Music Challenge♫

Inside me [Inspirado en Animals de Maroon5]

[Escrito por universestyles]

La lluvia caía con intensidad como en cualquier otro estúpido cliché romántico.

Caminaba por las oscuras calles atrás de ella, esta noche sería mía, cree que puede esconderse, pero puedo olerla incluso cuando está a miles de millas, puedo escucharla gritando en el silencio, verla con las luces apagadas. 

Tenía que seguirla, como un maldito acosador, como un estúpido animal, como el estúpido animal que estaba dentro de mí.

La había seguido desde hacía tiempo, estaba tras ella como una maldita sombra que no se podía despegar de ella, pero lo que estaba dentro de mí me obligaba a hacerlo, o yo sufriría las consecuencias.

Después de tanto tiempo por fin puedo estar en ella, es tan cruel y despiadado pero me siento tan bien haciéndolo, una y otra vez. 

Ella tiene sus demonios, y ellos lucen como yo, cada uno de ellos está dentro de ella, poseyéndola. 

Foto tras foto, cada una de ellas estaban ordenadas en fila en la habitación, ella siempre ha querido tener todo lo que no puede, incluso cuando no lo tiene. 

Comienzo otra vez, una vez más, una pelea más, puedo sentirla gimiendo abajo de mí, después de todo llevo tanto tiempo detrás de ella, somos enemigos, ella es todo lo que jamás podría tener, pero nos llevamos tan bien cuando estoy dentro de ella. 

Nunca tendré suficiente, jugaría con ella toda la noche, como si fuera un objeto, pero ahora me pertenecía, era posesivo, controlador, y duro con ella, no había cariño, porque no la quería, era una obsesión.

Cavando mi propio hoyo dentro de la tierra, ganando mi propio pase al infierno. 

Mordía sus labios y eso no le daba más que placer, amaba el sabor metálico dentro de mi boca, sabía bien, y se sentía bien.

Sus muñecas estaban moradas por toda la fuerza que había aplicado en ellas, azul, morada y rosa, los hematomas que estaban a lo largo de su cuerpo indicaban que era de mí territorio, obsolutamente mía, la sangre se había quedado atrapada ahí haciendo su pálida piel obscura, tan oscura como mi alma.

Pronto tendría que regresar, pero ella iría conmigo, su alma no le pertenecería más. 

Sabía todo acerca de ella.

Ella no podía evitar ese dolor en el pecho, ese que la atormentaba desde hace ya algunos años, dejándola tan rota por dentro.
Ella estaba realmente cansada de vivir en un mundo de ilusiones y promesas rotas , no le gustaba sentirse tan mal, ella odiaba el sentimiento, y como y como cualquier otro sentimiento, requería ser sentido, pero aún así no sentía nada.

Su corazón estaba tan roto que amenazaba con llegar a romper su alma, y yo la necesitaba, y entonces, fue así como construyó todas esas barreras de acero, protegiendo su frágil y herido corazón, volviéndolo frío hasta su centro, y a su paso, alejando a todas los que trataban de ayudarla, y acercando a quienes querían destruirla, fue así como estoy dentro de ella ahora,podía fingir que me odiaba, pero incluso ella sabía que era su mejor anestesia para el dolor que sentía, encerrándose en el propio mundo de las desilusiones que ella había creado, dejando de lado el sentido común, siendo egoísta y llevando una vida monótona, ahí estaba ella, con una sonrisa que no expresaba más que sólo lo rota que estaba, y una mirada sin brillo que demostraba que ella se sentía completamente sola.

Siempre se había mantenido al márgen de esto, tenía que cumplir su misión y esto de alguna forma u otra me hería, aunque los sentimientos no existieran, pero no me gustaba que estuviera llena de ilusiones rotas, ella estaba atada a cadenas que por sí misma había construido, viviendo con fantasmas e incluso mounstros tratando de salir de ella, su sangre corría fría ahora... y su mirada había perdido el toque de cálidez que te recordaba a casa, porque el infierno sería su nuevo hogar, ardiendo en llamas dentro del sombrío paraíso, pero aún así, ella con todas esas heridas en su corazón ella seguía intentándolo, luchaba por su alma, peleaba por quedarse con ella, tratando de duramente de no perderse en el camino.

Porque de alguna manera todos estamos rotos, incluso si no habíamos hecho nada para merecerlo.

Y por eso estaba condenado a esto, tenía que arrastrarla hasta ahí, quisiera o no, porque los demonios que estaban dentro de mí me obligaba a hacerlo.
Ellos eran crueles y despiadados con ella, ¿cómo podías tratar de romper algo que ya está roto? Su nudo en la garganta era algo que estaba siempre con ella, las burlas sin sentido, los murmullos de la gente al verla caminar por los pasillos, amando a algo que sabía que no podía amar, porque él ahora estaba muerto, jugando a un juego sabía que jamás podría ganar, escuchando las mismas canciones una y otra vez, cometiendo errores que jamás pudo corregir, porque era un humano, con todos esos errores que la hacían perfecta, los defectos no la hacían peor persona, era una razón para mejorarlos y hacer de ellos una perfección. 

Suspiró y se preparó para hacer la pregunta que lo atormentaba desde que pisó este extraño mundo. "¿Qué diablos me estás haciendo?" Ella medio gimió, aún sintiendo el placer dentro de ella. 

"Y-yo, no lo sé." Otro gemido, mientras jalaba los rulos de mi cabeza, sin sentirse intimidada por mis ojos (ahora) negros que la observaban fijamente, probablemente era la primera persona que lo hacía sin tener miedo, podría comerla viva, pero no sería correcto. 
Acaricé lentamente su vientre mirando el pecado destellando en sus grandes e inocentes ojos azul eléctrico."Podríamos estar en el paraíso." Ella gimió un poco más fuerte, mis palabras parecían darle más placer. 

"¿Acaso no estamos en él?" Ronroneó, me reí un poco, sintiendo mis ojos tornándose más oscuros. 

"O podríamos estar en el infierno ardiendo en llamas." Agregué con una sonrisa sombría. 

"Dios eso no me importa ahora mismo." Jadeó sintiendo el placer de estar cerca del clímax corriendo en sus venas, ella mentía, pero el sexo hacía a los humanos estúpidos. 

"Puedes fingir que significó algo, pero no puedes estar lejos de mí." Susurré mordiendo su oreja. Y fue todo lo que la empujó a su propio paraíso, gimiendo y jadeando.

"Me haces daño pero me siento tan bien estando en tu cama..." Por supuesto que lo hacía, ella era masoquista de su propio sufrimiento. 

La comencé a acariciar de nuevo, sintiéndola retorcerse bajo de mí, hice a un lado su cabello, mordiéndo duramente su cuello, sintiéndola gemir en el mío. 

Como un animal. "Voy a aprovecharme de ti, te poseeré,y arrastraré tu alma al infierno" Y por supuesto ella no se lo tomó tan literal como lo era.

Porque alguien que había vivido en las sombras del infierno durante tanto tiempo, no podría ser bueno, incluso si sus verdes ojos destellaban la inocencia que no tenía, arrastrándose en la oscuridad de la noche para arder en llamas en el infierno.