❝Bueno... ¿Alguna vez has deseado algo prohibido?... Es como si esa cosa estuviera en la lista de "No toques, No codicies"... pero cada momento te incita más a tenerlo❞
ADAPTACIÓN: Este fanfic no es de mi pertenencia. Créditos a su autor correspondi...
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Daisy
Luego, una bella chica se asomó de detrás de aquellos grandes almacenes y me miró con sus grandes ojos pardos.
Su piel pálida, albina, mostraba las pecas esparcidas por su joven rostro y el color caramelo de sus ojos artísticamente coloreados resplandeció con la luz del exterior.
Su cabello, alisado y con un color castaño platinado, estaba acomodado en capas y caía juguetón sobre sus hombros.
Me sonrió, con sus labios rosados coloreados con brillo.
— Hey —.
— Hey... Hola —.
— ¿En qué puedo ayudarte? — me regaló una sonrisa bastante extensa, llena de amabilidad en donde pude distinguir los frenillos en sus dientes; y a pesar de eso, era bastante fina y delicada.
— Oh, claro, sólo, ¿podrías esperarme un poquito? Tengo problemas allá atrás con esa tonta máquina de fotocopiado — hizo un mohín.
— Claro — reí.
Se perdió de mi vista en aquella densa oscuridad detrás de los almacenes de los que antes había salido pero aun podía escuchar con claridad sus refunfuños hacía la máquina.
— Eres americana, ¿verdad? — dijo.
— Sí — intenté adivinar el lugar exacto del que provenía su voz, elevando mi cabeza sólo un poco para poder ver algo. — ¿También tu? —.
— No, pero me encanta el continente. ¿De dónde vienes? —.
— California —.
— ¿En serio? — saltó de pronto del lado contrario al que se había metido y me hizo pegar un brinco.
— Sí — balbuceé.
— ¡Qué emoción! Siempre he querido ir a Estados Unidos, pero aun me falta mucho por vivir aquí así que... — se encogió de hombros. — Me llamo Fernanda, nombre americano, ya lo sé — parloteó poniendo los ojos en blanco. — Pero a mis padres también les gusta todo lo relacionado con America — me extendió la mano. — Por cierto, dime Ferni, es que Fernanda… bueno, como que no me queda — explicó.
— Un gusto enorme, Ferni. Soy Daisy —.
— Lindo nombre — dijo e hizo que me riera, halagada.