🐾ℜ𝔢𝔟𝔢𝔩𝔡𝔦́𝔞 𝔓𝔞𝔯𝔞 𝔘𝔫 ℜ𝔢𝔶🐾

🏵️第11章🏵️

Se miraba una y otra vez, analizando lo que tenía puesto en ese preciso momento, si bien el rey había ordenado que le colocasen las más finas prendas, en verdad no daba con lo que sus ojos estaban apreciando, su cabello adornado con pequeñas perlas, sus labios pintados levemente en un rosa que le hacían ver resaltantes, el peinado despejando en parte su frente, aquellas ropas algo holgadas debido a su complexión, pantalones que lograban ajustarse un poco a sus piernas y marcar su cintura y aquella camisa de seda blanca, y el hermoso saco de terciopelo rojo, combinaba a la perfección con el atuendo que el rey llevaría puesto aquel día.

Fan Xing no dejaba de ir y venir sonriendo al ver a Zhan tan elegante, parecía de aquellos príncipes que había visto en distintas pinturas, definitivamente Zhan encajaba a la perfección con la realeza.

 —¡Te ves como un verdadero príncipe, Xiao Zhan!—No pudo evitar que esas palabras saliesen de sus labios, Zhan le miro con una sonrisa. 

Tal vez Fan Xing pudiese tener razón, y aún así, cualquiera que le conociera en realidad sabría que a pesar de esas ropas y todo detalle en él, seguía siendo un omega campesino, un plebeyo que no tuvo la suerte de seguir con su familia gracias a un rey.

—¿Zhan?—Preguntó Fan Xing al ver que Zhan se mostraba algo melancólico. 

—Creo que...—Estaba a punto de hablar pero las puertas se abrieron dando paso a HaiKuan, ambos omegas miraron en dirección a aquel beta.

—El rey le espera.—Menciono HaiKuan para disponerse a salir de allí, sin cerrar la puerta.

—Prométeme que me dirás como es estar rodeado de una fiesta real.—Menciono Fan Xing sus ojos brillaban ante las expectativas que tenía al respecto, Zhan no pudo evitar soltar una suave risa al escuchar eso.

—Y eso haré, Fan Xing.—En verdad ese omega sigue teniendo un corazón de un infante.

Zhan salio de la habitación después de una corta pero afectuosa despedida con Fan Xing, camino por el pasillo con algo de prisa hasta que por fin dio hacía las escaleras, miro a Yibo quien le daba la espalda, al parecer HaiKuan sería el encargado de conducir el carruaje, pues le estaba dando indicaciones de dónde irían.

—... no olvides que entre menos tenga piedras el camino, menos afectará a las ruedas del carruaje. 

—Su majestad.—Yibo miro por detrás de su hombro, encontrándose con Zhan quien apenas iba a bajar los últimos peldaños de la escalera, sonrió volteándose por completo y caminando hacía él en cuanto Zhan había llegado a los dos últimos escalones.

 - Debo decir.—Menciono el rey sin dejar de posar su vista en Xiao Zhan, ¡había quedado espléndido!—Que mi sirvientes saben hacer un grandioso trabajo cuando se los ordeno.—Extendió su mano hacía Zhan para que la tomase, pero Zhan no lo hizo.—Pareces un principe omega.

 Xiao Zhan paso de largo la mano del rey, HaiKuan apretó los labios, eso había sido divertido, jamás creyó que Yibo, el rey de Luoyang, recibiría tal trato de uno de sus súbditos.

—Las ropas no cambian lo que sigo siendo, Yibo.—Y luego allí estaba esa informalidad, Yibo en otras ocasiones le hubiese mandado a encerrar, después de todo le estaba faltando el respeto a su superior. 

Pero Yibo decidió ignorar aquello. 

El viaje había sido tedioso, Zhan pensaba que el viajar en carruaje era de lo peor, y más si se trataba de uno cerrado, pero al menos lo soportaría solo por esa noche. Cuando estuvieron por fin en la entrada de otro palacio, Zhan no pudo evitar la necesidad de mirar aquel lugar, el carruaje se había detenido por fin, y se podía ver a alfas y omegas por todo el lugar, seguramente había coroneles, sargentos, princesas y príncipes, reyes y reinas, era increíble ver a tantas personas en el lugar, y solo se trataba de los jardines, estaba a punto de bajar del carruaje cuando de nueva cuenta miro aquella mano extendida, el rey parecía ser muy insistente con que tomase su mano.