El sabor de tus labios me enamoran

Lemon

Narra Kuroko.

-Estrello su mano contra el reloj que no paraba de sonar- que flojera -pronuncio antes de bostezar-

Miro su calendario y se percato de que había algo escrito con tinta brillante de color amarillo tirando a dorado, que decía lo siguiente "Kise, acuario, 14:00 hrs"

Maldijo en voz baja y se levanto atarantado, vistiéndose lo más rápido posible, una vez arreglado de pies a cabeza tomo su billetera y miro la hora "13:35 hrs" marcaba el reloj de pulsera, suspiró aliviado.

Caminando tranquilamente llego 10 minutos antes, pensó que tal vez no habría sido necesario arreglarse tan apresuradamente. Aprovecho el tiempo de sobra para ir a comprar un refresco, mas cuando visualizo la tienda de batidos su cuerpo inconsciente fue para allá y cuando menos pestaño ya tenía un vaso de plástico entre sus manos, que contenía liquido adentró que suponiendo bien sabremos que es un batido de sabor vainilla.

Mientras bebía del contenido inesperadamente un brazo paso por detrás de su cuello y un beso en su mejilla, aquello sólo provoco un sobresalto en él.

-Ey... ¿¡Qué haces!? -exclamo elevando la vista, topándose así con unos ojos dorados como la miel-

"Kise-cchi" pronunciaron sus suaves labios después de aquello y se quedo semi petrificado por lo repentino.

-Podrías saludar más normalmente ¿no? -mordió su labio sutilmente-

-Uhm... Creo que nop -soltó una risilla- además así es más cercano.

Kuroko, no pudo evitar el sonrojarse ante sus palabras y solamente tomo su mano, llevándolo hacia la entrada del acuario.

-Vamos de una vez que o sino se nos hará tarde y no podremos ingresar -se mantenía cabizbajo mientras jalaba la mano de este- tanto tiempo que había esperado para poder venir, sería una lastima no poder entrar por tu culpa! -exclamo y sonrió-

-Kuroko-cchi, eres muy exagerado -soltó, sintiéndose regañado-

Saludo a una de las encargadas de vender los boletos y compro 2, agradecido se adentró hacia los lujosos cristales donde los seres acuáticos se movían de un lado para otro, los ojos del más bajo brillaban de emoción, por más que se había olvidado de la cita eso no había querido decir que mentía cuando dijo que en verdad esperaba con ansías este día.

Después de recorrer el acuario unas 3 veces, para apreciar y atesorar el momento de ver; a los delfines haciendo piruetas, ya que había un sector abierto donde estaban esos animales. Los tiburones que de vez en cuando azotaban fuertemente su mandíbula contra el cristal pero a este no le pasaba nada, ni si quiera un rasguño. Así sucesivamente con los demás animales acuáticos, mencionando exclusivamente a un último animal que esperaba ver con demasiada emoción, era difícil de poder presenciarlo, fue a la Orca o comúnmente conocido como la ballena asesina, Kuroko quedo impresionado por el color tan oscuro de su cuerpo y por su enormidad de tamaño, simplemente dijo "que hermosa criatura".

Mientras descansaba en un pasillo estrecho con poca gente transcurriendo, a Kuroko se le ocurrió comentar.

-Creo que amo y detesto este lugar, por una parte me permite ver a los animales que tanto adoro pero por otra muy diferente creo que deberían estar en su habitad.

-Kuroko... -le levanto el rostro a partir del mentón para que lo mirara a los ojos- no te sientas tan culpable, piensa que aquí los mantiene alimentados y bien cuidados -le sonrió mientras lo miraba con unos ojos semi cristalinos-

Kuroko se sintió conmovido por las palabras del contrario y no supo si fue porque estaba sensible o porque las palabras de él le llegaron o por otro motivo, sólo sabía que inevitablemente se inclino para estrellar sus labios contra los suyos, moviéndolos y saboreándolos lentamente.

Cuando se separaron, el peliazul pidió disculpas por besarlo tan repentinamente, aunque el otro no le dijo nada, de hecho se había quedado en shock por lo repentino.

Kuroko, para sus adentros dijo "este tampoco es el sabor que busco, aunque debo admitir que estaba delicioso, limón... Quién diría que este es el sabor que tienen tus labios Kise.