Prologo.

208 18 5
                                    

El chico se encontraba perplejo por aquel beso de esa persona desconocida, lo único que podía recordar era estar en la cancha de básquet practicando, cuando de repente lo agarraron bruscamente del hombro, jalándolo y arrebatándole el beso con brusquedad pero con suavidad a la vez.

Miro a Nigou, el perro que según sus compañeros se parecía a él, se cuestionaba si preguntarle o no algo a aquel animal, bueno, nada perdía con hacerlo, pronuncio el cometido que tanto añoraba preguntar.

-Nigou, ¿Viste quien era el que entro aquí?

El animal se le quedo mirando extrañado, y solamente ladeo la cabeza para luego ladrar. El peli-azul se sintió estúpidamente estúpido, como se le ocurría preguntarle algo, era obvio que no le diría un nombre o alguna característica de aquel individuo.

Entre tanto él ordenaba la cancha, se acordó de que el beso de aquel chico o chica sabia a alguna fruta en concreto pero no supo cual exactamente, mas supuso que sería de alguno de sus amigos.

Entonces decidió emprender un recorrido, el cual por obvio que se deduzca, era besar a cada uno de sus amigos para saber quien era esa misteriosa persona que le arrebato su primer beso. 

El sabor de tus labios me enamoran Where stories live. Discover now