La mirada fija de el Barón era notoriamente incomoda para los nuevos en la mesa, incluso Pansy dejó su comida cuando fijo la mirada en este.
-Gracias, acaba de quitarme de manera permanente el hambre- reclamo en un susurro
-Eso es imposible Parkinson, tu siempre tienes hambre- respondió de la misma manera la ojiazul.
-No sé tú Lestrange pero no me gusta comer frente a alguien llenó de sangre- la mirada del Barón se dirigió a Pansy con una ceja levantada
-Si, yo soy sangre pura- presumía Andrew Snowyowl- mis padres no se sorprenderán cuando se enteren que estoy en Slytherin
-¿Si?, pues mi padre no ha mencionado a ninguno con tu apellido- Draco entró a la conversación
-Malfoy, Lestrange, Parkinson y Nott si no me equivoco claro- hablo de manera altanera
-Y Zabini- añadió Blaise
-Si claro- le restó importancia, el Barón parecía interesado en nuestra conversación sin haber dicho ni una palabra
-Todos ustedes son parte de los sagrados veintiocho, tal vez debería proponer un arreglo para ya saben seguir con el linaje puro- justo después de su oración Theo soltó una risa
-Ninguno se casaría contigo, ensuciaríamos nuestro linaje- miro sus manos- no estamos dispuestos a ensuciar ya sabes a nuestros sucesores
-Lo que Theo trata de decir es que tu pureza es nula por si no lo entiendes- Blaise ofendido por el gestó del chico intento humillarlo. Después de ese incidente nadie volvió a decir algo importante, solo comieron bajo la mirada ansiosa del fantasma perteneciente a Slytherin y algunas menciones de Gryffindor que no parecían querer pasar desapercibidas. En Rayen no destacaba mucho más que el ligero pero intenso ardor en el cuello que en unas ocasiones la hacía revolverse en su asiento.
Cuando los postres desaparecieron Dumbledore se puso de pie por segunda vez y el salón se sumió en un profundo silencio.
-Ahora que todos hemos comido y bebido. Solo tengo un par de palabras más, algunos anuncios para el comienzo del año. Los de primer año deben tener en cuenta que los bosques en el área del castillo están prohibidos para todos los alumnos.
-Escucha Malfoy no vaya a salirte una arañita, ya ves que una de ellas podría matarte- Pansy soltó una risa con su propio chiste, mientras algunos compañeros retenían las suyas
-Guarda silencio Parkinson- Sentenció el rubio
-El señor Filch, el celador, me ha pedido que les recuerde que no pueden hacer magia en los pasillos ni en los recesos. Las pruebas de Quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso- los ojos de la pelinegra a su lado brillaron intensamente -los interesados en jugar deben ponerse en contacto con la señora Hooch.
-Desaparece tu emoción Parkinson, nadie de primer año jugara y si acaso pasara es claro que sería yo- el rubio tomó venganza por el anterior ataque de su compañera
-No puedes ni subirte a una escoba sin caerte- susurro
-Por ultimo, quiero decirles que este año el pasillo del lado derecho del tercer piso está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa.
-Se los digo este viejo esta loco- Draco soltó una risita por la advertencia del mayor- mi padre se encargara de quitarle ese puesto
-Creo que esta hablando enserio- Theo trago saliva cuando noto a todo el gran comedor en silencio
-¡Ahora, antes de ir a acostarnos, cantemos la canción del colegio- Exclamó con emoción
Los profesores ensancharon sus sonrisas haciendo evidente el disgusto por la actividad. Dumbledore agitó su varita con euforia, una larga tira comenzó a revolotear sobre las mesas destellando en brillos para transformarse en palabras.
-¡Qué cada uno elija su melodía favorita!- con una sonrisa agitó sus manos- ¡Ahora comencemos!
Hogwarts, Hogwarts, Hogwarts, enséñanos algo, por favor. Bien seamos viejos y calvos o jóvenes con rodillas sucias, nuestras mentes pueden ser llenadas con algunas materias interesantes.
Todo el comedor cantaba descoordinado y con una sonrisa exceptuando a algunos de primer año para ser exactos de Slytherin, Draco miraba con una mueca a sus compañeros y Pansy no hizo más que cubrir sus oídos con las manos, Blaise solo miraba fijamente a Theo quien con algo de pena cantaba bajito y trataba de ocultar la sonrisa que le causaba la emoción que de todos se desprendía.
Porque ahora están vacías y llenas de aire, pulgas muertas y un poco de pelusa. Así que que enséñanos cosas que valga la pena saber, haz que recordemos lo que olvidamos, hazlo mejor que puedas, nosotros haremos el resto, y aprenderemos hasta que nuestros cerebros se consuman.
Todos los alumnos terminaron en tiempos diferentes. Al final, solo dos voces siguieron cantando, con una melodía tan lenta como para celebrar un funeral. El director siguió guiándolos con su varita hasta que ambos terminaron fue cuando el lugar estalló en aplausos.
-Gracias a Salazar termino está tortura- Pansy levantó los brazos como librándose de un peso
-Es hora de ir a la cama. ¡Salgan al trote!
Salió primero el grupo de Gryffindor seguido por Ravenclaw y por fin era su turno, todo primer año se levantó con la intención de seguir a MacLeod con un silencio abrumador entre ellos, salieron del gran comedor con calma llegando nuevamente al vestíbulo, el mayor se acerco sin prisas a la puerta ubicada en este, no era tan grande, el prefecto ya con la puerta abierta dibujo una sonrisa en su rostro y se hizo a un lado con la intención de que vieran el pasillo para después bajar por las escaleras de este que parecían eternas, con los quejidos de Pansy en el oído y la presencia del grisáceo fantasma que a su perspectiva no observaba a nadie más que a ella.
-Tengo que advertirles tener cuidado con el no fantasma- explicó el prefecto- suele estar por todo el castillo, le gusta hacer bromas y si llega a escuchar la contraseña de nuestra sala común terminaremos todos en problemas, el único que puede controlarlo hasta ahora por suerte es nuestro fantasma pero eso no nos hace inmunes.
Las escaleras los guiaron a las mazmorras las cuales recorrieron por unos minutos hasta llegar a un tramo desnudo perteneciente al muro del castillo el cual atravesaron
-Bien la contraseña cambia cada quince días, se les dará aviso cada que esto ocurra pero he de advertirles que eviten a toda costa traer a alguien o revelar nuestra contraseña- el tono neutral del Slytherin los hacía poner una gran atención a este- pocas veces las contraseñas están en otro idioma y la pronunciación es sumamente importante. PUREZA ETERNA- susurro, el pasillo se expandió dejando ver un pasadizo repleto de telarañas y una pequeña biblioteca
-Si alguno de ustedes le teme a la oscuridad tendremos problemas- al acabar de decir esto se adentro al lugar, y al cabo de tan solo segundos la mazmorra apareció frente a ellos.
El color dominante era un bonito verde oscuro y la tenue luz que emanaba del lago hacia la habitación entera de ese mismo color. Sofás de cuero; cráneos y armarios de madera oscura son la gran decoración del lugar, además de las paredes adornadas con tapices oscuros que relataban historias de magos medievales.
-Bien las chicas tienen que seguirme- MacLeod volvió a hablar guiando a todas las chicas por el pasillo izquierdo- bien, sus dormitorios están en este lado de la sala, no tengo que repetir que tienen un cuarto compartido, cuatro camas, dos armarios, un baño. Algunas camas están desocupadas, sus nombres se grabaron en sus puertas y no hay ningún cambio.
La fila de chicas paso por la pequeña puerta despacio leyendo cada uno de los apellidos hasta encontrar el suyo. A finales de el pasillo su nombre se encontraba grabado junto a un par más.
PARKINSON, LESTRANGE, GREENGRASS.
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Traición a la sangre. HermionexOC.
FanfictionRayen Kieran Lestrange, la niña que vivió, hija de dos de los fieles seguidores del supuesto autor de la serpiente carmesí en su cuello. Su destino se escribió en cuanto vio el mundo la madrugada del treinta y uno de julio, ella iba a seguirlo, ser...