yo no digo nada, prefiero callar.

—Te llamaré entonces, y lamento todo esto —se disculpa.

—Voy por tus cosas —dice papá y se va hacia la sala antes de que ella se niegue a la ayuda.

—Voy contigo —le dice ella y va tras él luego de regalarme una apretada sonrisa.

—Yo voy a mi cuarto —informo y me muevo rápido de allí.

El día no ha terminado tan bien como empezó, y no puedo dejar de sentir una desazón en mi pecho. Entro a mi habitación y cierro la puerta, pero cuando voy a encender las luces veo una silueta.

—Shh, soy yo, no vayas a gritar —me chista Luke desde la oscuridad de mi habitación.

Me calmo, pero mi pecho se agita y mi corazón late acelerado en mi pecho.

***

Un chico malo en mi verano✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora