12.

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Hacía un cuanto tiempo desde lo acontecido y Taehyung empezaba a fastidiarse.

Las cosas estaban incómodas entre ambos. En parte porque Seok Jin actuaba con tanta naturalidad frente a él y le hablaba como si nada hubiese pasado, mientras Taehyung sentía un revoltijo en su interior que le impedía comportarse como un ser humano normal.

Lo peor de todo era que, a sabiendas de que era peligroso deambular por las calles del pueblo, Taehyung debía mantenerse en la casa del bosque sin poder salir. Evitar a Yeomra, entonces, era una tarea tan difícil que no podía eludir.

Temía que, de regresar al pueblo, podría encontrarse con Hoseok de nuevo.

La simple idea le aterraba.

El recuerdo del encuentro entre ambos seguía poniéndole de nervios. Y tan solo quería concentrar su atención en otra cosa para no sentirse de tal manera.

—¡Vamos! Te vendrá bien salir un rato, no dejaré que nadie te vea —le dijo Yoongi una de las veces, observando cómo el chamán Kim se dedicaba a leer los libros viejos que Yeomra tenía en los estantes.

Uno tras otro. A ese paso no tendría nada nuevo que leer en lo que quedaba del verano.

—No quiero.

—¿Es por el chico que vimos la primera vez? ¿El príncipe de Joseon? —preguntó, sentándose a su lado para espiar lo que el otro leía. Taehyung suspiró cansino.

—Es por él, sí.

—¿Era tu amigo?

—¿No se supone que ustedes husmeaban en mi vida durante el palacio? —cuestionó el chamán, alzando la vista del libro y plantándola en el ángel de la muerte —. Deben saber la respuesta, entonces.

—En mi defensa, solo seguía las órdenes impuestas por Yeomra —dijo a regañadientes —. Ese chico, Hoseok, no termina de convencerme.

—¿Hoseok?

Yoongi asintió, recostándose a un lado mientras tomaba un libro de la pila y lo hojeaba sin el mínimo interés —. Si tan solo hubiéramos prestado atención a él también, seguro que encontraríamos algo.

—Ya… Espera —el chamán le detuvo y le hizo un ademán para que escuchara —. ¿Has dicho encontrar algo? ¿Qué se supone que encontrarían sobre él?

—Ah, sobre eso —Yoongi se sentó, recargando su espalda a la pared y vigiló que no hubiera nadie más a los alrededores. No quería que sus amigos le regañaran por no poder mantener su boca cerrada —. Aún no es algo de lo que estemos seguros, pero a raíz de tu pena de muerte, empezamos a tomarlo en consideración. Hoseok es un sospechoso ahora.

El chamán no comprendía bien. Sobre todo, porque Hoseok no estaba relacionado con ninguno de esos temas. De haber sido así, Taehyung lo habría sabido desde un inicio. 

—¿Creen que Hoseok cause el dolor en Yeomra? ¿Qué es lo que los llevó a concluir eso?

—Los días posteriores a tu escape vimos movimientos extraños en el palacio. Una mujer de Seongsucheong frecuentaba el palacio del príncipe fuera de las horas normales —explicó, cerrando el libro y dejándolo a uno de sus costados —. ¿Por qué si Jung odiaba lo que tenía que ver con el chamanismo se involucraba con alguien de ahí?

—Puede que…

Yoongi siseó con fastidio, molesto de que le interrumpiera —. Ahí es donde entramos nosotros. Yeomra, personalmente, espió uno de los encuentros y tú eras el tema principal.

—Es de esperarse, acababa de escaparme, ¿cómo no iban a hablar sobre mí?

—¡Espera! —exclamó, el chamán refunfuñó y volvió a prestarle atención —. ¿Acaso no quieres oír qué es lo que hablaban de ti?

Death God; JinTaeWhere stories live. Discover now