16︱caras familiares

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KYLE ya se estaba aburriendo de esta situación. Siempre que necesitaba a su padre, este mágicamente desaparecía. Y Scott ya estaba perdiendo la paciencia.

Seguía en el mismo lugar que antes. Las conversaciones de la gente a su alrededor ya estaban haciendo que su cabeza estuviera a punto de explotar.

A su lado seguía sentada Madison, que ahora entablaba una entusiasmada conversación con Sarah, que ya estaba con ellos, mientras Scott se desquitaba con Cody que parecía no importarle nada de lo que estuviera pasando.

En un momento, Kyle se paró para tener una mejor visión de sus alrededores, esperando encontrar a su padre. En lugar de esto se quedó inmóvil al reconocer una cara bastante familiar entre la gente. La chica se movía rápidamente entre los invitados. Caminó sigilosamente entre ellos hasta llegar a la base de las escaleras para mirar a ambos lados verificando que nadie la estuviera viendo. Kyle pensó que lo reconocería, pero ella nunca miró en su dirección. En cambio, corrió escaleras arriba, desapareciendo en un pasillo superior.

¿Qué hacía Aurora allí?

Tenía dos opciones. O encontrar a su padre y largarse de aquí o seguirla, para averiguar que diablos estaba haciendo aquí.

Y ganó la segunda opción. Su curiosidad fue más fuerte.

Tendría algo de tiempo, ya que no sabía en cuanto tiempo más se desocuparía su padre. Por lo que se volvió hacía los chicos y les dijo:

─Oigan, ya lo encontré. Iré a buscarlo para que me vea una vez más. Nos encontramos en unos minutos afuera y nos vamos.

─Al fin hombre. Date prisa.─Le respondió Scott.

Después de esta corta conversación, se dirigió rápidamente hacía las escaleras, esperando no ser notado, y siguió el mismo camino que ella.

Mientras los chicos tomaban sus cosas y se dirigían hacía la salida, Madison se dio media vuelta para observar al padre de Kyle junto a su esposa, hablando con otros empresarios y sus respectivas esposas. Lo que le pareció raro era que mientras él estaba parado allí, conversando, vió a Kyle caminando hacia el lado opuesto en el que se encontraba su padre.


.o.O.o.


Aurora decidió recorrer primero las instalaciones cercanas a la gran biblioteca y luego investigar dentro de esta. Obviamente vino preparada. Buscó y buscó en internet algunas páginas que le dieran más información de esta casa, pero no encontró ninguna. Hasta que se encontró con un diario digital en el que el mismísimo Marshall había hecho un reportaje, dándoles un recorrido de su bella mansión victoriana.

Fue hace algunos años, pero estaba igual que en las fotos. Caminó con el artículo del periódico que ella misma imprimió en sus manos, sin notar que alguien la seguía de cerca.

Al llegar a la biblioteca, llevó una de sus manos hacía el pomo de la puerta, sin suerte. Estaba cerrada.

Pero claro que sabía qué hacer en este caso. Había visto demasiadas películas como para no saber cómo proseguir a continuación.

De su cabello recogido, tomó algunos broches largos y puntiagudos que se había colocado para mantener algunos mechones rebeldes en su lugar. Introdujo uno en la cerradura y luchó y luchó hasta que consiguió abrir la gran puerta de madera oscura.

Al estar dentro, sintió el olor a humedad y a libros viejos por todos lados. Con la cámara de su teléfono buscó a tientas el interruptor para prender la luz. No lo encontró en las paredes, pero si encontró una lámpara posada en una pequeña mesa redonda, así que la prendió y apagó su linterna.

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