Katsuki Bakugou un chico de veinte años, el cual tuvo una perdida que causó su ya de por sí, mala actitud y poco respeto por la autoridad.
Izuku Midoriya un profesor joven de veintiocho años el cual enseña literatura lo cual le encanta, tendrá que l...
Estaba en plena videollamada con Ejirou, comentando de cosas tontas e inecesarias, como que el pelirrojo ya no era del todo pelirrojo, ya que se estaba dejando de pintar el pelo, según el, porque ya estaba cansado de comprase tintes, todo era risas y diversión hasta que el cenizo se puso serio, llamando la atención del mayor.
- ¿Sucede algo Bakugou? - El menor jugaba con sus dedos.
- Verás, tengo que decirte algo importante - Eso alteró un poco al mayor pero se mantenía sereno - Me voy a casar con Izuku - Sonrió nervioso, Ejirou guardo silencio - Y pensaba que, tal vez, tu quisieras ser mi padrino - Sugirió emocionado, pero al ver el rostro serio del pelirrojo lo inquieto - ¿Qué pasa? - Pregunto con preocupación.
- Me alegro por ti - Sonrió leve rascándose el cuello - Pero no seré tu padrino - El ojirubi se sorprendió - Se que seré algo egoísta, pero no puedo ver a la persona que amo casándose con alguien más - Esas palabras hicieron sonrojar al menor - Perdona, pero me tengo que ir - Le sonrió de manera triste cortando la llamada dejando a un cenizo al borde de las lágrimas.
- ¿Katsuki? ¿Qué te dijo Kirishima? ¿Acepto? - Abrió la puerta con una sonrisa pero se borró al ver al ojirubi llorando - ¿Qué paso? ¿Por qué lloras? - Se acercó a el, incandosé en el suelo tomando sus manos.
- Es que...el no podrá venir por...el trabajo y...y yo...- Sollozo, el pecoso lo abrazo con cariño.
- Lo se, lo sé, se que querias que el fuera tu padrino, lo sé - Le beso la cabeza, el menor se aferró a su camisa escondiendo su rostro en el pecho del mayor.
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Eso fue hace un mes lo que lo hacía sentir aún más inquieto, mientras se abrazaba a si mismo, una brisa lo hizo mirar a la ventana, ¿Cómo no se le había ocurrido?
Media hora antes...
Izuku hablaba por teléfono con los encargados del bufet y ya se estaba desesperando.
- Señor Midoriya, ya le dije que usted nos llamó hace unos un día y canceló el pedido - Comento una mujer al otro lado de la línea.
- Ya le dije que yo no cancele nada, nunca los llame, solo la vez hace una semana para comprobar que mi pedido se estaba haciendo - Inko lo miraba con preocupación, mientras que Mitsuki daba órdenes de dónde poner los arreglos de flores.
- ¿Quién pudo fingir ser tú y cancelar tu orden? - Pregunto con curiosidad Shinso que era arreglado por Denki que colocaba una rosa blanca en su bolsillo.
- Yo lo hice - Todos giraron a la entrada del templo encontrandose con un azabache con las puntas rojas que se acomodaba las mangas de su traje.
- ¡Kirishima!- Exclamó emocionado el rubio, el pensó que no vendría a la boda.
