hay algo más.

1.6K 113 538
                                    

Primero que todo: Feliz 3 de Marzo y Día de los armarios rotos 💖

Aquí tenéis mi historia de los #Ragobesos, una tanda de OS que hemos hecho varias autoras, idea de Mar, para celebrar este día, en Twitter podréis encontrar todos.

Aviso que van a ser dos partes, pero ambas auto-conclusivas, es decir, podéis leer esta con tranquilidad aunque haya que esperar para la siguiente porque no deja el final abierto.

Y ahora sí, disfrutad de la lectura 💕

Agoney Hernández, canario y profesor de Latín, y Raoul Vázquez, catalán y profesor de Francés, llegaron al Instituto de Las Memorias el mismo curso, hace ya tres años, cuando el primero tenía la edad de 26 y el segundo de 25, y a pesar de ser "los nuevos" y tener que relacionarse de vez en cuando para alguna actividad, no se han hecho amigos, más bien... todo lo contrario.

No es que se lleven mal, ni que se odien, hay cosas del uno que molestan al otro pero... no es una enemistad visceral que hace que quieran encontrarse en mitad de un ring en el que poder darse de golpes, simplemente, desde el segundo trimestre de aquel primer año, ambos parecen tener una competición silenciosa por ser el mejor profesor, al que más quieren sus alumnos (que rondan entre los catorce y quince años), el que más actividades consigue que salgan adelante, al que más quieren sus compañeros... en definitiva, quieren que el otro sepa que son mejores en lo suyo. No es una cuestión de ego, mucho menos de que el otro se sienta inferior, es una dinámica que empezó la única tarde que estuvieron ellos solos tomando algo después del trabajo y que, años después, no han sabido frenar, al contrario, ha ido creciendo hasta provocar verdadera tensión entre los dos.

El resto del claustro es bastante indiferente a esa especie de lucha interna.

Algunos, como Luis Cepeda, profesor de Matemáticas, nacido en Galicia y con una expresión facial en la que era difícil distinguir el asco del cariño, al menos para quien no le conociese; o Nerea Rodríguez, profesora de Lengua Castellana y Literatura, catalana y bajita, extremadamente alegre pero matona cuando quería, son más amigos de Agoney. Otros, como Ana Guerra, profesora de Inglés, canaria y con una personalidad radicalmente distinta a su apellido, y Miriam Rodríguez, profesora de Educación Física y la hermana mayor de Nerea, que creció en Galicia hasta el nacimiento de la otra chica y es considerada de armas tomar allí dentro y en cualquier otro ámbito, tienen más afinidad con Raoul.

También está el grupo que simplemente los quieren a ambos, como Marina, profesora de Cultura Clásica, sevillana y con el pelo de colores; Juan Antonio, profesor de Geografía e Historia, vasco y, en palabras de más de una persona, "una gran bola de amor y cariño"; o Thalía, profesora de Música y Plástica, la extremeña y, probablemente, la más amable. Ah, y luego hay un par que no les soportan, a ninguno de los dos y mucho menos cuando están en la misma habitación y la tensión se vuelve menos soportable que de normal, que ya es decir, ellos son Amaia Romero, pamplonica y profesora de Economía, si pusiera más veces los ojos en blanco se le podrían quedar así para toda la eternidad; y Ricardo Merino, profesor de Tecnología, mallorquín, el más mayor y, al menos con ellos, el más serio.

Con dos bloques, los cuatro cursos de la ESO y los dos de Bachillerato, y cuatro clases por curso, el Instituto Las Memorias es un lugar apacible, dentro de lo que cabe y al menos la mayoría del tiempo, probablemente en esto influyan notablemente la directora, Mamen Márquez, y el jefe de estudios, Joan Capdevilla. Una andaluza y un catalán que llegaron a Madrid muchos años atrás y que se esforzaban porque las pequeñas guerras internas no destrozaran lo que tanto esfuerzo les había costado construir, y lo conseguían, a pesar de cualquier lucha, la enseñanza allí no tenía mayores pegas que las que puede tener un instituto cualquiera, o el sistema educativo en general. Además, aunque algunos profesores cambian de bloque, la vida entre los claustros de la ESO y de Bachillerato es, básicamente, paralela, no se cruza.

Entre tú y yo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora