00. ━━━ emoción

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Freya quería llorar

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Freya quería llorar.

Una extraña mezcla de felicidad y nostalgia se alojaba en el centro de su pecho al ver las decoraciones preparadas para la boda de su padre y Esme. El patio de los Cullen había sido embellecido a tal punto que parecía un lugar salido de un cuento de hadas, con arcos de flores blancas y lilas, mesas, sillas y una zona despejada que hacía las veces de pista de baile.

Era mágico.

Freya nunca había pensado en una boda, de hecho, ella no había ni siquiera contemplado una pareja en su futuro, mucho menos un noviazgo con un vampiro rubio que calentaba su cuerpo con la intensidad de mil soles, sin embargo, después de pasar semanas enteras planificando la boda de su padre junto con Alice, el gusanillo de una boda propia se había instalado en ella.

Era joven y bla bla bla, lo sabía, pero la idea no sonaba tan mal en un futuro junto a Carlisle.

Hablando del rey de Roma, Freya sintió unas familiares fuertes manos rodear su cintura y acariciar su abdomen, atrayendola hacia un pecho macizo. Sin necesidad de girarse a ver quien era, acarició los brazos que la rodeaban y ambos observaron el lugar en silencio.

─Nunca pensé que estaría organizando la boda de mi padre. ¿No se supone que debería ser al revés? ─suspiró al final de su oración. Carlisle apoyó su cabeza en el hombro de la pelinegra. Ella supo que había encorvado la espalda para hacerlo y no pudo evitar sonreír.

─Hiciste un trabajo excelente. Creo que ellos van a estar encantados ─murmuró─. Deberías organizar más bodas, como por ejemplo, la nuestra.

Freya bufó una risita.

Desde la primera vez que Freya había sacado el tema del matrimonio entre ellos, hace ya alrededor de dos meses, tenían entre ellos aquella broma interna en el que alguno de los dos insinuaba algo sobre una boda y el otro respondía con un "No veo ningún anillo", simplemente para molestar a su pareja.

─No veo ningún anillo ─murmuró la pelinegra, estirando su mano con la palma extendida, mostrando sus dedos sin ningun adorno. No le gustaba usar accesorios en los dedos, así que únicamente exhibía manos limpias y con una manicura roja impecable.

𝗴𝘂𝘆𝘀 𝗺𝘆 𝗮𝗴𝗲,     𝖼 . 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Where stories live. Discover now