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Sinceramente, Hoseok siempre había  preferido salir por su propia cuenta. En cambio, ahora está obligando a salir acompañado cada vez que tiene que ir a algún lugar. Para Hoseok era un poco molesto, quien estaba acostumbrado a ir a los lugares por su propia cuenta.

Hoseok definitivamente no era igual que su hijo infantil que necesita ser supervisado para que no rompa ni un plato. Hoseok quería decirle eso a las madres de Taehyung, pero claramente él no podía hacerlo. Tampoco se desquitaria con él pobre guardaespaldas por algo que ni siquiera es su culpa, es su trabajo de todas formas. Nunca sería tan infantil como Taehyung.

Aparte, si se trataba de Eunwoo, un guardaespaldas no sonaba tan mal, el chico es agradable y siempre intentaba hacerlo sentir cómodo.

—¿Pudo dormir anoche? —el hombre en el volante pregunta, mirando de reojo a Hoseok en el espejo retrovisor.

—Claro. ¿Y tú?

—Gracias a usted, lo hice.

—Me alegro.

Hoseok sonríe levemente y Eunwoo puede verlo desde el espejo, evita su mirada y trata de enfocarse en la carretera.

—Está vez el señor Taehyung no vino con usted.

—Solo iré a hablar con mis padres, no quiero molestar a mi esposo con algo tan trivial, Taehyung tiene cosas más importantes que hacer.

Claro, como; dormir y jugar videojuegos.

Eunwoo nota como Hoseok parece tensarse siempre que el tema de Taehyung sale a la luz, como ahora. Siempre forzando una sonrisa que casi parece perfecta. Cualquier persona normal ni siquiera lo notaría pero Eunwoo no es un guardaespaldas por nada. Él aprendió a leer las reacciones de las personas, por más perfectas que se vean.

Sin embargo, finge no notarlo y sigue con la conversación, solo que esta vez evita a cualquier costa hablar del esposo de Hoseok, tampoco es que le agrade demasiado hablar de ese hombre. Gracias a eso, Hoseok parece más relajado durante el viaje.

Tan diferente a cuando está con Kim.

Eunwoo entró a la mansión de los Jung, traspasando el gran portón y  estacionando el auto dentro.

—Gracias. Puedes darte una vuelta por la mansión para no aburrirte —Hoseok sale mientras le dice antes de irse.

—Prefiero quedarme dentro, pero gracias.

—Claro —Hoseok sonríe sin tomarle demasiada importancia y se retira.

Parecía que había pasado una eternidad desde que había estado en su casa, así se sentía mientras miraba sus alrededores y a la gente que trabaja para su familia, mirándolo con curiosidad.

—Oh, joven Hoseok, ¿qué lo trae por aquí? —una anciana que se encargaba de las tareas domésticas preguntó en cuanto lo vio.

Hoseok le dio una sonrisa amable.

—Hola, señorita Hwang, vine a ver a mis padres, ¿dónde están?

—Su madre está en el despacho con su padre.

—Gracias, entonces... fue un gusto volver a verla señorita Hwang —Hoseok se retira y camina hacia el lugar.

Dos jóvenes sirvientas se acercan a Hwang en cuanto ven desaparecer a Hoseok, y murmuran en voz baja.

—No cree que es una lástima que el joven Hoseok este casado, es tan joven aún —una de ellas menciona con decepción en su voz.

—Al menos cuando no estaba casado podíamos darle una mirada todos los días —la otro le sigue.

alpha ; vhope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora