Music Challenge♫

Tennis Court [Inspirado en Tennis Court de Lorde]

[Escrito por Elisazch]

El despertador suena con su característico estrépito anunciando el inicio de otro día,  es decir, otra oportunidad de conseguir la beca deportiva que tanto anhela la familia. No  dudo en levantarme  y siento el tacto del piso frío contra mis pies, mi cuerpo se mueve casi por inercia y tomo una toalla, listo para entrar a la ducha en la que no dura más de quince minutos y me visto con un conjunto deportivo intentando combinar los colores como le gusta a mamá.
Al bajar al comedor todos en la mesa ya sentados en los mismos lugares de siempre, la comida servida como era de esperarse, tomo asiento junto a papá quien huele a ese perfume tan propio de él.
-Hoy te ves hermosa Madre- Digo por fin, y aunque pensaría que es otro impulso de mi cerebro de seguir el orden, la verdad es que los cumplidos que le digo a ella son totalmente verdaderos, su aspecto  tan pintoresco es digno de un millón de cumplidos y hasta más.
-Gracias Ches, veo que te pusiste los zapatos nuevos- Observa ella en voz alta y yo le correspondo con una sonrisa.
El desayuno transcurrió con calma, mi padre hablando de las nuevas noticias en la sección de deporte, mi madre tomó su café con dos cucharadas de azúcar y lo escuchaba con tanto interés como si fuese de la forma de acabar con el hambre del mundo de lo que estuvieran hablando, nada fuera de lo ordinario.

*****

Bajé del auto y no me sorprendió el grito por parte del entrenador reclamando que llegue tarde, es decir, podría haber acampado dos días antes en la entrada y aun así el diría que llego tarde, así que esta típica amonestación la tome como un saludo.
-¡Mueve tus nalgotas y apresúrate Chester! hoy será un día de técnica, tenemos que pulir ese saque  y debes mejorar tus golpes a mitad de cancha.
Mi padre dice qué; para ser uno de los mejores entrenadores de tenis del país y cobrar lo que cobra su vocabulario es desapacible, sin embargo a mí me agrada.

*****
-¿¡Collins, será posible que puedas hacer un revés de dos manos sin perder el soporte de la raqueta?!- A penas tenemos cuatro horas entrenando y ya perdí la cuenta de cuantas veces el entrenador me a gritado- Es más ya me cansaste, tomate un descanso y ni se te ocurra ingerir ninguna basura con carbohidratos o si no te pondré a hacer tanto ejercicio que desearas no haber nacido.

Decidí botar la barra de chocolate que tenía en el bolsillo  después de aquella amenaza y me aproximé a los vestidores, no sin antes verme interrumpido por el frecuente discurso del entrenador acerca de lo importante que es la federación, los próximos torneos y las debilidades de los adversarios.
Ya en los vestidores me siento por fin solo, este es uno de los pocos espacios de mi día donde puedo dejar fluir mis pensamientos siendo completamente libre de exigencias, sin embargo no se me puede dejar de ocurrir que estos pensamientos egoístas son los que hacen que no progrese en el deporte que toda mi vida han anunciado como mi destino, mis contradicciones se  ven suspendidas al ver una cabellera roja frente la puerta de los vestidores.
-¿No crees que es aburrido como la gente habla?- Dijo ella antes de darme la oportunidad de preguntarle que hacía ahí.
-Me refiero- Prosiguió ella ignorando mi rostro de desconcierto- ¿No estás cansado de las mismas palabras?
-¿Quién eres?- Logré decir por fin, asumiendo que esa era la pregunta más lógica que se le puede hacer a una extraña que aparece de la nada.
-Bueno, yo sí estoy aburrida-Me tomo un poco de tiempo captar que estaba respondiendo a la pregunta que ella misma había formulado.

-¿Si pudieras catalogarte como el personaje que quieres ser, quien serias?- Preguntó ella, y pude notar ansiedad en su voz como si estuviera demasiado tiempo esperando una respuesta de mi parte, a pesar que era la primera vez que la veía.
-Jugador de tenis profesional- respondí sin dudar.
-Creo que no entendiste la pregunta, dije: quien quisieras ser tú- Dijo la muchacha realmente pálida haciendo énfasis en la palabra "tú"
-Ya te lo dije- Dije sin saber muy bien por qué.
-¿Y estas seguro? Porque la verdad es que yo no estoy segura de que tu estés seguro de tu supuesta seguridad.
-¿Seguro de qué?- Pregunté al verme perdido en su juego de palabras.
-¡Exacto! apostaría que tu quisieras ser el payaso de la clase.
-¿Quién eres?- volví a preguntar por qué, de nuevo, pensé que era lo correcto, a pesar de que estaba fascinado por la silueta que estaba frente mis ojos y hablaba como si no hubiera poder en la tierra que pudiera impedírselo.
-Haces las preguntas incorrectas