Eran pareja- 6

36 17 2
                                    

¿Había sido exagerada al tener tanto miedo? O ¿Estaba realmente bien querer protegerme tanto de él? ¿Simplemente le estaba haciendo un favor a Phoe? No lo sabía, no estaba segura de nada. No me había hecho nada pero el pavor que le tenía era enorme sin mencionar el sueño extraño que le daba un toque aún más perturbador.

Bajé del auto lo más rápido que pude, cogiendo mi bolso y guardando el mi celular que se había caído.

Al bajar me encuentro con un Phoe caminando de un lado para el otro en medio de la vereda con el cabello totalmente alborotado, los ojos bien abiertos y la camisa toda arrugada como si la hubiese estado amasado. Su aspecto no era nada bueno.

Paro en seco al verme, soltando un sonoro suspiro .

-Hasta que llegas, ¿Estás bien?- pregunto preocupado acercándose a mi. Asentí en respuesta, aún abrumada.-. ¿Estás segura?- volvió a preguntar observándome de pies a cabeza asegurándose de que no mentía.

-Eso creo- dije girando mi rostro hasta toparme con el rostro de Tristán que había bajado del coche y ahora estaba con los brazos recostados sobre el techo del vehículo, observándonos con... ¿diversión?

-Sube- me ordenó Phoe tirándome del brazo para atrás, lo observé confundida, odiaba cuando hablaba en ese tono. Ni siquiera notó mi aturdimiento pues no me miraba a mi, estaba muy ocupado fulminado con sus ojos verdes a Tristán mientras este no quitaba su miraba divertida.

-¿Por..

-Tengo cosas que hablar con Tristán- interrumpió, quise rechistar, preguntar qué ocurría y porque tenía un amigo tan raro, no era prejuiciosa pero Tristán daba miedo.
Con la mente a mil preferí obedecer, en mi posición era lo mejor, me era imposible seguir tan cerca de ese hombre sin sentirme en peligro. Asentí y sin más me adentré al edificio y subí por el asensor hasta llegar al cuarto piso.
Una vez dentro del pequeño departamento, lancé mi bolso en quien sabe dónde y fui a mi habitación.

Estaba demasiado confundida, tenía un montón de preguntas sin respuestas en mi cabeza, no entendía absolutamente nada.
¿Porque Phoe me había dejado a solas con él?
¿Qué era el asunto que tenía por resolver?
¿Por qué se veía tan preocupado cuando llegamos?
¿Por qué me había pedido de forma tan demandante que suba y los deje allí solos?
¿Y por qué yo le tenia tanto miedo a un desconocido?

La curiosidad me carcomía y necesitaba respuestas.

Apresuradamente fuí hasta la ventana de mi habitación y sin abrirla los observé con cuidado de que si miraban en mi dirección no me viesen.

No conseguía ver el rostro de Phoe debido a que se encontraba de espaldas a mi encarando a Tristán, parecía estar discutiendo, haciendo gestos con sus manos, mientras que el otro lo observaba sin expresión alguna y parecía responderle de forma tranquila.
De un momento a otro Phoenix dio unos pasos adelante quedando a centímetros del rostro de Tristán.
¿Iban a besarse o lo estaba encarando?
Estuvieron en esa distancia minúscula hasta que de pronto Tristán levantó su rostro en mi dirección, cambiando su rostro inexpresivo por uno divertido, pillándome observándolos, sus ojos se veían claros sin importar la distancia que teníamos dejándome la piel chinita.
Por inercia me oculté detrás de las cortinas como una niña chiquita que había sido descubierta espiando a sus vecinos, ahora no solo tenía miedo sino que también sentía vergüenza.
Me oculté intentando no ser vista al menos por Phoe,  esperé unos segundos y me volví a asomar pero de esta vez siendo más precavida.
Pero ya no estaban.
Es decir; el coche se había esfumado junto a Tristán solo estaba el portero con el de seguridad conversando.
Solté un largo suspiro y me lancé a mi cama boca arriba observando el techo, las preguntas nadaban en mi cerebro mientras formaba posibles respuestas.

TristánWhere stories live. Discover now