Karlheinz no sólo tuvo siete hijos, si no que tuvo ocho pero el octavo hijo era algo especial pues guardaba consigo un gran secreto que nada mas Karlheinz sabia, pero al pasos de los meses comenzó a descubrirse
El pasado lo esta encadenando de nuevo...
¿A donde había ido Subaru? Pues a donde más al jardín de la mansión donde se encontraba, arrepentido y triste por todo lo que había pasado, si nunca le hubiera dado la daga a Yui, tal vez la persona que tanto amo seguiría viva, la culpa lo había invadido en esos momentos, sostenía con delicadeza en su mano aquella rosa negra donde en su interior yacía la daga de plata, la cual por cierto se encontraba limpia como si nunca hubiera sido manchada de sangre pura e inocente, los ojos de Subaru se cristalizaron, las lágrimas no se hicieron espera, cayendo de rodillas al suelo comenzó a llorar mientras con sus manos se tapaba el rostro, el viento comenzó a soplar nuevamente pero esta vez fue más bien como una brisa tranquilizadora después de la tormenta, la cual por cierto en algún momento se desataría con gran furia
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Dentro de la mansión, para ser más específicos en la sala de estar aún, Karlheinz ya se encontraba mejor pero aún así necesitaba descansar mientras escuchaba a los tres clanes discutiendo sobre lo que iban hacer con Yui después de todo lo que había hecho y causado, miro a su hermano con algo de molestia y enojo
Karheinz : No creo perdonarte por lo que haz hecho sabes
Richert : Yo nunca pedí tu perdón en primer lugar, ya que yo tampoco te e perdonado por lo que hicisteis
Karlheinz : Oohh, vamos cuantas veces te lo tengo que decir ¡El es mi hijo! !Y por derecho me pertenece! ¡Es sangre de mi sangre y punto final! - Reclamo con una voz fuerte y firme, haciendo que llamara la atención de todos
Richert : ¡Acaso no haz escuchado el famoso refrán que dice padre es el que cría no el que engendra! - Dijo mientras lo sujetaba del cuello de la camisa con despreció en su mirar - ¡Tu que vas a sabe de el! ¡Por todo lo que paso! ¡Las decisiones que tomo! ¡Y cuantas veces lloro por sus hermanos! ¡El siempre se preocupaba por ellos! ¡Estaba al pendiente de que estuvieran bien! ¡Les daba el cariño y amor que tu jamás les distes! ¡Y si no fuera por mi...- Su voz con tono enojado y molesto se convirtió en uno de tristeza y melancolía - ¡Quien lo encontró en el bosque, criándolo como su propio hijo, el cual lo llevó a esa fiesta! ¡Tu nunca te hubiera enterado que tienes a un hijo de más! ¡Y nada de esto estaría pasando! - Soltándolo, agacho su cabeza, apoyándola en el hombro de Karlheinz el cual comenzó a darle pequeñas palmadas en la espalda a Richert el cual le dio un puñetazo leve en el pecho - Tu maldito desgraciado te llevastes a mi pequeño lejos de mi y nunca te lo perdonare
Karlheinz no digo nada, no había nada que decir realmente, era razonable que su hermano lo odiase, por qué si el estuviera en sus zapatos también estaría así, imaginar que una noche, tu casa se está quemando, tu hijo la razón de seguir vivo a sido robado y que tiempo después descubras, la persona que te lo arrebató hizo que olvidara de que estuviste en su vida y que además tenga que tomar el papel de tío, de tu propio hijo, eso a más de una persona lo pondría así, lleno de tristeza y melancolía pero también de rabia y enojo, aunque eso de que le restregará en la cara que el conocía más a su hijo que el mismo, era algo que lo ponía furioso, pero se contuvo, pues ahora más que nunca que el ya no seguía existiendo, no había razón alguna de seguir con una discusión la cual nunca llegaría a su fin.
Así que dejo que Richter se desquitará con el, que dejará sacar toda la frustración y enojo que este, estuvo conteniendo durante tantos años, al igual que la tristeza que lo llenaba y tenia guardara en su interior, era el momento de que se liberara de esa carga que llevaba en sus hombros. Mientras tanto con los tres clanes a excepción de Subaru, claro esta, miraban la escena en silencio, pensaban que de seguro después de esto, su padre para los Sakamaki y Mukami y primo para los Tsukinami se reconciliaría por fin después de tanto con su hermano, tío de los hijos de Karlheinz y primo político de los Tsukinami, pues era el momento de que ambos dejaran de lado su rivalidad para apoyarse mutuamente el uno al otro para salir de esto, que era tan difícil y doloroso para los dos por igual, porque ambos compartían la misma razón del porque seguían viviendo dejando atrás su deseo de morir
Shu, voltio a mirar Yui, la cual aún no había despertado, no era nada grave e de admitir pero el golpe que se había dado contra la pared había sido algo fuerte y tal vez de seguro ya mañana despertaría, no había nada de que preocuparse, ya que seria una verdadera lastima que falleciera antes sin haber sufrido ¿No? sus ojos se posaron en la espada envenenada con el Endzeit, la cual se encontraba acostada sobre la pequeña mesa de madera del centro de la sala, en sus labios se forma una satisfactoria sonrisa diabólica ya sabía como iba hacer que Yui-Eva pagara por todos los crimines que causo
Mientras tanto afuera nuevamente, Subaru había ido al cementerio familiar de la mansión, a visitar una tumba en especial la cual la cubría casi por completo, una enredadera donde crecían rosas negras, de hay era de donde provinieron aquellos pétalos negro que rodearon a Kevin en la mansión, la lápida tenía forma de un hermoso ángel el cual rezaba al cielo por toda la eternidad, Subaru puso la rosa con la daga en su interior entre las manos del ángel, como si la estuviera sosteniendo, para luego alejarse y mirarla
Subaru : Sin embargo, perece no funcionar...
Nuevamente las lágrimas aparecieron en el rostro de Subaru quien cayo una vez más de rodillas al suelo, era tan doloroso e insoportable saber que ya no existías más, sabes rosa negra le contó al cielo lo mucho que te amaba y el cielo también comenzó a llorar por tu trágica y triste perdida, rosa negra... ____________________________________
