✨«Love Alarm»✨ [Todoroki Shōto Y Tú]

~💌 Capítulo 14 💌~

Lunes, día de trabajo para la chica, desde muy temprano estaba trabajando con esfuerzo, quería comprar algunas cosas para su novio ya que faltaba una semana para el primer mes juntos.

—¡Kobayashi-chan! Nos estamos quedando sin leche deslactosada ¿Puedes compar en el supermercado? Pídeles ayuda para llevar las cajas ¿Si? —Rui habló desde la barra donde se encontraba ocupada atendiendo a las personas.

—¿Tomo dinero de la caja?—Preguntó.

—¡Si! Yo luego lo repongo.

Tal como le dijo agarró el dinero de la caja, se quitó su mandil y se dirigió a toda prisa al supermercado más cercano.
Miraba a su alrededor con prisa hasta que entró a uno, se adentró hasta el fondo de la tienda pero no encontraba los refrigeradores.

—Donde... Ahg olvidé mi celular... —Susurró para sí misma.

—Oh ¿Kobayashi-chan?

—¿Midoriya? ¡Hola! ¿Que haces por aquí en un lunes?

—Hoy visité a mi mamá y me encargó hacer las compras jaja ¿Tu que haces por aquí? ¿No trabajas hoy?

—Si, pero me pidieron comprar leche deslactosada ¿Sabes dónde están los refrigeradores?

—Claro, ven, por acá.

—Gracias. —Caminó detrás de él.

—Midoriya-kun ¿Que tal la escuela?

—¿Eh? Omm, bien, supongo, talvez Todoroki-kun ya te a contado que nos estamos preparando para los exámenes.

—Si, me dijo que la mayoría son físicos, espero que a ambos les vaya bien...

—Gracias, eres muy amable Kobayashi-chan... Oh, llegamos ¿Que leche buscas?

—Deslactosada... No la encuentro.

—Tal vez aquí no haya ¿Le preguntamos a un empleado?

—¿Puedes decirle tú? Me da pena jaja...

—Si, no hay problema, mmh allá hay alguien, espera aquí, le preguntaré.

Él caminó algunos pasillos mientras ella esperaba con las manos entrelazadas por la espalda, esperando que el empleado les trajera una o dos cajas.
No pasó ni un minuto para que las cajas estuvieran frente a ellos; Midoriya hizo una seña para que ella fuera con él, llevaron las leches hasta la caja para cobrarlas.

—Muchas gracias Midoriya, espero que puedas terminar tus compras.

—¿Puedes llevar todo esto hasta tu trabajo? ¿Quieres que te ayude? 

—¿Seguro? Siento que estás haciendo muchas cosas por mí hoy pero... Si puedes sí. —Apenada revolvió su cabello.

—Para mi no hay problema. —Sonrió.

Con un brazo levantó una caja y con ayuda de ella subieron la otra caja sobre la que ya tenía agarrada.
Comenzaron a caminar con un poco de prisa hasta llegar a la cafetería.