capitulo 2: Ya empieza

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- nos vemos luego - me dijo Max cuando salimos de nuestra última clase del día, él se fue hacia la izquierda del pasillo, desapareciendo por la esquina, yo me dirigí a la derecha para dejar las cosas que no necesitaba en la taquilla y coger mi abrigo y mochila para ir a casa.

Abrí la puerta metálica de mi taquilla, deje los libros que no necesitaba, dejé mi mochila en el suelo para ir metiendo lo que necesitaba poco a poco. Iba por el tercer libro cuando por encima de mi hombro vi al odioso equipo de fútbol viniendo por el pasillo mientras sonreían y chocaban los cinco con sus amigos (si, como una película americana). Dejé de meter las cosas aunque aun me faltaban algunas cosas, cerré la puerta del casillero, me eché la mochila al hombro y fui directa a la salida, al mirar hacia atrás ya no estaban, pero cuando volví a mirar hacia delante me encontré con las animadoras paradas justo delante mía con los brazos cruzados y una sonrisa de superioridad.

- hola, Collway - dijo con un tono de desprecio al decir mi apellido.

- ¿quieres algo? - dije seria.

- no, solo les enseñaba a las  nuevas a quien no deben acercarse si no quieren acabar mal - dijo sin quitar la sonrisa.

- vale - dije con desgana, pase al lado suya intentando evitarla, al pasar, ella se movió y me dio fuerte con el hombro haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

- vaya que torpe - dijo tranquila y mirándome desde arriba, las demás de su grupo se rieron y se marcharon.

Me levante con cuidado de que la gente que pasaba no pisara las manos, me sacudí los pantalones, cogí los libros del suelo que se habían caído de la mochila al caer y los volví a meter dentro, volví a colocarla sobre mi hombro y finalmente salí del instituto.

[...]

Al día siguiente volví a repetir la misma rutina, me levante, me cambie, y salí de casa antes de que nadie se levantara, lo único diferente es que hoy estaba lloviendo a mares, me puse la capucha del chubasquero, me subí a la bici y me dirigí al instituto como siempre.

Al llegar no vi a Max por ningún lado así que entré sola, no perdí tiempo, cogí mis libros para la clase de ahora y fui directa a la clase, sin distracciones. Me senté en la última fila de la clase, abrí el libro y saqué el cuaderno, ni siquiera me di cuenta cuando alguien se sentó a mi lado.

- hola - le mire sin ninguna expresión en la cara por la sorpresa, no sabia como reaccionar.

- hola - dije rápido y desconfiada.

- soy Shawn - dijo alegre y estirando la mano hacia mi esperando a que yo le correspondiera.

- creo que te has equivocado de persona, no nos conocemos - dije de la misma manera de antes.

- lo sé, por eso me presento - dijo con una pequeña risa, parecía sincero.

- Robin - me presenté. pero no acepte su mano, me apoye con los brazos cruzados sobre la mesa y mire a la profesora.

- vaya, pues si eres desconfiada - le escuché susurrar. Nos quedamos en silencio durante bastante tiempo, notaba su mirada en mi y me estaba poniendo muy nerviosa.

- ¿Por qué te has sentado aquí? - dije directa.

- porque me interesa conocerte. - dijo con una sonrisa sin mirarme.

- ¿por qué? - Shawn abrió la boca para contestar pero el timbre de la clase sonó interrumpiéndole. Se levantó de la silla, agarró sus libros y salió de la clase.

Esa extraña situación no abandonó mi cabeza en las próximas cinco clases. Cuando fui a mi taquilla para recoger me lo encontré apoyado junto a ella mirándome con una sonrisa, fruncí el ceño y me acerqué, abrí la taquilla decidida a ignorarlo pero me fue imposible.

- creo que esto es tuyo - dijo cuando cerré la taquilla y me colgué la mochila llena al hombro, le miré un momento y vi que tenia enfrente de su cara mi lápiz.

- ¿me has robado el lápiz para hablar conmigo con la escusa de devolvérmelo luego? - dije confundida.

- puede - dijo con una sonrisa y mirando hacia un lado durante unos segundos.

- vale - cogí el lápiz de su mano procurando que nuestras pieles no se rozaran en ningún momento. - adiós - le esquivé y caminé hacia la salida, por suerte no se atrevió a seguirme.

Lo peor me lo encontré en la salida, el equipo de fútbol se lo estaban pasando bien con mi bici. Pasé de largo, no estaba dispuesta a aguantar sus insultos y burlas solo para recuperar la bici, caminé por un lado mientras los chicos me gritaban y se burlaban de mi, hice oídos sordos.

Seguía lloviendo bastante, mi chubasquero negro reflejaba todas las luces de la calle, mi mochila estaba empapada y no era muy resistente al agua así que posiblemente mis libros y cuadernos ya estarían mojados.

Cuando llegué a casa dejé mis zapatillas sucias y mojadas en la entrada, abrí la puerta y tire las llaves y la mochila donde siempre lo hacia, me quite el chubasquero y lo colgué en el perchero de la pared.

- ¿Eres tú, Robin? - escuché la voz de mi padre en el salón.

- si, papá, me voy arriba, me duele un poco la cabeza - dije pesadamente mientras subía las escaleras.

Notaba como si me estuvieran dando en la cabeza con un martillo repetidas veces, me dolía horrores, de un momento a otro todo empezó a moverse, todo se volvía borroso.

- papá - susurre mientras me apoyaba en la pared con una mano en la cabeza al principio de las escaleras. - creo que...

"- ¿Qué hay Bruce? - dijo Max acercándose a ellos y colocándose al lado de Robin que al sentirlo tan cerca se tensó un poco.

- ¡pero bueno! ¿Qué tal Max? Muy solo imagino. - dijo con una risa arrogante."

Grité, grite muy fuerte. Noté los brazos de mi padre sujetándome por detrás mientras me removía y luchaba por soltarme.

Liar (segunda parte de Final Revenge) (Peter Pan + Robin + Félix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora